Talgo catapulta su beneficio neto hasta los 14 millones en el primer semestre de 2019, lo que implica un 40% más que en 2018, cuando se quedó en los 10 millones. El crecimiento del fabricante ferroviario se ha disparado después de los últimos contratos adjudicados en el exterior y desde la compañía se congratulan de su "cómoda" posición financiera con más de 320 millones en caja.
En cuanto a la cifra neta de negocio de la compañía, en este periodo se han alcanzado los 167,8 millones de euros, casi un 3 % más que los 163,1 millones de euros obtenidos en el mismo periodo del año anterior, según las cuentas remitidas este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Por su parte, el resultado bruto de explotación ajustado ascendió a 30 millones, de los que 14,6 millones corresponden al segundo trimestre del año. Tras estos datos, el fabricante de trenes ha confirmado que mantiene para 2019 su previsión de crecimiento de dos dígitos gracias al avance de la actividad industrial en la alta velocidad de Renfe y ha avanzado además que prevé lograr un beneficio bruto de explotación de un 18 % superior a cierre de año.
Además, ha destacado que en la actualidad participa en más de 20 concursos que suman un valor de 7.300 millones y que se fallarán en los próximos dos años, entre los que destacan las licitaciones del AVE de Reino Unido o los trenes de cercanías y regionales de Renfe. En cuanto a su cartera de pedidos la empresa alcanzó a cierre del semestre los 3.200 millones de euros, con una mayor presencia de proyectos de fabricación, cifra que asciende hasta los 3.500 millones de euros si se incluyen los proyectos ya adjudicados pendientes de firma y se sitúan en niveles máximos históricos de la compañía.
Talgo ha detallado en sus cuentas que se encuentra en una "cómoda" posición financiera con más de 320 millones en caja y que continúa con su plan de recompra de acciones, que hasta junio de 2019 ha supuesto el desembolso de 39 millones de euros. Además ha destacado "los buenos resultados obtenidos" en el proyecto de alta velocidad en Arabia Saudí, que une las ciudades de Medina y La Meca, y cuya actividad comercial comenzó en octubre de 2018, donde hasta la fecha han realizado más de mil viajes y transportado a más de 400.000 personas.
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