300 millones de euros

Digi saca músculo y completa el 55% del plan de fibra con Abrdn en plena fusión

La compañía rumana 'presiona' al regulador para colocarse como potencial comprador de los activos que vendan Másmóvil y Orange como medida exigida para autorizar la unión.

El CEO de Digi en España, Marius Varzaru.
Digi saca músculo y despliega el 60% del plan de fibra con Aberdeen en plena fusión.
L.I.

Digi saca músculo frente al regulador. El quinto operador de telecomunicaciones de España anuncia que ya ha completado más de la mitad del plan de fibra que pactó con el gigante de la inversión Abrdn anunciado el pasado mes de marzo. Lo hace en un momento clave para su futuro y como una manera más de colocarse como potencial beneficiario de los 'remedies' que imponga la Comisión Europea a la fusión de Orange con Másmóvil.

El objetivo que se han marcado desde las oficinas de Digi en Alcobendas es situarse como el aspirante natural a esos activos de los que se deberían desprender las dos operadoras fusionadas. Un aspirante que trata de enseñar esa capacidad inversora y músculo financiero suficiente -en la primera parte del año anunció una nueva línea de crédito de 100 millones con Santander e ING- para constituirse como el 'Maverick', el cuarto operador solvente para seguir manteniendo una competencia intensa en el mercado español. En ese contexto se produce el anuncio comunicado al regulador rumano este martes sobre su plan de despliegue de fibra en Andalucía.

En concreto, la compañía asegura que ya ha finalizado la "primera inversión" dentro de la 'joint venture' con el fondo británico Abrdn. Esta primera fase supone el despliegue de su propia red de fibra en 1,35 millones de hogares en las ocho provincias andaluzas. Esto representa el 55% de los 2,5 millones de unidades que habían planteado como tope en la hoja de ruta en la que se señalaba una inversión conjunta a partes similares de unos 300 millones de euros con Aberdeen Standard Core Infrastructure III SC, del grupo Abrdn -antes denominado Aberdeen-. Esto implicaría que el desembolso ya ejecutado se situaría alrededor de los 165 millones. 

En la documentación aportada esta semana a sus inversores no se habla de un nuevo calendario para los 1,15 millones que quedarían pendientes. En un primer momento se habló de que el plan completo necesitaría de un periodo estimado de tres años. Se trataría de llegar a 124 municipios. El plan pasaba por crear una sociedad conjunta, con mayoría accionarial de Digi, en la que se aportaba algo menos de un millón de unidades ya desplegadas a cambio de dinero aportado por ambas compañías. El resto era infraestructura nueva.

Hasta la firma de ese acuerdo, la rumana contaba con una red propia de 4 millones de hogares. Están lejos de los 28,3 y los 16,7 millones de Telefónica y Orange, respectivamente, pero se trata de una cifra relevante teniendo en cuenta el tamaño de la compañía y su nivel de facturación. Su objetivo es ir ganando enteros sobre todo en núcleos urbanos grandes con su propia infraestructura, que le permite mejorar los ya estrechos márgenes con su propuesta de 'ultra low cost' (la fibra de la que 'tira' en zonas donde no cuenta con cobertura es de Telefónica y su alquiler supondría una rentabilidad menor por cliente).

La candidatura de Digi como comprador de los 'remedies' de la fusión es la que más temen los grandes del sector por su agresiva estrategia de precios

Esa estrategia de inversión es uno de los argumentos que está exhibiendo de cara a la elección de lo que se conoce en el argot inglés como 'remedie taker' en la operación de fusión de Orange y Másmóvil. Es decir, la empresa llamada a comprar los activos de los que se deban desprender las dos compañías para lograr la 'luz verde' del regulador. Aún no está decidido que se vayan a exigir estas medidas correctoras ante la mayor concentración, pero todos los analistas dan por hecho que sucederán y la duda radica en la dureza de los mismos.

El candidato

El consejero delegado del grupo, Serghei Bulgac, aseguró el pasado mes de agosto ante los analistas en la presentación de resultados que son un aspirante para esos activos. "Hay una oportunidad para ser parte del proceso; estaríamos interesados", confirmó. Su homólogo en España, Marius Varzaru, aseguró durante el pasado verano que su estrategia pasa por invertir 2.000 millones de euros en los próximos siete años en caso de hacerse con esos activos.

El acuerdo entre Bruselas y las dos fusionadas sobre esas medidas correctoras -que podrían ir desde acceso preferente a sus redes hasta la venta de unidades inmobiliarias de fibra- aún no se ha producido y el 'reloj' de los plazos en la Comisión sigue parado. La candidatura de los rumanos es la que más preocupa a los principales actores, debido a su agresividad comercial que le ha permitido ser mes tras mes el líder en 'robos' de clientes a mucha distancia del resto. Otros también han presentado credenciales en el pasado como Avatel o Finetwork. Ésta última se ha alejado en los últimos meses.

Entre enero y junio, el quinto operador rozó los 300 millones de euros de ingresos lo que suponía un crecimiento del 30% respecto a lo logrado en el mismo periodo del año anterior. En total, creció su base de clientes móviles un 25% (hasta los 4,3 millones); un 69% los de internet fijo (hasta los 1,1 millones). El resultado bruto de explotación (Ebitda) del segundo trimestre fue de algo más de 24 millones, por lo que su margen respecto a ventas era de algo menos del 16% debido a esa propuesta de precios muy bajos.

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