Endesa disputa a Iberdrola el liderazgo en la red de carga para el coche eléctrico

  • La eléctrica propiedad de Enel presentará esta semana un ambicioso plan de infraestructuras para no quedarse atrás en la movilidad verde
Endesa va a presentar un plan de infraestructuras para el vehículo eléctrico.
Endesa va a presentar un plan de infraestructuras para el vehículo eléctrico.

El futuro pasa por el vehículo eléctrico. Lo saben hasta las petroleras, que están buscando nuevos nichos de negocio en las energías renovables y la electricidad. Las exigencias medioambientales de la UE y las restricciones de tráfico en las grandes ciudades empujan el desarrollo de la movilidad verde mientras las compañías eléctricas tradicionales hacen planes para controlar el negocio de la recarga.

Endesa, la compañía propiedad del grupo Enel, presentará esta semana un "ambicioso" plan de infraestructuras para la recarga de vehículos eléctricos. Es un cuerpo a cuerpo con su rival Iberdrola. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán presentó hace dos meses un plan para desplegar 400 puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos  repartidos en 200 estaciones, en poco más de un año. 

Iberdrola invertirá más de 10 millones de euros y el plan de despliegue cubrirá las seis principales vías del territorio nacional -de la autovía del Norte (A1) hasta Autovía del Noroeste (A6)- y los tres principales corredores transversales -Mediterráneo, Cantábrico y Ruta de la Plata-. 

Endesa no quiere quedarse atrás. Perder pie en la carrera puede costar caro en el futuro. Por eso las dos compañías pelean a brazo partido hasta por el patrocinio de eventos relacionados con la movilidad verde. Iberdrola quiere consolidar su imagen de compañía "verde" y Endesa está obligada a compensar su relación con las tecnologías más contaminantes de generación eléctrica.

Un asunto sensible

Para Enel es un asunto sensible. Periódicamente, el Observatorio de la Sostenibilidad coloca a Endesa como la eléctrica que más contribuye al cambio climático desde España, con casi una cuarta parte (un 23,80%) de las emisiones fijas del país.

Tanto Endesa como Iberdrola han dado pasos en los últimos meses para tomar posiciones en lo que se adivina como un gran negocio. Iberdrola anunció en su día un acuerdo con Avia para instalar hasta 25.000 puntos de recarga hasta el año 2021. La mayoría de ellos, 16.000, en hogares. Endesa, por su parte, lanzó en 2015 un plan de movilidad para sus empleados. El objetivo es que el 10% de sus trabajadores utilicen un coche eléctrico en 2020. En realidad, la eléctrica lleva estudiando el sector desde el año 2011 a través de pruebas piloto.

Ahora, los tiempos se aceleran. El Ministerio de Transición Ecológica, en el decreto de medidas urgentes para contener los precios de la electricidad, eliminó las trabas para instalar  infraestructuras de recarga de coche eléctrico. Cualquier empresa (hoteles, aparcamientos, centros comerciales, aparcamientos de empresas, etc.) o autónomo puede instalar puntos de recarga en sus instalaciones y ofrecer este servicio, siempre que cumpla con la normativa de seguridad industrial correspondiente.

La carrera por las infraestructuras de la movilidad verde ha comenzado. Las empresas tradicionales han asumido que tendrán que invertir en su desarrollo. No siempre lo tuvieron tan claro. Las eléctricas presionaron para cargar en el recibo de la luz, como un peaje más, el coste de implantar una red de carga para el vehículo eléctrico. Pero ni el Gobierno -entonces del PP- ni la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) estaban por la labor.

Las electrolineras y el recibo

Competencia fue clara en sus contactos con las empresas eléctricas: no era posible cargar en el recibo el coste de extender las llamadas "electrolineras" por dos razones: porque la instalación de puntos de recarga puede ser perfectamente una actividad en competencia y porque "las normas comunitarias no permiten financiar esa red con cargo a costes regulados".

El mercado se ha puesto en marcha, pero con cifras todavía modestas. Aunque el año 2017 fue el mejor de la serie, en todo el año sólo se vendieron 3.920 coches eléctricos puros-sin tener en cuenta los híbridos-, aunque esa cifra casi duplica la registrada un año antes, según datos de los fabricantes. 

Mientras el negocio se aclara, los únicos números "oficiales" son los recogidos en los informes de la CNMC. Sus previsiones sobre el coche eléctrico para 2020 son modestas (página 145, Informe de Supervisión): en torno a 34.000 vehículos eléctricos en circulación aunque con una senda de crecimiento que en el mejor de los escenarios, allá por 2030, llevará a que un 20% del parque móvil esté compuesto por coches y furgonetas eléctricos.

Pero la carrera está ahí. Y no afecta solo a las eléctricasRepsol está en la competición. También BP, que ha anunciado una inversión de 20 millones de dólares en la compañía de baterías StoreDot. Y Naturgy -antigua Gas Natural- que lanzó un servicio (Servicar) para facilitar la instalación en comunidades de vecinos y en empresas de puntos de recarga para coches eléctricos.

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