Negocio industrial

La firma catalana que lleva 17 años en el autoconsumo y se lanza a conquistar Italia

Alterna Energía cerró su primer proyecto en el mercado transalpino a principios de año y aspira a mantener resultados  en un contexto de incertidumbre y retroceso dentro del sector, con una facturación de 30 millones.

Esther Morlanes, Directora General de Alterna Energía
La firma catalana que lleva 17 años en el autoconsumo y se lanza a conquistar Italia.
Alterna Energía

Alterna Energía tiene un objetivo: conquistar el mercado italiano. La compañía catalana especializada en autoconsumo fotovoltaico industrial quiere aprovechar el parón renovable que ha vivido el mercado transalpino en los últimos años para liderar allí tras su fuerte presencia en España y Portugal -también trabaja en México-.

Así lo afirma la directora general de la empresa, Esther Morlanes, en conversación con La Información. Alterna Energía, que cuenta con el respaldo del Grupo Alter Enersun, dio el salto a Italia el año pasado con el desarrollo de su primer proyecto, una instalación de 700 de kilovatios (kW) ubicada en Venecia. "Hemos ido a Italia de la mano de nuestros clientes, con proyectos ya adjudicados y estamos esperando que nos den el pistoletazo de salida. Tenemos tres adjudicados para poder arrancarlos el año que viene. Es un mercado que ha vuelto a coger ritmo y por el que apostamos", subraya Morlanes.

no valora ninguna venta

  • Dar entrada a un socio no está entre los planes de la empresa. "Contamos con el apoyo de un grupo que nos ayuda a crecer y no nos lo planteamos. Además ,tampoco nadie se nos ha acercado. No es una estrategia en la que estemos trabajando proactivamente", asegura Morlanes. 

En su más de 17 años de actividad, Alterna Energía, que ofrece ingeniería, construcción y mantenimiento de proyectos de autoconsumo y generación de hasta 20 megavatios (MW), se presenta como la única empresa especializada en autoconsumo industrial con la capacidad de dar servicio en todo el territorio español. Ha ejecutado más de 400 proyectos y mantiene más de 600 MW entre España, Portugal y México, repartidos en instalaciones sobre suelo y sobre cubierta. Según Morlanes, la unidad de negocio de mantenimiento de las instalaciones supone el 10% de la actividad de la empresa.

Nueva unidad de negocio de almacenamiento

La directiva avanza que Alterna Energía está centrando el tiro en el almacenamiento. La firma se encuentra especializándose en proyectos llave en mano. Su meta es posicionarse como una de las primeras compañías en España y en Europa en realizar instalaciones e integración de sistemas de hibridación de baterías en plantas ‘Utility Scale’, es decir, en proyectos de gran escala y de alta inversión. "Esta nueva unidad de negocio ha empezado a coger forma en 2023 y será vital para nuestro negocio", señala.

En un contexto en el que parece que el autoconsumo ha entrado en retroceso, con despedidos y lanzando 'profit warning', a Alterna Energía le salen las cuentas, aunque no del todo como desearía. Morlanes apunta que la empresa conseguirá cerrar el ejercicio con los mismos números de 2022 pese a la caída generalizada del sector. En concreto la facturación rondará los 30 millones de euros -aspiraba a 40 millones-. El curso anterior instaló un total de 51 megavatios MW, más del doble que en 2021, y contaba con 92 trabajadores en España. Tiene equipo en Barcelona, Badajoz, Cáceres, Huelva y Madrid.

A Morlanes no le preocupa tanto el número de instalaciones desarrolladas en sí, sino que donde ve un mayor problema es en el número total de MW instalados. Explica con sorpresa el hecho de que el sector esté retrocediendo respecto a 2022 con el precio de los módulos muy por debajo en comparación con el año pasado, "entre un 25% y un 30% menos". "El autoconsumo industrial está cayendo no tanto porque haya menos operaciones, sino porque los tiempo de decisión se están alargando mucho. Es absurdo que suceda esto con los módulos mucho más baratos y con el impacto tan tremendo que tiene esta variable sobre el coste total de la instalación", argumenta.

En su opinión, la complejidad para poder verter los excedentes de energía a la red supone otra traba para el autoconsumo industrial. Morlanes, que no culpa a las distribuidoras y destaca la complejidad de gestionar la red eléctrica, considera -al igual que todo el sector- que la burocracia es un palo en la rueda. "Nos afecta mucho la burocracia y sé que desde la Administración se está haciendo una apuesta muy fuerte por las renovables y estamos encantados. Se han dotado de más recursos, pero por algún motivo no son suficientes y tenemos un montón de proyectos en fases administrativas de permisos, licencias y demás parados durante meses", añade.

La financiación pasa a ser un factor más determinante

La instalación de energía solar en 2022 era una decisión muy urgente en la mentalidad de los clientes dado el entorno de precios de electricidad excepcionalmente altos, mientras que los actuales aumentos de los tipos de interés están afectando temporalmente a la propuesta de valor de los productos de financiación.

"Antes el precio era una variable menos importante, aunque obviamente había que ser competitivos. Lo que marcaba la diferencia era cuando eras capaz de conectar el proyecto a la red y de ahí que todas las empresas creciéramos mucho en plantilla y ahora lo estemos pasando regular. Esto ahora ya no pasa, el cliente no tiene prisa y la financiación es más cara", argumenta la directora general de Alterna Energía. 

Empresas dedicadas al autoconsumo doméstico como Holaluz y SolarProfit ya han anunciado despidos. La primera ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 200 personas, el 27% de su plantilla, mientras que la segunda lo ha hecho para el 30% de su plantilla debido al "contexto de ralentización en la demanda de instalaciones fotovoltaicas por parte de los hogares". 

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