En una hipotética operación de fusión

División en el consejo de BBVA sobre la conveniencia de "rescatar" a Sabadell

La situación actual del banco catalán es entendida como un riesgo para algunos de los miembros del máximo órgano del banco que encabeza Carlos Torres lo que ha dejado ver diferentes sensibilidades.

Carlos Torres se hace un selfie en la Fundación Cecotec tras el anuncio de la venta de BBVA USA.
Carlos Torres se hace un selfie en la Fundación Cecotec tras el anuncio de la venta de BBVA USA.
EFE

La hipotética operación de compra de Sabadell ha puesto de manifiesto las distintas sensibilidades que existen en el seno del consejo de BBVA. El banco que encabeza Carlos Torres confirmaba el pasado lunes la existencia de conversaciones con representantes de Banco Sabadell tras recibir la autorización del consejo de administración para explorar las posibilidades de una eventual operación de consolidación entre ambas entidades. Pero lo que es una autorización para llevar a cabo los primeros pasos por parte del máximo órgano de la entidad no está claro que vaya a terminar en una operación de fusión, pues diferentes voces internas se han mostrado reacias a lo que consideran que podría ser un "rescate" a la entidad catalana.

El consejo de administración de la compañía ha autorizado el comienzo de la 'due diligence' -el estudio pormenorizado de la entidad- para lo que se han contratado a asesores legales y financieros externos. En concreto, serán JP Morgan, Garrigues y Deloitte los que estarán al frente de la investigación que se llevará a cabo desde la entidad de La Vela. Esta fase que se acaba de abrir no tiene un periodo concreto para desarrollarse pero, como ha señalado el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, este mismo miércoles, esto es solo "el comienzo de un análisis". 

"La operación de M&A de Sabadell compite con muchas otras oportunidades de creación de valor y la que tenga más sentido recibirá el capital", señalaba Genç en relación a las cuantías que se deriven del cierre de la operación de venta de la filial de Estados Unidos que se anunció el pasado lunes. Es precisamente este hecho, el sentido que podría tener para la entidad una hipotética operación de consolidación, el que ha creado controversia en el seno del consejo. 

Cabe recordar que en los últimos años BBVA se ha sometido a un profundo proceso de digitalización y saneamiento que ha llevado a la entidad al punto en el que está actualmente. En cambio, Sabadell acaba de presentar un plan -ahora en 'stand by'- para acometer estos proyectos y ganar en eficiencia mediante el ahorro de costes, por lo que ambas entidades se encuentran en puntos y momentos diferentes. A ello hay que añdir la importante exposición a pymes, las más afectadas por la pandemia, con la que cuenta el banco catalán, algo que podría ser entendido como un lastre si se traduce en un aumento de la morosidad embalsada por las ayudas oficiales contra la Covid. 

Algunos consejeros no entienden que se pague ahora una prima para absorber el  Sabadell cuando hace sólo dos años se descartó comprar por un euro el Popular

Con todos estos ingredientes, fuentes conocedoras recuerdan el intento de compra de Popular del que BBVA terminó desistiendo y que culminó con su adjudicación por un euro a Santander. La entidad vasca podría haber disputado por este precio simbólico la operación a la entidad presidida por Ana Botín, pero prefirió descartar la 'tentación'. De este modo, los citado medios apuntan a un estudio pormenorizado de la entidad catalana antes de que se plantee la toma de una decisión definitiva para evitar que una eventual fusión pueda acarrear consecuencias futuras. En otras palabras, la 'due diligence' pueden ser el argumento más eficaz para justificar la negativa a culminar el acuerdo de integración.

Lo que está claro es que una hipotética operación de fusión entre BBVA y Sabadell no será tan fácil como la que unirá a CaixaBank y Bankia en las juntas de accionistas que se celebrarán la primera semana de diciembre. El proceso acaba de comenzar y la posibilidad de que se llegue a pagar una prima cercana al 30% como ocurrió en el caso de la de Isidro Fainé y José Ignacio Goirigolzarri no se contempla en ciertos sectores de la entidad de orígenes vascos. 

De salir finalmente adelante, la operación de BBVA y Sabadell sería la tercera fusión en el mercado español en apenas tres meses. De ella resultaría la segunda entidad del país en tamaño, con más de 4.200 oficinas y casi 16.500 empleados. Además, contaría con más de 600.000 millones en activos y 15 millones de clientes, con destacados negocios en Reino Unido y Turquía, dos de los puntos débiles de ambas entidades. 

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