Un gigante valorado en 17.000 millones

Glovo habla alemán: Delivery Hero roza el 26% al comprar a Cabify y más socios

Su rival germano gana enteros en el accionariado en plena oleada de consolidación en el sector. El grupo se muestra abierto a posibles adquisiciones futuras.

Trabajador de la empresa Glovo montando en bicicleta por Madrid
Trabajador de la empresa Glovo en Madrid.
Europa Press - Archivo

Un auténtico golpe en la mesa de uno de los grandes nombres de la entrega de comida a domicilio, con sede en Berlín (Alemania), y en plena segunda ola de adquisiciones en el sector. El grupo germano Delivery Hero ha duplicado su posición en la startup española Glovo en el último año hasta rozar el 26% de las acciones tras millonarias compras de títulos en el mercado secundario a Cabify y a otros socios minoritarios que estaban casi desde las primeras rondas de financiación. Sólo en el mes de julio se ha gastado más de 74 millones de euros en estas transacciones, basadas en una valoración superior a los 1.000 millones.

El grupo cotizado alemán, valorado en más de 17.000 millones de euros y con el gigante de negocios digitales sudafricano Naspers como socio de referencia, entró con mucho sigilo en la startup española en el año 2018. Sin hacerlo público, aportó casi la mitad de la ronda de financiación de 115 millones firmada ese mismo año. Prácticamente nunca lo ha comunicado oficialmente, ni tampoco ha hecho mención expresa de la justificación o los objetivos de la inversión ante los analistas en las presentaciones periódicas de resultados. Pero lo que fue una irrupción silenciosa se ha convertido en una escalada en toda regla que ha culminado este verano.

Desde ese 2018 se han firmado dos grandes rondas de financiación -con alguna extensión añadida- a las que Delivery Hero ha acudido fiel. Pero además ha aprovechado la necesidad de hacer líquida su inversión de algunos de los 'business angels' e inversores iniciales para comprar títulos en el mercado secundario. Sólo en el mes de julio, tal y como reconoce en documentos oficiales, ha desembolsado 74,6 millones de euros en diferentes adquisiciones. Entre ellas, según confirman varias fuentes conocedoras, se encuentran acciones en manos de Cabify y de otros socios que entraron en las primeras fases. En las dos primeras ampliaciones destacadas de capital acudieron el fondo español Seaya Ventures y el gigante japonés Rakuten, a través de su brazo inversor de capital riesgo con el que llegó a controlar el 14%.

Esta última compra ha permitido ganar muchos enteros y no sólo consolidarse como máximo accionista sino ser uno clave, con casi el 26% del total -excluyendo el 20% de los títulos reservados para el bonus reservado para la cúpula y la plantilla-. Esa inversión para hacerse con siete puntos porcentuales más concluye que la valoración, pese al habitual descuento en las transacciones en el mercado secundario, se sitúa por encima de la barrera del 'unicornio' tecnológico (1.000 millones de euros).

Como sucede en Cabify con Rakuten -que llegó a rozar el 50% de los títulos-, Delivery Hero no deja de ganar tamaño dentro del accionariado de Glovo. Y queda por ver si esto es un movimiento financiero o hay una intención futura de hacerse con el control de la compañía española en pleno proceso de consolidación. En unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias Bloomberg, el consejero delegado de la alemana, Niklas Ostberg, asegura que se encuentra en constante diálogo con los diferentes competidores, incluida Glovo. "Ya no estamos en una posición en la que sentimos que tenemos que realizar fusiones y adquisiciones, y preferimos invertir en nuestro negocio; pero, por supuesto, si surgen buenas oportunidades no dudaremos en aprovecharlas", aseguró. Entre enero y julio el grupo ha levantado más de 4.000 millones de euros en bonos y acciones nuevas. "Habrá consolidación y lo que recaudamos nos permitirá tener potencia de fuego para posibles adquisiciones", advirtió su jefe financiero.

Tener como accionista de referencia a un competidor del sector coloca a Glovo en una situación peculiar en un mercado que se va a calentar en los próximos trimestres, ante la necesidad de unir fuerzas para mejorar rentabilidades del mercado. Para muestra de ello está lo sucedido en Egipto justo hace un año. El regulador de la competencia del país acusó a Glovo de vulnerar la ley al abandonar este mercado, decisión que dejaba el espacio libre a Otlob, precisamente propiedad de Delivery Hero. Éste tiene asiento en el consejo -que lo ocupa Pieter-Jan Vandepitte, su responsable de operaciones y 'número 2'- y, por tanto, conoce al dedillo todas las decisiones estratégicas de la firma dirigida por Óscar Pierre. El máximo órgano de decisión tiene diez puestos, ocupados entre otros por Seaya; el fondo hispano chino Cathay, Mubadala, Amrest (dueño de La Tagliattella) o Rakuten, tal y como queda reflejado en la última información publicada.

Regulación en el aire

Mientras los accionistas siguen moviendo sus fichas, la regulación es una espada de Damocles para la startup española. Después de más de dos años de sentencias dispares en los diferentes tribunales, todos miran ahora al Tribunal Supremo que será el que se pronuncie sobre si los 'riders' que utilizan plataformas como la suya deben ser considerados empleados o autónomos de pleno derecho. Ya hay un primer caso que ha llegado al Alto Tribunal, que deberá decidir si admite a trámite y se pronuncia. Entre las diferentes actas de liquidación de la Inspección recibidas sólo en los primeros meses de 2019 suman 5,5 millones de euros en cotizaciones pendientes de abonar que, al menos por ahora, no han sido provisionados. En 2019, perdió casi 190 millones de euros.

Todo ello mientras la llamada 'ley rider' se enfría. Pese a la intención de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de acelerar los trabajos, sigue aún a la espera de que se reinicien las conversaciones tras la publicación de la consulta pública el pasado mes de junio. Desde el Ministerio de Trabajo se preveía tener listo un texto en agosto y, finalmente, no ha sido así. Los sindicatos y la patronal aún están a la espera de una primera redacción sobre la que debatir.

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