En un análisis provisional

Golpe de Reino Unido a la adquisición de las torres de CK Hutchison por Cellnex

El regulador británico concluye que la transacción conduciría a "problemas importantes de competencia", lo que previene restricciones importantes para autorizarla. Contempla incluso su prohibición definitiva.

(I-D) El director de Finanzas y Desarrollo Corporativo de Cellnex, José Manuel Aisa, el CEO de Cellnex Telecom, Tobías Martínez, y el director de Asuntos Públicos y Corporativos, Toni Brunet.
El consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez.
Europa Press

Reino Unido da un primer golpe a la decisiva operación de compra de las torres de la hongkonesa Hutchison por parte de la gestora de torres de telecomunicaciones Cellnex. El regulador del país concluye que la venta de esos activos a la española "puede plantear importantes problemas de competencia". Esta es la conclusión provisional, que invita a pensar que se pondrán sobre la mesa restricciones significativas para poder autorizarla definitivamente. El organismo espera tener una decisión definitiva antes de principios del mes de marzo, contemplando incluso el posible veto total.

La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA por sus siglas en inglés) asegura que la venta de este negocio a Cellnex y no a un comprador alternativo, puede evitar la aparición de un tercer competidor nacional importante, dejando en su lugar un "duopolio" en el que la española y Cornerstone -la 'joint venture' que comparten Vodafone y Telefónica- representarían más del 90% del mercado. Esto puede reducir la rivalidad para abastecer de infraestructuras de redes móviles en futuras negociaciones contractuales, "corriendo el riesgo de que aquellas redes se enfrenten a precios más altos y contratos más caros".

Al organismo le preocupan los efectos de esta disminución de la competencia, en un momento especialmente delicado para el despliegue de nuevas redes. Por ahora no se han planteado ningún tipo de medidas restrictivas, que pudieran corregir estas consecuencias. La CMA da ahora un mes a los diferentes interesados para que presenten conclusiones provisionales, mientras que los posibles 'remedios' se notificarían antes del 7 de enero de 2022. La decisión final no debería irse más allá del 7 de marzo.

Entre las medidas a tomar ante esta transacción, la CMA contempla el veto total a la operación. Insiste en que esta prohibición evitará la creación de estos problemas de competencia. "Consideramos que esto representaría una solución eficaz y completa", apunta. Como alternativa, el organismo contempla la exigencia de desinversiones por parte de Cellnex para restaurar el equilibrio en el mercado

Hay dos opciones: o ceder una parte de las torres de la hongkonesa que ahora se pretenden adquirir por la española o que ésta entregue algunas de las que ya tiene activas bajo su perímetro en el país -tras la compra de varias compañías locales como Arqiva-. El organismo opta por esta segunda opción porque sería más fácil de implementar, ya que esta torres han sido operadas previamente de forma independiente y al margen de un operador móvil.

Desde el regulador contemplan el veto total a la operación como una "solución eficaz y competa"

Desde Cellnex insisten en que se trata de una operación "marcadamente pro-competitiva que promoverá claros incentivos para desbloquear, mejorar y extender la cobertura móvil en todo el Reino Unido". La 'torrera' asegura que seguirá colaborando con la autoridad de competencia para clarificar y atender las dudas e incertidumbres que puedan plantearse de cara a la decisión final que deberá abordar en las próximas semanas.

La compañía dirigida por Tobías Martínez se juega mucho en esta transacción. No sólo la incorporación de los 6.000 emplazamientos que Hutchison tiene en territorio británico, lo que le permitirá acelerar el crecimiento. También se dirime la entrada de la compañía hongkonesa en el accionariado. Tal y como se hizo público a principios de este año, el operador móvil obtendría en torno al 5% de las acciones de la española en caso de que se diera luz verde a la transacción, pues ésta se pagaría sólo por medio de títulos.

El antecedente de Italia

Esa entrada de Hutchison no deja de ser delicada, precisamente porque se trataría del primer accionista industrial en el operador español. La propia compañía quiso resaltar ante los analistas que se preserva la “neutralidad” del grupo, porque la hongkonesa no tendrá influencia significativa. Aún así, esta irrupción aún debe ratificarse, pues si no se cierra no habrá pago en acciones, según confirmaron fuentes de la empresa.

La de Reino Unido es la última de las compras de torres de Hutchison en Europa. La que más problemas generó en el lado de la competencia fue la de Italia. El organismo regulador de este país dio luz verde el pasado mes de junio, pero con condiciones. La española deberá poner a disposición de otros operadores un determinado número de emplazamientos en los municipios de menos de 35.000 habitantes, estableciendo algunas medidas auxiliares adicionales para permitir el acceso a las mismas.

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