Caída del 60% en habitaciones 5 estrellas disponibles

Las hoteleras se resisten a abrir los grandes hoteles de lujo tras la Covid

Los establecimientos más pequeños y de menor categoría abrieron sus puertas en el mes de julio alentados por el turismo nacional, pero los datos de ocupación no llegan a cubrir gastos en muchos casos. 

CCOO y UGT convocan una concentración este martes frente al Hotel Eurostars de Madrid
Las hoteleras se resisten a abrir los grandes hoteles de lujo tras la Covid
EUROPA PRESS

El turismo está sufriendo un terremoto por la Covid-19. El sector que más aporta al producto interior bruto (PIB) en España está pasando uno de los peores veranos de su historia. Miles de hoteles siguen cerrados en todo el territorio nacional y los que han abierto lo han hecho con cifras de ocupación que, según denuncian, en la mayoría de los casos no dan para cubrir los gastos que supone mantener la actividad. Las grandes hoteleras han optado por estrategias muy similares: abrir solo un porcentaje de sus habitaciones y, por lo general, lo han hecho con los hoteles de tres y cuatro estrellas, se resisten a volver a poner a funcionar los establecimientos de lujo, señalan desde el sector. 

Los datos de coyuntura turística hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman este movimiento. En el mes de julio, último del que hay datos disponibles, estaban abiertos un total de 12.068 establecimientos, 5.000 menos que en el mismo mes del año anterior o, lo que es lo mismo, un 30% menos. Si se atiende al número de habitaciones, 489.509 en julio de este año frente a 883.351 en el mismo mes de 2019, se puede ver una reducción de casi el 45%. Los establecimientos más pequeños "son más fáciles de llenar y conseguir una rentabilidad", confirman fuentes del sector, que apuntan a que esta sería la razón principal de las cifras. 

Por un lado, apuntan desde una de las grandes cadenas de este país, "es mejor que vayamos abriendo los más pequeños y de categorías medias", "no nos interesa abrir los grandes hoteles para tenerlos vacíos", reiteran. Por otro lado, pequeños y medianos hoteleros consultados por La Información, confirman que, en muchos casos, no les ha quedado más remedio que, pese a la baja ocupación, abrir "para poder tener algún tipo de ingresos". 

Estas dos teorías se ven perfectamente en la evolución de los datos. Por un lado, de acuerdo con las estadísticas oficiales, apenas han abierto 172 hoteles de lujo -los de cinco estrellas- en todo el territorio nacional con poco más de 22.000 habitaciones. Esta cifra supone una caída del 50% con respecto a la registrada un año antes en cuanto a número de establecimientos, pero el porcentaje se eleva hasta el 57% si se tiene en cuenta las habitaciones. En definitiva, "los grandes hoteles siguen cerrados".  

Para muestra, un botón. Hoteleras como Lopesán -una de las reinas en las Islas Canarias-, Meliá, Iberostar o Barceló han aprovechado para hacer obras en algunos de sus establecimientos. En otros, directamente, han optado por "bajar la reja, tapar los muebles con sábanas" y mantener el ERTE a la plantilla mientras "las cosas sigan como hasta ahora". Más allá de las zonas turísticas de verano, las grandes ciudades son el ejemplo perfecto de que los hoteles de lujo serán los últimos en volver a la 'normalidad'. En Madrid, sin ir más lejos, buques insignia como el Eurostars Madrid Tower -ubicado en una de las cuatro torres- o el Westin Palace continúan cerrados y sin previsión de apertura

El porcentaje de hoteles sin actividad con respecto al año anterior se va reduciendo a medida que se desciende en la escala de categoría. Así, de los establecimientos de cuatro estrellas, hay un 40% menos operativos y la cifra desciende hasta un 25 para los de dos estrellas y un 19% para los de una. Lo mismo ocurre si se analiza los datos de habitaciones. Pese a que los grandes hoteles siguen con la persiana bajada, el porcentaje de habitaciones que no están disponibles también va menguando. 

La facturación, desplomada

Las cifras de ocupación son también muy pequeñas en relación con las cosechadas años antes -esperan rozar el 40% en agosto-, con reducciones incluso en el periodo en que el turista se aloja en el hotel. Por ello, la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada también se ha desplomado. Muchos de los establecimientos se han visto obligados a hacer ofertas agresivas con tal de llegar a una "rentabilidad mínima" que, en muchos casos, tampoco ha sido la esperada.  

De acuerdo con las cifras del INE, la facturación media diaria por habitación fue de 87,6 euros en el mes de julio, lo que supone un descenso del 15,1% respecto al mismo mes de 2019. Pero si esta cifra se relaciona con las habitaciones disponibles -independientemente de si estas han sido ocupadas o no-, desciende hasta los 33,3 euros, o lo que es lo mismo, una caída del 56,8%. Los hoteleros lo tienen claro, "seguir así no es rentable", apuntan. Los establecimientos de la península dan por perdido el año, mientras en Canarias miran de reojo la posibilidad de que "la situación mejore un poco y vengan los extranjeros a nuestra temporada alta".

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