Tras la entrada en ITP

Indra relanza su carrera por ser 'campeón nacional' en la defensa con Escribano

El fabricante familiar sube enteros para estar presente en la 'mesa' que será clave para el futuro del sector ante el fuerte incremento de presupuestos públicas. Sapa se mantiene, mientras que el holding entra en ITP.

Discurso de Marc Mutra, presidente de Indra, en los Premios Líderes La Información 2023
Indra relanza su carrera por ser 'campeón nacional' en la defensa con Escribano.

La de Indra se ha convertido en una de las mesas más cotizadas del sector de la defensa en España ante el fuerte crecimiento de los presupuestos públicos previsto para los próximos años. El Gobierno y la propia compañía se han conjurado para convertir a ésta en el 'agente consolidador' de un mercado que va a ganar muchos enteros en los próximos años por el incremento de los presupuestos públicos. El fabricante familiar Escribano acaba de dar un puñetazo en la mesa al alcanzar una posición accionarial del 8% que le da derecho a un consejero. Sapa se mantiene, mientras que la empresa dirigida por José Vicente de los Mozos ha dado el paso de entrar en el fabricante de turbinas de motor ITP, con la intención incluso de ganar más posiciones cuando Bain Capital empiece a plegar velas.

Ese afán del propio Gobierno, a través de la Sepi, y de la compañía por crecer en tamaño y ser el centro del mapa empresarial de la defensa ha llevado a Escribano a pedir su lugar. La compañía admitía este viernes que esa operación "contribuirá al desarrollo de los programas de defensa actuales y futuros". La relación de Moncloa con la compañía dirigida por los hermanos Escribano ha sido relativamente estrecha en los últimos años. Su dependencia hacia el presupuesto público es, al igual que otros actores del sector, muy elevada.

La firma con sede en Tres Cantos, especializada en estaciones de armas y sistemas electroópticos, busca no quedarse fuera de ese 'reparto'. En su memoria de 2022, insistía en que su entrada le permitía participar en aquellas decisiones que pudieran afectarle "de forma que se alcance un marco de colaboración en el que se desarrollen los negocios favorablemente para todos los participantes". En la compañía son conscientes de que alrededor de esa mesa se tomarán decisiones relevantes para el sector y quieren formar parte pese a que su tamaño es pequeño respecto al resto. El año 2022 lo cerró con 91 millones de euros de ingresos, de los que 77,8 millones eran de ingeniería y algo más de 13 millones de producción.

El ejemplo de Sapa Placencia está ahí. La compañía reservó -aunque con un contrato suscrito con Deutsche Bank- 90 millones de euros para hacerse con el 5% del holding cotizado (83 millones fueron financiados con la entidad de crédito). La empresa registró durante el año 2022 unos ingresos de prácticamente 47 millones de euros, lo que suponía casi duplicar los 28,5 millones del año anterior. La empresa aseguraba en su documentación a inversores que su entrada en Indra "permitirá a la empresa generar enormes oportunidades y la sitúa en una estrategia con una dimensión mayor y con una clara vocación de crecimiento y diversificación".

Escribano es un viejo conocido para Indra. Han coincidido en varios proyectos estratégicos lanzados por el Ministerio de Defensa. Su relación ha vivido momentos relativamente complicados en algunos de ellos, según explican fuentes del sector. Aún así, su llegada acelera esa carrera para ser el gran grupo nacional de defensa. Y su subida en el accionariado anunciada camina en esa dirección. El fabricante vasco Sapa ya entró  en 2021 en el intento del Ejecutivo por crear un núcleo duro (que desembocó en la sacudida vivida en la junta de 2022 con el cese y dimisión de buena parte de los independientes). Estos son dos de los fabricantes de sistemas más relevantes del panorama de defensa español.

Además de estos dos hay otros que por ahora se mantienen al margen de esta carrera por sentarse a la mesa de Indra. Uno es Tecnobit-Grupo Oesía, que no ha movido ficha aunque sí que ha acudido a la llamada de la Sepi para adquirir el junto a la propia Indra el 60% de la estratégica Epicom aún en manos de Duro Felguera -ambos han tomado un 30% cada uno-. Otro es Santa Bárbara, otro contratista relevante pero cuya naturaleza accionarial es bien diferente pues forma parte como filial del grupo canadiense General Dynamics. Y, por último, se encuentra GMV, que ha ido caminando de manera independiente durante los últimos años.

El caso de Santa Bárbara es peculiar. Sí que tiene relación de negocio con la empresa cotizada presidida por Marc Murtra. Convive con ella, con Escribano y con Sapa Palacencia en Tess Defence, la 'joint venture' de las tres a la que se encargó la fabricación del vehículo de combate 8x8 por más de 1.700 millones. En este contrato ha habido problemas, que han acabado en los tribunales, por las "penalidades" de varios millones de euros impuestas por Defensa. La realidad es que a partir de ahora, si se cumple lo previsto, tres de los cuatro actores estarán aliados bajo el techo de una de ellas, Indra. 

Más presupuesto de defensa

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó hace meses, tras el estallido de la guerra de Ucrania, a una consolidación de un "fragmentado" sector de la defensa en España. Y el propio consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, advirtió a sus accionistas en la junta general que tuvo lugar a mediados de este año que habían priorizado ganar escala en España a través de adquisiciones para ser ese 'campeón nacional' antes de mirar más allá de las fronteras. Estos movimientos accionariales reúnen alrededor de la mesa de Indra a varios actores industriales relevantes. Y todo apunta a que habrá más próximamente.

El telón de fondo de esta partida de ajedrez es el de un sector de la defensa que se frota las manos con un fuerte crecimiento de los presupuestos públicos en defensa ante el mayor clima bélico. Según el último informe de la patronal TEDAE, el año pasado la facturación total del mercado de Seguridad, Defensa, Aeronáutica y Espacio creció casi un 16% hasta superar los 12.000 millones. El objetivo es que esta cifra crezca de manera relevante en los próximos años. Y todos los jugadores quieren participar en el 'reparto'.

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