Tras la fusión con Orange

Másmóvil paga 2.200 millones a fondos y cúpula con una recompra y un ‘dividendo'

La matriz desembolsa casi 750 millones en 'rendimiento' de intereses de las acciones preferentes de las gestoras y socios históricos y del equipo ejecutivo. Abona el resto en una recompra al mismo precio al que se emitieron.

El consejero delegado de Orange-MásMóvil, Meinrad Spenger,
El consejero delegado de Orange-MásMóvil, Meinrad Spenger,
MÁSORANGE - EFE

Masorange ya es una realidad. Y la fusión a través de una ‘joint venture’ supone también un premio inicial para los accionistas de Másmóvil. La matriz británica del que hasta ahora era cuarto operador de telecomunicaciones en España ha regado con 2.200 millones de euros a los fondos KKR, Cinven y Providence, los socios históricos y la cúpula ejecutiva y una parte de la plantilla. En esta cifra se encuentra el pago de 750 millones de euros en una suerte de ‘dividendo’ vinculado a las acciones preferentes y a la recompra de las mismas. Ésta última se hace, según explican fuentes conocedoras de la transacción, al mismo precio al que se emitieron.

Tal y como queda constancia en registros públicos, Lorca JVCO, la matriz que controlaba Másmóvil y que ahora es la dueña del 50% de la joint venture, ha aprobado varias resoluciones especiales. La principal es la recompra y posterior amortización de 1.498 millones de acciones preferentes que estaban en manos de todos los accionistas, incluida también parte de la plantilla y la cúpula ejecutiva a través de un vehículo mancomunado. Estas acciones tienen un rendimiento en intereses acumulado en el tiempo (lo que se conoce en inglés como ‘accrued but unpaid yield’), que a la postre es una especie de dividendo.

Ese rendimiento supone un ingreso para esa parte de la plantilla -había inscritos unos 120 trabajadores de los casi 2.000 de la plantilla tras al compra de Euskaltel- de 5,6 millones de euros, según se refleja en la resolución consultada por La Información. Para el consejero delegado de Másmóvil y de la nueva Masorange, Meinrad Spenger, representa un ingreso de 9,1 millones de euros pues es accionista a través de la patrimonial Griasti SL. ¿Y el resto de accionistas? Los tres fondos se reparten 648 millones de euros, mientras que el cofundador de Ibercom, José Poza, y la familia Ybarra reciben 39,5 millones cada uno. La gestora española Inveready se embolsará 8,7 millones.

A estos casi 750 millones de euros de ‘rendimiento’ de esas acciones hay que sumar lo recibido por la recompra de los títulos. El único que no vende estos títulos con poderes especiales es Meinrad Spenger, que sólo recibe ese ‘interés’. El resto se desprende de esos 1.498 millones de títulos a un precio por acción de 1 euro. Los que más concentraban obviamente eran los fondos internacionales, que sumaban 1.308 millones de participaciones entre los tres. Según apuntan fuentes conocedoras, esta recompra no implica un incremento del precio al que se emitieron y, por tanto, se compran por el mismo valor.

Esta matriz con sede en Londres está controlada por los tres fondos que lanzaron la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Másmóvil en 2020 y la excluyeron de la bolsa. Son KKR, Providence y Cinven. Entre los tres suman el 85% de los títulos en circulación del grupo. Lo hacen bajo un mismo vehículo con sede en Jersey. ¿El resto? José Eulalio Poza, cofundador de Ibercom, y la familia Ybarra mantienen un 5,3% de participación. La gestora de capital riesgo española Inveready tiene un 1,2%.

Hay que recordar que, como avanzó La Información, la matriz había ‘liberado’ 2.000 millones de euros unas semanas atrás. El grupo convertía en reservas distribuibles la prima de emisión por el mismo valor después de haber recibido 1.658 millones de euros del dividendo que le corresponde en base al acuerdo firmado con Orange para la compensación de valoraciones de ambos grupos. La unión se ha aprobado con un reparto de ‘poder’ del 50% aunque las valoraciones no son las mismas. Másmóvil aporta activos con deuda y Orange España, no. Y además ambos tienen valoraciones diferentes por un mayor tamaño del grupo francés. Y eso se resolvió con lo que se conoce en el argot como pago de ecualización.

Lo que no se ha hecho público es el incentivo que se ha repartido entre la cúpula directiva tras la consecución de la fusión con Orange. En el informe anual del ejercicio 2023 se reflejaban los cambios introducidos en el bonus que ahora se ha de desbloquear. Los desembolsos estaban basados en los retornos a la inversión logrados por determinados accionistas. Contemplaban las provisiones para evitar que los directivos se marchasen y éstas fueron eliminadas el pasado 30 de diciembre. Además se aprobó proporcionar un bonus único (’one off’ bonus’) a algunos empleados sujeto a la finalización definitiva de la ‘joint venture’, lo que cancelaría el bonus inicial.

Este bonus sería de 3.800 euros por empleado. Y, según denuncia el sindicato CCOO, se incluye sólo a trabajadores de Másmóvil contratados antes del 1 de febrero de 2021. Ante este contexto han exigido que se extienda al resto de la plantilla del que era el cuarto operador y también de todas las filiales del Grupo Orange. “El bono es nuevo; releva uno anterior cuyas condiciones de devengo no se han cumplido”, asegura la organización, que insiste en que no guarda relación con el cumplimiento de objetivos financieros o “desempeños laborales excepcionales”.

Primeros pasos de Masorange

Al margen de los premios tras culminar la transacción, Masorange ya está dando los primeros pasos. Después de designar a un equipo ejecutivo ‘core’ -conformado por dos miembros de Orange y dos de Másmóvil y que tiene un blindaje de dos años- y de establecer las primeras ‘líneas de mando’, se trabaja en la reorganización laboral. Aún no se ha llevado a cabo una reducción del número de directivos. Además también se está diseñando el traslado conjunto de los equipos a la sede central de Orange en Pozuelo de Alarcón. Estos movimientos deben completarse antes de que arranque la jornada intensiva de verano, prevista a partir del 14 de junio.

Ahora se deberá iniciar la integración de las redes, parte relevante para lograr los hasta 500 millones de euros de sinergias previstas a partir del ejercicio 2027  (que se suman a los 150 millones de tope en sinergias comerciales). El consejero delegado del grupo, Meinrad Spenger, habló de un plan de inversión de 4.000 millones para los primeros tres años. Su homóloga en el grupo Orange, Christel Heydemann, trató de enfriar las expectativas y señaló ante los analistas esta semana en la presentación de resultados que esa cifra era un “máximo” y que se tendría que revisar año a año en los diferentes presupuestos.

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