Un nuevo recorte

Orange saca la tijera: un ERE para 485 empleados, un 15% de su filial principal

El grupo de telecomunicaciones da quince días para constituir la mesa de negociación e iniciar las conversaciones con las organizaciones sindicales.

Jean François Fallacher, consejero delegado de Orange España.
Jean François Fallacher, consejero delegado de Orange España.
L.I.

Orange ejecuta un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que va destinado al 15% de la plantilla de su filial principal en España. En total, un máximo de 485 empleados se verán afectados. La propuesta ha sido comunicada hoy a las organizaciones sindicales, que han mostrado su indignación. La mesa de negociación se constituirá a finales del mes de mayo. La compañía achaca este fuerte recorte de plantilla a la "hipercompetitividad del mercado" y la guerra del low cost.

"Para garantizar la competitividad de la compañía, resulta imprescindible adaptar la operación a estos cambios estructurales", asegura la operadora en un comunicado remitido este mismo viernes. El proceso de despido colectivo deberá desarrollarse durante el mes de mayo y junio. Desde las organizaciones sindicales muestran su rechazo frontal a la medida. 

Tanto UGT como CCOO han sido muy duras en su respuesta ante la medida planteada por la empresa. Desde UGT califican de "vergüenza" y ha culpado a la dirección de que las decisiones que se han tomado no hayan dado resultados. "Nos tendrán enfrente; es la medida más injusta para la plantilla y una declaración de guerra para este sindicato que lleva años de interlocución constructiva en la búsqueda de acuerdos y que ahora esta dirección acaba de dinamitar", asegura en un comunicado. Por su parte, CCOO exige la retirada para estudiar otras medidas alternativas. "Eligen el peor momento posible para cometer esa tropelía; no damos crédito a la falta de humanidad y la completa irresponsabilidad de todo el equipo directivo; tendrán la oposición frontal de CCOO, que tomarán todas las medidas que sean necesarias", asegura.

La medida se circunscribe a la filial principal de Orange, en la que hay en torno a 3.200 trabajadores (se excluyen a la división de distribución, la de los operadores móviles y el telemarketing). El grupo cuenta con una plantilla mayor en España. Según los últimos datos comunicados al regulador francés, en este país tuvieron una plantilla media de unos 7.000 empleados.

Ya el pasado mes de abril, durante la presentación de resultados del primer trimestre, el consejero delegado de la operadora, Jean François Fallacher, abría la puerta a ejecutar un ERE. "No descartamos ningún tema; todo está sobre la mesa; si se llegara a una situación como esa, los primeros en ser informados serían los empleados y los sindicatos", aseguraba. 

Este ERE sería el segundo que la operadora plantea en el último lustro. El último que se llevó a cabo fue en el año 2016, después de que adquiriera la operadora Jazztel por 3.500 millones de euros. Se suma al despido que también planteó Vodafone en España en el año 2019 que afectó a cerca de un millar de empleados.

Ingresos a la baja

Los dos últimos trimestres, la operadora gala ha tenido las mayores caídas de ingresos de la última década. Entre enero y marzo de este año, las ventas de Orange España se contrajeron más de un 7%, debido al 'low cost' y a la caída de ingresos de roaming (conexión de extranjeros a sus redes de telefonía) y del prepago, muy relacionado con la industria del turismo. 

"Esto no tiene visos de cambiar en el corto plazo; este cambio al low cost no va a ser temporal y posiblemente va a durar un tiempo", aseguraba Fallacher. Las previsiones no son especialmente halagüeñas. El grupo comunicó al mercado que mantendrían la caída en los ingresos al menos durante los próximos doce meses.

En plena consolidación

Este nuevo recorte de empleo en el sector de las telecomunicaciones viene en un momento especialmente delicado, con una ola de consolidación clara. La compra de Euskaltel por parte de Másmóvil ha sido el primer movimiento, aunque todo apunta a que no calmará la fiereza comercial del sector y la guerra en el segmento del bajo coste.

La mayor parte de los analistas confirman que habrá más movimientos para reducir el número de jugadores y así rebajar la temperatura. Hoy, según explican fuentes del sector, en torno a la mitad de las altas brutas que se dan en España se ubican en ese 'low cost', con unos márgenes muy estrechos y una mayor infidelidad del cliente, con una mayor cantidad de 'robos' entre las diferentes operadoras.

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