La apuesta de Orange

El coronavirus acelerará el 'low cost' en las telecos tras años de guerra de rebajas

  • La pandemia ha reducido los cambios de operador por el decreto del Gobierno pero todo apunta a que dará mayor protagonismo a propuestas de bajo coste.
Fotografía de archivo: teléfono móvil
Fotografía de archivo: teléfono móvil
Unplash

Febrero de 2020. El primer ejecutivo de Orange en España, Laurent Paillassot, daba una cifra: el 40% de las altas totales en paquetes de fibra y móvil se enmarcaban en el segmento 'low cost'. Esa cantidad se ha disparado en los dos últimos años. Es ahora cuando irrumpe el coronavirus y la consiguiente crisis económica. La mayoría de analistas confirman que servirá como acelerador de esta tendencia. Las operadoras esperan que las estrategias de diversificación y los nuevos servicios vinculados a la conectividad del hogar o el teletrabajo puedan compensar parte de esa posible reducción de ingresos.

Hasta ahora, el mercado español ha vivido un fenómeno: se ha pasado de un 'low cost' sólo para el móvil a otro muy competitivo también incluyendo fibra para el hogar. La consolidación de Másmóvil y la irrupción de otros operadores móviles virtuales como la rumana Digi han ayudado a este giro. Los grandes operadores han puesto a punto sus segundas (y terceras y cuartas) marcas. Vodafone y Telefónica sólo tienen una. Másmóvil y Orange cuentan con varias en ese segmento.

A partir de este momento, la sacudida que supondrá la pandemia del coronavirus en la economía de las familias será significativa. El impacto completo es una incógnita, pero lo que resulta evidente es que las previsiones de todos los organismos señalan a un desplome del Producto Interior Bruto (PIB) y una mayor desconfianza de los consumidores. En este contexto, el sector de las telecos se va a ver afectado. "Se acelerarán tendencias y habrá más gente buscando ofertas de más bajo coste y eso va a tener un impacto negativo en el 'mix' de ingresos", explica Javier Borrachero, analista de Kepler Capital Market. Otros analistas consultados confirman esa misma predicción.

En un informe sobre el impacto del coronavirus en el sector, Deutsche Bank compara la situación actual con la vivida en el año 2012, en plena crisis económica tras el crash de 2008 y con la convergencia (Fusión se lanzó precisamente ese año) en sus primeros pasos. "Los grandes operadores lidiaban con la amenaza de alternativas más baratas, pues los clientes buscaban opciones más baratas", explica. Todo apunta a que sucederá algo similar. Pero, ¿eso hará a esos operadores alternativos, encarnados por Másmóvil, como ganadores? El banco insiste: la portabilidad se va a reducir de manera muy importante en muchos mercados, pues "los clientes probablemente quieran evitar que los ingenieros vengan a su casa a cambiar la conexión fija". ¿Y entonces? Habrá más 'degradaciones' a paquetes más baratos en la misma operadora o un 'viaje' a segundas marcas que no implicarían un cambio de la infraestructura de red. Es decir, se mantendrán clientes, pero éstos podrían tener facturas menos cuantiosas.

Todos rearmándose en el 'low cost'

El contexto del que se parte es el de un mercado marcado por una guerra de descuentos que se desató en el año 2018 tras la salida de Vodafone del fútbol y el intento de Orange y Telefónica por rentabilizarlo. Desde esa fecha, el negocio minorista global de los cuatro grandes grupos se ha rebajado en torno a un 2%, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Pero no es el único factor determinante. También se encuentra el reposicionamiento de muchas operadoras, precisamente para abrir sus puertas a propuestas de bajo coste y tratar de prepararse ante una nueva oleada. El caso de Orange es el más significativo. Anunció el pasado mes de febrero, antes del estallido de la crisis en España, que planteará ofertas de fibra y móvil para dos de sus marcas de ese segmento (República Móvil y Simyo), que se sumarán a Amena"Nos falta nuestra cuota de captación en este mercado", advertía su consejero delegado, Laurent Paillassot.

Másmóvil, por su parte, va a tener una necesidad clara de crecer después de que durante casi dos meses se mantenga suspendida la portabilidad fija en el mercado por decreto del Gobierno -se mantendrá mientras esté el estado de alarma-. Muchos de los analistas advierten de que logrará menos altas netas, precisamente por ese parón de la portabilidad (Barclays recuerda que al menos el 50% de sus ganancias netas de clientes de banda ancha procedían de otras compañías). Por su parte, Vodafone mantendrá su giro hacia este segmento que ya inició tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Mientras, Euskaltel también atacará a esta parte baja del mercado cuando lance Virgin, que debía ser en este segundo trimestre, algo que no va a ser sencillo por el calendario.

Telefónica también ha vivido esa potenciación del 'low cost'. En los últimos trimestres, la velocidad a la que está creciendo O2 -con varias propuestas más económicas de fibra y móvil- ha hecho que el reparto de su negocio esté cambiando significativamente. Ese 'mix' se ha polarizado siendo su segmento más bajo (con un precio entre 50 y 75 euros) el que más ha crecido hasta convertirse en el 43% de todos los clientes a finales del año pasado. Esa categoría representaba once puntos porcentuales menos haca tan sólo año y medio. Por ejemplo, entre los riesgos que señalaba Barclays en su informe del sector se situaba precisamente el cambio en el 'mix' de ingresos.

Telefónica y el premium

Aún así, tanto este banco como otros analistas señalan que sigue manteniendo una posición clave en el segmento de más valor. "Vemos su base de clientes premium, que debe ser menos sensible a una ralentización económica, y su menor exposición al segmento empresas que sus competidores [en Europa] como defensivo", apunta la entidad. El bien preciado para la operadora es ese: el 30% de sus contratos firmados en España por consumidores tienen un precio de entre 114 y 194 euros, según sus propias cifras. Pero, precisamente ante el riesgo de que haya una 'degradación' de esos clientes hacia opciones más económicas, la compañía ha cambiado su estrategia seguida hasta ahora. Este mismo lunes ha anunciado una mejora de todas sus tarifas más caras con datos ilimitados, pero sin ningún coste adicional. Se trata de un movimiento defensivo para blindar ese tesoro en un momento tan delicado.

Con todo, las operadoras confían en que el recorte sea menor y que su estrategia de diversificación, mantenida durante los últimos trimestres, gane importancia. La servicios financieros digitales o la conectividad en el hogar (alarmas, internet de las cosas...) son su gran 'esperanza blanca'. A esto se suma lo que podría suponer la digitalización de las empresas y el teletrabajo en nuevos servicios. En el otro lado se encuentran los problemas de impagos en pequeñas empresas y autónomos en problemas. Los próximos meses serán claves.

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