A la espera de la Covid-19

Pallete busca nuevos usos para oficinas desocupadas en Distrito C de Telefónica

Las medidas de flexibilidad para la plantilla, con teletrabajo y la prueba de la jornada de cuatro días, llevarán a una menor carga en espacios de Las Tablas. La compañía quiere centrarse en proyectos internos.

Telefónica
Telefónica estudia posibles usos para espacios vacíos en Distrito C en Las Tablas (Madrid).
Europa Press

Telefónica se convirtió en una de las pioneras de la flexibilidad laboral en el Ibex 35 después de firmar la prórroga del convenio colectivo para más de 18.000 empleados. Ese acuerdo con los sindicatos desembocó en un blindaje del teletrabajo dos días por semana y del trabajo en remoto y la puesta en marcha de una prueba para la jornada semanal de cuatro días. Estas medidas, junto con la reducción progresiva de la plantilla mediante el plan global de prejubilaciones y las salidas incentivadas en el corporativo, implicarán también una menor necesidad de espacio físico de trabajo en la sede principal de la operadora en Las Tablas (Madrid). Ahora, el grupo busca un destino interno (sin alquiler ni venta) para esas oficinas que quedarán desocupadas allí. Todos estos movimientos están supeditados a este nuevo incremento de los casos de coronavirus, pues podría retrasar la vuelta a la 'normalidad' este verano.

Hasta ahora, la rebaja en la ocupación del llamado Distrito Telefónica, que se inauguró en el año 2008 con una superficie total de 370.000 metros cuadrados, se ha ido dando de manera progresiva ante el recorte sistemático de la plantilla. Sólo entre los dos planes de prejubilaciones han salido desde el año 2016 casi 9.000 empleados en toda España, de los que un porcentaje significativo se ubicaban en Distrito. Esto llevó, por ejemplo, a alquilar el edificio Norte 3, de 11.000 metros cuadrados, a la escuela de programación 42, que aterrizó en el año 2019.

A partir de este año 2021, esa reducción de personal por bajas incentivadas no es el único factor que tendrá peso. También estarán esas medidas de flexibilidad. Aún no hay cifras cerradas, pero lógicamente los dos días de teletrabajo y la potencial jornada de cuatro días implicará más huecos en las oficinas. Esto acarreará una reestructuración de algunos de esos puestos con la que se reduciría la dispersión entre las diferentes instalaciones. Como ha sucedido en otras compañías, se trabaja también para la gestión de puestos de trabajo no fijos que facilite esa reorganización, tal y como explican fuentes sindicales.

En este plan para ocupar esos espacios hay algo que puede alargar los plazos y es la pandemia del coronavirus. Aún no queda claro cómo será la vuelta al trabajo y finalmente cuántos de los empleados se acogerán definitivamente al teletrabajo y a las diferentes medidas de flexibilidad. El incremento importante de los casos positivos, que ha llevado el nivel de incidencia a 469 casos en 14 días, está afectando de lleno y puede obligar a poner en pausa algunas de las medidas y la vuelta al trabajo.

13 edificios

De los 13 edificios, dos en la zona norte ya quedaron desocupados (uno de ellos iba a ser vendido pero finalmente se cedió a 42). Previsiblemente habrá más. En este contexto, la empresa busca de qué manera ocuparlos. En principio, según ha podido saber La Información, no hay ninguna intención de abrir estas instalaciones a otras empresas, como se llegó a plantear en el pasado, tanto por medio del alquiler como de la venta. El fin es centrarse en proyectos internos a los que darles una mayor proyección. Un ejemplo es el movimiento que se ha dado con el nuevo Laboratorio de Tecnología y Automatización que amplía la potencia del que estaba ubicado en la madrileña calle Almagro trasladándose a uno de los edificios de Distrito.

Esa reubicación de proyectos o servicios que están deslocalizados en Madrid y trasladarlos a Distrito es una de las opciones que están sobre la mesa. En el último lustro, la operadora ha ido vendiendo varios edificios en la capital. Uno en el barrio de Argüelles por unos 25 millones de euros; otro cerca de la conocida Plaza de España por unos 32 millones, y su antigua sede en la calle Ríos Rosas por 150 millones de euros. El pasado año hizo lo mismo en un complejo de oficinas de Julián Camarillo de 10.000 metros cuadrados por 22,5 millones.

Espacio por doquier

El Distrito Telefónica -que recibió el nombre de Distrito C en sus inicios- se inauguró en el año 2008 después de más de tres años de trabajos de construcción en una superficie de 370.000 metros cuadrados. El objetivo no era otro que unificar sus principales sedes en estos terrenos, con una inversión total de más de 500 millones de euros. La mudanza de miles de empleados repartidos en decenas de sedes dejó vacías muchas de éstas. La mayoría fueron vendidas para financiar una parte de la inversión.

Este reto de la gestión del espacio de trabajo de las grandes corporaciones en este mundo 'post-pandemia' también lo están viviendo otras multinacionales con un marcado acento del teletrabajo en sus rutinas. Las grandes compañías tecnológicas en San Francisco (Estados Unidos) han tenido que llevar a cabo amortizaciones exprés de cientos de millones de euros y, sobre todo, planes para tratar de atraer inquilinos con los que tratar de hacer frente a los costes. Una de las últimas que lo comunicó fue Airbnb que en los resultados del primer trimestre del año registró un deterioro de 113 millones de dólares "relacionado con el espacio de oficinas en San Francisco que consideramos que ya no es necesario".

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