Cuando haya concluido este año más de 33.000 mujeres habrán sido diagnosticadas de cáncer de mama. Los avances en la investigación y la prevención -que permite detectarlo cada vez con más tiempo y poder tratarlo- han sido claves para que la tasa de supervivencia sea muy elevada en este tipo de tumores. La de hoy es la historia de una niña que nació en Velletri (a unos cuarenta kilómetros de Roma) de madre italiana y padre checo. Una niña curiosa, que vivió muy de cerca el cáncer –su madre estuvo de hecho enferma- y que se puso como meta estudiarlo y combatirlo.
Hoy esa niña es una mujer que lleva más de veinte años dedicados a ese fin y que tirando de esfuerzo y empeño ha logrado desarrollar un fármaco para tratar todo tipo de cánceres que está actualmente en fase de ensayo clínico. Es Laura Soucek, científica, docente y CEO de Peptomyc. Esta biotecnológica es una escisión del Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y de la Fundación ICREA, la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados.
La firma cerró a finales de 2020 una ronda de financiación de 11,4 millones de euros liderada por el fondo de capital riesgo italiano Aurora Science. Con ella buscaba financiar el ensayo clínico que inició a principios de este año con Omomyc, un tipo de molécula que se introduce en las células y ataca a la oncoproteína Myc. Laura Soucek la ha estudiado durante más de dos décadas y sus hallazgos han revolucionado el modo de combatir la enfermedad y desarrollar tratamientos. Nadando a contracorriente de lo que las investigaciones habían hecho hasta la fecha, esta científica de origen italiano se puso como meta inhibir esta proteína, algo que para muchos otros colegas era misión imposible, casi una locura.
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