Acuerdo para final de año

Reintel (Redeia) irrumpe por sorpresa en la pugna por la futura 'teleco' de Adif

Además de la filial del grupo que preside Beatriz Corredor, Cellnex, Lyntia, Axion, Phoenix, Vantage Towers y la australiana BAI también han presentado ofertas al operador ferroviario.

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor
La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor
Red Eléctrica

Reintel, filial de Redeia (antigua Red Eléctrica), ha irrumpido por sorpresa en la pugna por la 'teleco' de Adif, según fuentes financieras consultadas por La Información. La compañía que preside Beatriz Corredor ha sido la última en incorporarse a una batalla que comenzó hace unos meses, cuando el operador ferroviario lanzó la búsqueda de un socio industrial que le acompañase como copiloto en la explotación de su negocio de fibra e infraestructuras de comunicaciones. 

Además de la filial de Redeia, los candidatos que finalmente han presentado sus propuestas son Cellnex, Lyntia, Axion (en manos de Asterion), Phoenix, Vantage Towers (controlada por Vodafone) y la australiana BAI. Según las mismas fuentes, no es posible descartar la aparición de nuevos candidatos. Se trata de un trabajo muy particular en el que Adif trabaja de la mano de la entidad pública Inecoadscrita al Ministerio de Transportes.

El grupo que preside María Luisa Domínguez no ha abordado la operación como un proceso competitivo al uso, sino a modo de licitación previo trámite de consulta pública en el que los distintos candidatos han podido trasladar sus propuestas y consideraciones. El objetivo es tomar una decisión antes de final de año. Tanto Redeia como Adif han rechazado hacer comentarios ante las preguntas de La Información.

Hay mucho en juego para Reintel en esta carrera. Redeia cerró el año pasado la venta de un 49% de su filial de telecomunicaciones al fondo KKR por 996 millones de euros. Con esta operación, la matriz logró poner en valor este negocio y armarse con potencia de fuego para asegurar la ejecución de un ambicioso plan inversor. El precio al que se firmó la transacción supone valorar Reintel en más de 2.000 millones, alrededor de 19 veces ebitda

El elevado múltiplo que pagó el fondo norteamericano por la filial de Redeia se justifica, en buena medida, por los derechos de uso y gestión que posee Reintel sobre la red de fibra óptica de Adif -unos 16.000 kilómetros-. Esta alianza arrancó en 2014 y fue renovada por última vez en 2020, hasta 2034. Pero Adif ha avisado a su socio que no volverá a renovar automáticamente el contrato llegado el momento de vencimiento. 

Reintel busca seducir a Adif con una propuesta que le permita blindar sus derechos de explotación de la fibra del gestor ferroviario más allá de 2034

El problema aún queda lejos, pero en el sector de las telecomunicaciones los inversores calibran a largo plazo. El final del citado contrato podría poner al nuevo accionista de referencia de Reintel en un aprieto en el momento de su salida del capital, una vez culmine su ciclo inversor. Sin el 'colchón' de este acuerdo, es probable que futuros compradores se resistan a mejorar la apuesta de KKR, según apuntan desde el sector. El fondo de capital riesgo no es ajeno a esta realidad.

En su irrupción en el concurso organizado por Adif, Reintel habría tenido en cuenta esta circunstancia. Según fuentes internas al proceso, la filial de la antigua Red Eléctrica ha planteado una propuesta a la empresa estatal por la que Reintel aportaría sus activos a la futura alianza, lo que serviría al operador ferroviario para acelerar sus planes de negocio en este ámbito. 

A cambio, Reintel trata de asegurarse la continuidad de un acuerdo que, al igual que el que firmó en 2014, le garantice la explotación en régimen de monopolio de la fibra presente y futura de Adif. Y, de paso, blinde su valoración a ojos del mercado.

Adif ya ha empezado a analizar las siete propuestas que tiene sobre la mesa. La idea es optar bien por un modelo de gestión público-privada, bien por la cesión del negocio a cambio de una retribución previamente acordada. Lo que sí está claro es que, dado el apetito que ha suscitado la puja, Adif no lo tendrá difícil para escoger la opción que garantice al Estado una mayor rentabilidad.

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