El camino de la transición energética

REE afronta una explosión eólica y solar que rompe todos los registros históricos

La producción eólica alcanza en lo que llevamos de 2021 la producción de electricidad más elevada de los últimos 15 años con 18.014 GWh generados.

Imagen de placas solares y energía eólica
Imagen de placas solares y energía eólica
EP

El domingo 21 de marzo, Red Eléctrica de España (REE), el guardia de tráfico del sistema eléctrico, registró un dato para la historia: la generación solar alcanzó los 10.255 megavatios (MW) de producción instantánea a las 13:37 horas. Cubrió el 37,3% de la demanda peninsular. El récord, en un mes que no es el más soleado del año, es una avanzadilla de lo que está por venir en el sistema. Las energías renovables rompen todas las marcas desde que hay registros. El último dato que está a punto de hacer público REE se refiere a la electricidad generada en parques eólicos: entre el 1 enero y el 25 de marzo, la generación eólica alcanzó  18.014 GWh. En un solo día, el 23 de enero, esta tecnología aportó 413 GWh  al mix de producción nacional. Es la cifra más alta desde que se cuenta con registros (2007).

Las condiciones climatológicas del primer trimestre han aupado a los molinos de viento al podium. Produjeron un 33% más de energía que en el mismo periodo de 2020 y se convirtieron en la primera fuente de generación (28,4%), desbancando a las nucleares. Los parques eólicos contribuyeron a establecer nuevas marcas. Hasta el 25 de marzo de este este año, más de la mitad de la producción nacional de electricidad (54,6 %) ha sido de origen renovable. Las renovables en su conjunto generaron 35.000 GWh, un 29 % por encima de las cifras del primer trimestre de 2020.

El futuro se ha convertido en presente y ha echado por tierra las teorías, aún cercanas, que pronosticaban una digestión imposible de las renovables en el corto plazo. El camino está trazado. Según datos recopilados por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la potencia instalada en España de energía eólica alcanza ya los 27.446 MW. Solo en 2020, y a pesar de la pandemia, se instalaron un total de 1.720 MW . El resultado es que España es el segundo país europeo por potencia eólica instalada tras Alemania, con 1.267 parques eólicos y 21.431 aerogeneradores. Unas cifras de mareo que adelantan nuevas marcas.

La explosión verde plantea un doble reto para el gestor de la red: la gestión de un caudal renovable en continuo crecimiento y la obligación de extender y mantener la red de distribución, que suma más de 44.000 kilómetros de líneas de alta tensión y 5.500 posiciones de subestaciones. Se trata de encauzar sin problemas la incorporación prevista en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de 6.000 MW renovables anuales durante los próximos diez años.

Para digerir la explosión renovable, el plan estratégico presentado por REE contempla una inversión de 2.846 millones de euros en el desarrollo de una red de transporte "robusta, inteligente y cada vez más interconectada"; 411 para diseñar, construir y operar infraestructuras almacenamiento, y 92 para nuevos sistemas para la operación y desarrollo de sistemas de control. En todas sus intervenciones públicas, la presidenta de REE, Beatriz Corredor, ha destacado que  las renovables, el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático son el eje de todos los planes de la compañía.

En la labor de operación del sistema eléctrico de REE hay un punto clave, el Centro de Control de Energías Renovables (CECRE). El centro se encarga de controlar la producción de las instalaciones de renovables para evitar posibles problemas. La compañía destaca que se trata del "único centro de control del mundo para la integración segura de energías renovables". Y funciona. Según la empresa, la sucesión de récords, que continuará, no ha provocado incidencias.

El CECRE gestiona y controla las instalaciones o agrupaciones de generación renovable mayores de 5 MW. Recibe, cada 12 segundos, información en tiempo real de los centros de generación renovable. Todos los datos son analizados para comprobar qué cantidad de energía renovable puede integrarse en cada instante en el sistema eléctrico sin afectar a la seguridad del suministro. En caso de detectarse situaciones inadmisibles en el sistema, emite órdenes de limitación de producción. Hasta ahora, todo ha funcionado.

El aumento de la potencia eólica instalada se da en todo el mundo pese a la crisis desatada por la Covid 19. La carrera por el control de emisiones limpias empuja la inversión. La industria eólica mundial cerró 2020 como el mejor año de su historia, con un total de 93 gigavatios (GW) de nueva capacidad instalada, lo que representa un incremento del 53%. Pese a ello, el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) ha advertido de que tal crecimiento no es suficiente para asegurar que el mundo alcance el cero neto de emisiones para el año 2050.

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