Tras el 'divorcio' de SNCF, la compañía ferroviaria española Renfe ha dado el pistoletazo de salida este lunes a las pruebas de sus trenes AVE que circularán entre España y Francia. La empresa iniciará antes del verano su servicio de alta velocidad en el país vecino con los trayectos Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella.
Este primer recorrido se ha iniciado desde Barcelona Sants con paradas intermedias en Girona, Figueres-Vilafant, Perpinyà, Narbona, Montpellier, Nimes, Valence y ha llegado a mediodía a Lyon. Las pruebas iniciadas este lunes se conocen en el argot ferroviario como 'marchas en blanco' y consisten en reproducir las características del servicio comercio para demostrar la solvencia de la operación.
El centro de operaciones se ubicará en Barcelona y, para poder iniciar el servicio, Renfe ya cuenta con los primeros maquinistas habilitados y el resto, hasta tener la plantilla óptima, lo harán durante las próximas semanas. El personal de intervención también ha recibido la formación y habilitación necesaria.
Renfe ya ha recibido el certificado de seguridad para los trayectos desde Perpinyà hasta Lyon y Marsella y la compañía tiene previsto definir un plan de transportes progresivo hasta alcanzar las 28 circulaciones semanales. Renfe tiene como objetivo poner en macha estos nuevos servicios de AVE antes del verano, después de que el operador francés SNCF rompiera el acuerdo que tenían para operar rutas entre ambos países.
La compañía española ha iniciado, además, los trámites para abrir una sucursal en Francia, con lo que sigue trabajando para conseguir el certificado de seguridad para operar en toda Francia. Renfe ha asegurado que el mercado doméstico "no se ha resentido" con la decisión de SNCF.
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