Los viajeros deberán transbordar

La reforma de Chamartín cortará por un año varias líneas de Cercanías Madrid

El corte se alargará hasta final de año, afectando a las líneas que parten desde Aranjuez, Parla, El Escorial, Colmenar Viejo y Alcobendas. Afectará a uno de los túneles que unen Chamartín y Nuevos Ministerios. 

Estación Chamartín Madrid
Estación Chamartín Madrid
Archivo

Los servicios de Cercanías de Madrid asumen su mayor reto en 34 años de historia. La reforma de la estación de Chamartín requiere de obras incompatibles con la explotación ferroviaria, y desde el 4 de febrero hasta finales del año 2023 se cortará uno de los dos túneles que conforman las arterias principales de la red de trenes de la capital y que unen la estación de Atocha con la situada en la zona norte. 

Concretamente, el corte a realizar afecta al tramo entre Nuevos Ministerios y Chamartín, por donde circulan líneas que recorren la Comunidad de Madrid de norte a sur. Se trata de la línea C-3 entre Aranjuez y El Escorial, y la línea C-4, los más utilizados de la red madrileña, que recorren el trayecto entre Parla y Cantoblanco, desde donde los trenes dividen su recorrido hacia Colmenar Viejo o Alcobendas-San Sebastián de los Reyes. 

Para hacer frente a estas obras, Renfe ha previsto un plan de transportes alternativo que modifica los servicios de Cercanías. La línea C-3 se dividirá en dos líneas: una entre Aranjuez y Atocha, y otra entre El Escorial y Chamartín, trenes que posteriormente continuarán su recorrido hacia Alcalá de Henares y Guadalajara previo paso por Recoletos y Atocha, convertidos en servicios de la línea C-2. De forma similar, la línea C-4 también se dividirá en dos rutas: Parla-Nuevos Ministerios (dando servicio a la estación de Sol) y Chamartín-Cantoblanco-Alcobendas/Colmenar Viejo.

La operadora pública asegura que durante estas obras se aumentará el número y la capacidad de los trenes en un 15% más de servicios y 6% más de plazas, unas 40.000 más de las habituales. Para informar de todos estos cambios ha contratado a 157 personas que se suman a las 550 que ya trabajan en el servicio ferroviario, además de poner en marcha una campaña de información con vinilos en los trenes, reparto de dos millones de folletos, mostradores de información o cartelería específica en estaciones. 

Por su parte, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el Ministerio de Transportes defienden que la interrupción del servicio en el túnel de Sol era la única opción, dado que los trabajos a realizar eran "incompatibles con la explotación ferroviaria". Entre las actuaciones a ejecutar se realizarán cimentaciones muy próximas a las vías o se instalarán vigas de grandes dimensiones sobre los andenes. En cuanto a los trabajos en las vías, Adif montará nuevos aparatos en las vías 1 a 6 de la estación, actualizará el enclavamiento y acondicionará los andenes 1, 2 y 3 con el fin de asegurar un "sistema más robusto".

Todo ello, con el fin de ampliar el vestíbulo actual de la estación y dotarlo de una nueva pasarela peatonal de 2.300 metros cuadrados de superficie que amplíe el espacio disponible para los viajeros de Cercanías. También se reforzarán las estructuras de la estación para adecuarlas a la futura plaza urbana que está proyectada. A todo esto se suma la exigencia de los plazos, ya que la actuación está financiada por los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y tienen un plazo determinado para ejecutarse. 

Una vez finalizadas las obras, la estación podrá gestionar hasta un 30% más de viajeros diarios sólo para Cercanías, algo que se consigue con nuevos flujos de conexión entre Alta Velocidad y Metro, como el nuevo vestíbulo bajo las vías de cercanías que se inaugurará en el mes de febrero. La inversión pública total asciende a 326 millones de euros y se enmarca en el proceso de transformación radical de esta infraestructura, pieza clave de la operación Madrid Nuevo Norte

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