Hasta 2027

Galán sumará 21 años como presidente de Iberdrola con el apoyo "masivo" de la junta

Fue nombrado en 2006 y continuará en el cargo hasta cumplir los 76 años, aunque desembarcó en la eléctrica en 2001 como vicepresidente ejecutivo y CEO. Su principal objetivo ahora es cerrar la compra de PNM Resources.

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
Galán suma 21 años al frente de Iberdrola con el apoyo mayoritario de la junta.
La Información

Ignacio Sánchez Galán continuará como presidente de Iberdrola hasta los 76 años y sumará 21 años de mandato. El directivo ha conseguido el apoyo "masivo" a su reelección en la junta general de accionistas que la eléctrica ha celebrado este viernes en Bilbao, con un quórum de participación cercano al 72% y un apoyo del 98% a todos los puntos del orden del día. Continuará así como líder del grupo hasta al menos 2027.

Sánchez Galán, que ha estado arropado en la junta por el presidente de Qatar Investment Authority (QIA), Sheikh Abdulla bin Mohammed bin Saud Al-Thani, ha llegado al encuentro con los accionistas tras que Iberdrola haya disparado un 40% el beneficio en el primer trimestre, hasta los 1.485 millones de euros, pese a incluir un impacto negativo de 216 millones de euros por el impuesto energético del Gobierno. Tras estos resultados, los accionistas han aprobado una retribución complementaria de 0,31 euros brutos por acción, lo que supondrá una remuneración de 0,49 euros brutos por título a cargo de los resultados de 2022, año en el que rompió todas las previsiones con un beneficio récord de 4.339 millones.

Iberdrola, primera eléctrica europea y segunda del mundo en capitalización, prevé destinar más de 11.000 millones de euros a retribuir a sus accionistas entre 2023 y 2025. Bajo su nuevo plan estratégico, que presentó en noviembre, la energética estima que el dividendo crecerá en línea con el beneficio neto, representando el 65-75% de 'pay-out', con una estimación de alcanzar entre 0,55-0,58 euros por acción en 2025, con un suelo de 0,46 euros en 2023-24 y 0,50 euros en 2025, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.

"Para 2025 prevemos realizar 12.000 nuevas contrataciones y seguir haciendo de nuestra plantilla un referente en igualdad, diversidad e inclusión. Nuestras compras a proveedores alcanzarán los 50.000 millones de euros en estos tres años, crearán aún más oportunidades de empleo en nuestros miles de proveedores y generarán miles de millones en contribución fiscal que se añadirán a los más de 20.000 millones de euros que prevemos aportar nosotros a las arcas públicas", ha dicho Sánchez Galán.

Llegó a Iberdrola en 2001

Los accionistas de la compañía aprobaron la reelección de Sánchez Galán como presidente por última vez en la junta de 2019 por cuatro años. Desembarcó en la eléctrica en 2001 como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado y, desde 2006, ha ocupado los cargos de presidente y CEO, pero la sorpresa saltó en octubre del año pasado cuando el consejo de administración de la energética acordó separar los cargos de presidente ejecutivo y de consejero delegado, cargo para el que se nombró a Armando Martínez y al que Sánchez Galán ha mostrado todo su "apoyo" en la junta.

Institutional Shareholder Services (ISS) y Glass Lewis han allanado el camino para la cita de este año tras recomendar que se vote a favor de la continuidad del ejecutivo, tal y como ha publicado La Información. El fondo soberano de Catar es el principal accionista de Iberdrola con una participación en el capital social del 8,69%, seguido de BlackRock y Norges Bank con un 5,16% y un 3,36%, respectivamente.

Uno de los principales objetivos de Sánchez Galán es cerrar la compra de la estadounidense PNM Resources en los próximos meses. El presidente de Iberdrola obtuvo una retribución total de 13,06 millones de euros en 2022, según el informe anual sobre remuneraciones de la compañía. En concreto, cobró un salario de 6,35 millones, un 1,26% más que el ejercicio anterior; de esa cantidad, 2,25 millones correspondieron a su sueldo, 3,25 millones a la retribución variable y 567.000 euros a la remuneración como presidente del consejo de administración.

Por otro lado, la junta también ha dado luz verde a las reelecciones de María Helena Antolín como consejera externa, de Manuel Moreu, Sara de la Rica y Xabier Sagredo como consejeros independientes y de Armando Martínez como consejero ejecutivo. Asimismo, ha votado a favor de mantener el número de miembros del consejo en 14. La compañía también ha propuesto por segundo año consecutivo un dividendo de involucración, por el que Iberdrola abonará una cantidad adicional a todos sus accionistas con derecho a participar en la junta. 

El orden del día contemplaba 22 propuestas de acuerdo en total, entre las que también destacaba modificaciones en los estatutos sociales, que tienen como objetivo "reforzar la estructura societaria del grupo para una gestión más eficiente de los riesgos y de dotar de pleno reconocimiento estatutario al sistema de cumplimiento de la sociedad y de cada una de las sociedades del grupo Iberdrola", según ha explicado la propia empresa.

Iberdrola ha completado ya su plan de rotación de activos anunciado en el 'Capital Markets Day' de noviembre con el fin de apoyar el plan de inversión récord de 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025. Destinará aproximadamente 27.000 millones de euros a redes eléctricas a nivel mundial, lo que permitirá aumentar el valor de los activos de redes gestionados por la compañía a 56.000 millones de euros en los próximos tres años. Además, dedicará unos 17.000 millones de euros al negocio de renovables, en el que prevé incrementar su cartera en más de 12.000 megavatios (MW) renovables -ya supera los 40.000 MW en todo el mundo. 

En lo que respecta al beneficio neto, espera alcanzar los 5.400 millones de euros para el final del periodo. Asimismo, durante el día del inversor también reafirmó sus perspectivas para 2030, impulsadas por el crecimiento en todos los mercados y la aceleración de la electrificación, con unas inversiones de 65.000 a 75.000 millones de euros entre 2026 y final de década, con el fin de superar los 100 gigavatios (GW) de capacidad instalada y los 65.000 millones de euros en activos de redes.

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