Ante la junta de finales de mes

Sánchez impone una tregua en Indra y Amber ralentiza su plan de compras

Moncloa no quiere más cambios bruscos tras la sacudida en la junta de junio, lo que frena más movimientos en la cúpula. El fondo alaba la gestión de Abril-Martorell y despierta suspicacias en la Sepi.

Pedro Sánchez con el presidente de Indra, el socialista Marc Murtra
Pedro Sánchez con el presidente de Indra, Marc Murtra
Moncloa

Moncloa quiere calmar las aguas en Indra, después de meses de convulsión tras la salida de seis de los siete consejeros independientes entre ceses, dimisiones y no renovaciones. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido una tregua en la compañía semipública y estandarte del sector español de la defensa. Con la reconstrucción del consejo de administración ya pactada -en una lista que generó más tensiones internas- y con la sombra de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) menos oscura, entienden que el grupo presidido por Marc Murtra se debe concentrar en los numerosos proyectos que hoy tiene entre manos y en la potencial consolidación de este mercado.

Esa advertencia tuvo un destino: Amber Capital. Según explican fuentes conocedoras, el propio Sánchez se la transmitió al fundador de la gestora y su principal ejecutivo, Joseph Oughourlian, durante la visita que el presidente hizo a Nueva York para la apertura del periodo de sesiones de la Asamblea de la ONU y que aprovechó para reunirse con los principales fondos de inversión estadounidenses, entre los que estaban Providence, KKR, JP Morgan o Carlyle. Hay que recordar que el inversor de origen armenio fue el brazo ejecutor de la sacudida en la junta general del pasado mes de junio, que desembocó en la salida de los consejeros independientes y la investigación de la CNMV por una potencial acción concertada.

La gestora de fondos no se conforma con la situación actual: una presidencia no ejecutiva de Marc Murtra, junto con un puesto de consejero delegado del antiguo hombre fuerte de Fernando Abril-Martorell. Y un consejo de administración con una nueva hornada de independientes configurada principalmente por Ignacio Martín, 'jefe' de los independientes nombrado por Abril-Martorell que sustituyó a Terol y que renunciará a finales de este mes, y con una participación más o menos activa del propio Ignacio Mataix. El fondo fue claro cuando introdujo 'in extremis' los ceses en la junta general de accionistas: "Las circunstancias que han ocurrido en el órgano de administración en los últimos tiempos hacen aconsejable desde el interés social que el consejo pueda hacer una reestructuración más amplia, con la finalidad de dar una mayor cohesión y estabilidad".

Prueba de su intención de seguir sacudiendo el tablero son las declaraciones del propio Oughourlian durante un desayuno informativo hace dos semanas. El también presidente de Prisa se deshizo en halagos hacia Abril-Martorell, del que dijo que "le ha dado la vuelta a esa compañía de manera espectacular". "Para mí es un modelo, me gustaría hacer lo mismo o una décima parte de lo que él hizo en la compañía", aseguró. Estas palabras representaron un jarro de agua fría para la propia Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y el Gobierno, que fueron precisamente los que forzaron la salida del ya expresidente en mayo de 2021 al comunicarle que habían "perdido la confianza en él" y que buscaban un relevo. Esto desembocó en una pelea interna que acabó en un cese que costó a las arcas de la empresa más de 6 millones de euros entre indemnizaciones y el pacto de no concurrencia.

Oughourlian se deshizo en halagos hacia Abril-Martorell, expresidente de Indra cuya salida fue forzada por el Gobierno y la Sepi ante la "pérdida de confianza"

La Sepi, en la que existen diferentes sensibilidades, no está por la labor de que se produzcan más cambios de calado en la cúpula de la compañía, pese a que en el pasado pudiera haber diferencias significativas con el hoy primer ejecutivo de la empresa quien, a la postre, se ha convertido en uno de los grandes ganadores de esta pugna. El consejero delegado se ha mantenido en el puesto pese a las presiones que se produjeron hace meses -y que acabaron con la salida de Cristina Ruiz como co-CEO responsable del área de tecnología-. Y ha ejercido como tal. No sólo con la carta enviada a la plantilla para calmar los ánimos tras la crisis de gobierno causada por la junta de junio. También en otros actos públicos.

Amber ha ralentizado su plan de compras. Como inversor extranjero, tiene la obligación de comunicar al milímetro su posición tras las adquisiciones. Hizo una primera adquisición a mediados del mes de septiembre hasta llegar al 5,1%. Se ha quedado ahí. Su aspiración, como avanzó La Información, es al menos superar el porcentaje necesario para poder solicitar un representante en ese consejero. Pero no queda claro que vaya a alcanzar ese casi 10% para el que logró la autorización del Gobierno de Sánchez.

Amber ha puesto mucho sobre la mesa en esta operación. En el caso de Sapa, el fabricante vasco que ejerce de segundo 'aliado' de la Sepi en la compañía, el 5% que ha adquirido -valorado en su momento en más de 90 millones de euros- se ha pagado a través de un derivado financiero contratado con Deutsche Bank que le da una participación directa de apenas el 0,5%. La gestora de Oughourlian compró títulos directamente hasta llegar al 4% con un precio que rondó los 75 millones. Posteriormente pidió permiso para llegar hasta el 9,9% al Ejecutivo. Luego sumó otra cantidad millonaria hasta llegar al 5,1% actual.

Hoy existen muchos retos por delante para la compañía. El Gobierno ha cumplido con su promesa ante la OTAN de elevar el gasto militar un 8,4% si se incluyen los fondos europeos, a lo que sumará 4.900 millones de euros de los programas especiales de modernización. Habrá más dinero público. Y la compañía debe concentrarse en la cobertura de todos esos proyectos con personal ante una preocupante rotación que ha llevado, según explicaban fuentes internas, a retrasos y a renegociaciones. Y en ese escenario, con la CNMV guardando silencio y sin mover ficha en su investigación, desde el Gobierno no quieren más sacudidas. Al menos por ahora.

Mostrar comentarios