Los flecos de la ruptura con Botín frenan a Allianz en la puja por aliarse con BBVA

  • El grupo alemán, favorito para convertirse en socio asegurador del banco, aún no ha ingresado los 1.000 millones por terminar su alianza con Popular.
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, durante el curso de la Apie y la UIMP en Santander.
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, durante el curso de la Apie y la UIMP en Santander.
APIE - Archivo

Una vez que Allianz alcanzó el pasado verano un acuerdo con Banco Santander para romper el acuerdo con Banco Popular en materia de seguros, el grupo asegurador alemán se convirtió en el principal favorito para convertirse en el nuevo socio de BBVA, el único gran banco que no posee una gran alianza en banca-seguros y que el año pasado contrató los servicios de Bank of América para explorar las distintas alternativas estratégicas a su alcance en este área del negocio.

Fuentes financieras, no obstante, recuerdan que Allianz aún no tiene en caja los 936 millones de euros que Banco Santander se comprometió a abonarle antes del cierre del primer trimestre de 2020 como compensación por romper la alianza con Popular. Esta situación está contribuyendo a dilatar los plazos de una operación que destaca por su complejidad a la hora de definir el perímetro, pues no solo afecta al negocio de seguros de BBVA en España y México, sino también al de otras geografías en Latinoamérica, como Colombia y Argentina, según reconoció el banco a principios de mes a la CNMV.

La aseguradora alemana, en cualquier caso, no es el único candidato a forjar la nueva alianza del BBVA, pues el grupo americano Liberty, que en 2012 cerró un acuerdo con el banco azul para vender en su red de oficinas seguros de automóvil en régimen de coaseguro, también está en liza. En la fase de 'due diligence' la italiana Generali dio un paso atrás y se retiró de la puja, mientras que Mapfre, que tiene acuerdos con Santander y Bankia, habría desechado esta operación.

BBVA quiere mantener el control 

Otro escollo importante en las negociaciones es que el banco que preside Carlos Torres no quiere ceder el bastón de mando a la hora de gestionar su negocio de seguros. En concreto, según las fuentes consultadas, la intención de BBVA pasa por mantener el 'último metro'; es decir, el contacto con los clientes, para no dar un acceso total a su clientela a su futuro socio asegurador.

Todo apunta, por tanto, a que la futura 'joint-venture' sobre la que BBVA articulará su negocio de seguros de no vida se constituirá al 50-50 o con una participación mayoritaria para el banco, al contrario de lo que ha sucedido en otras operaciones de estas características, en las que la aseguradora gestiona la alianza y tiene el control de la firma sobre la que se sustenta.

La operación rondará los 1.000 millones

Estos detalles tienen una incidencia significativa sobre el precio final y retrasan el cierre de la operación en la que BBVA también contó con el apoyo de Mckinsey durante su etapa inicial. Según diversos medios, el negocio de seguros del banco azul está valorado en 1.500-2.000 millones de euros lo que da a entender el calibre de la transacción.

En cualquier caso, es posible que BBVA no consiga sellar un acuerdo a nivel global con un único socio asegurador, por lo que no se descarta que se firmen acuerdos con más de una compañía por geografías. En este sentido, Allianz está muy interesado en España, ya que al haber roto con Santander, se ha quedado sin uno de sus principales canales de distribución. Liberty, por su parte, cuenta con el punto a favor de haber trabajado ya con la entidad vasca en seguros de automóviles.

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