Ante el primer ERE de su historia

"Seré de los que salgan": la plantilla de El Corte Inglés, entre la duda y el temor

El desconcierto y el miedo se han apoderado de los trabajadores en los principales centros de trabajo de la cadena en la capital ante el ajuste de empleo que pesa sobre sus cabezas desde este fin de semana.

El Corte Inglés en Goya
Imagen de la fachada principal de El Corte Inglés en la calle Goya de Madrid.
La Información

La noticia ya estaba en los medios de comunicación cuando los empleados de El Corte Inglés se enteraron del ERE de hasta 3.500 trabajadores que llevará a cabo la empresa. Todavía no se habían reunido compañía y sindicatos, pero frente a la falta de información más detallada, la mayoría no sabe qué esperar. El desconcierto y el miedo ante las malas expectativas se han apoderado de los mostradores y pasillos durante varios de los edificios de la empresa en Madrid, mientras los rumores no dejan de extenderse por toda la plantilla.

"Nos ha pillado por sorpresa cuando lo vimos en la prensa", afirma un empleado del departamento de Informática, quien cree que una de las interrogantes más importantes es el perfil de los que perderán su puesto. Su sección "todavía está funcionando bien", gracias a la prevalencia del teletrabajo y la necesidad de sus productos para que pueda llevarse a cabo. "No todos los departamentos pueden decir lo mismo", añade, señalando la reducción de los compradores en las tiendas desde el inicio de la pandemia del coronavirus. "Es verdad que el cliente que llega, compra, pero a lo mejor sobran los vendedores para la gente que entra".

Los bolsos de piel son algunos de la infinidad de artículos cuyas ventas han sido golpeadas por la situación actual, como explica Cecilia, otra empleada. "No es necesariamente lujo, pero la gente no está comprándolos", lamenta. Igual que otros muchos trabajadores, prefiere no comentar la posibilidad de un ERE hasta después de que se ponga en marcha el proceso negociador entre la dirección y los sindicatos, aunque "somos los últimos en enterarnos de todo", apunta. 

Alberto lleva un año trabajando en el área de pedidos del Corte Inglés, y dice que prefiere no pensar en lo que puede pasar. "No ha habido mayor comunicación que de boca a boca entre los empleados", recalca. El joven subraya que las perspectivas que enfrenta la plantilla son "muy malas". Desde hace meses se han ido acumulando los ERTE y las prejubilaciones, además de que la administración ha planteado aumentar las horas de trabajo durante los domingos porque "no hay ventas". Tampoco es de los que confían demasiado en la acción sindical.

Es una opinión que comparte una exsindicalista que lleva casi 40 años trabajando en El Corte Inglés. "Van a hacer una criba por edad y se terminará aceptando", declara tajantemente, calculando que los más perjudicados serán los que tengan entre 54 y 60 años. "Ahora necesitan hacer una plantilla de gente joven para competir con Amazon". La falta de protestas por parte de los empleados, argumenta, también contribuye a que la compañía pueda actuar con libertad.

El motivo principal de este supuesto relevo generacional, según la exsindicalista, responde a la caída rotunda de las compras presenciales en las tiendas y el consiguiente aumento exponencial que han gozado las ventas por internet. También señala que las tiendas en la periferia sufrirán mucho más que las que están en el centro de Madrid. En cierto sentido, el edificio en el que trabaja está un poco más protegido por su buen rendimiento, pero ella no es tan optimista. "Yo voy a ser de las que salgan", afirma.

Los centros con mayor riesgo en la Comunidad madrileña se repiten algunos nombres: El Bercial, Méndez Álvaro, Parquesur, Arroyosur, entre otros... sin contar los que se encuentran en otras autonomías, que tal vez enfrenten un pronóstico peor. Para un empleado de la sección de 'caballeros' que prefirió no dar su nombre, la empresa "no estaba preparada" para depender de la venta por internet. "No estábamos acostumbrados y hay compañías que nos superan con creces en ese aspecto", dice, subrayando que el confinamiento les "pilló en bragas".

Los ajustes que había realizado El Corte Inglés antes de realizar el primer ERE de su historia habían supuesto avisos para algunos empleados que ya sospechaban lo que vendría. "A mí no me pilla por sorpresa", dice el trabajador del departamento de 'caballeros', señalando los movimientos en la plantilla que se habían realizado en los meses anteriores. "En mi planta todos lo hemos hablado. Ya se están cerrando centros y se cerrarán más. Con todo el movimiento de personal, lo que queda es sumar dos y dos".

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