50 millones cada uno

SNCF y Renfe pierden 100 millones de euros en 10 años con la sociedad Elipsos

El grupo francés cuenta con más filiales para operar líneas internacionales con otros países, pero las únicas no rentables han sido las de España, debido a la competencia del avión, entre otros factores.

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SNCF y Renfe pierden 100 millones de euros en 10 años con la sociedad Elipsos.
Agencia EFE

La sociedad conjunta Elipsos, creada por Renfe y SNCF en 2013 para operar líneas ferroviarias transfronterizas entre España y Francia, ha perdido 100 millones de euros en diez años (10 millones por año), 50 millones para cada uno de los dos socios, según los directivos de la compañía gala.

El grupo SNCF cuenta con más filiales para operar líneas internacionales con otros países, pero las únicas no rentables han sido las de España, debido a la competencia del avión, así como al elevado precio de los cánones que cobra Adif por el uso de la infraestructura ferroviaria española, de acuerdo con la compañía.

La sociedad se resolvió ayer, después de que SNCF comunicara en febrero pasado su decisión de no prolongar más el acuerdo con Renfe, debido precisamente a la falta de rentabilidad que suponía este negocio conjunto, que, en su inicio, incluía cuatro rutas internacionales: Barcelona-París, Barcelona-Lyon, Barcelona-Toulouse y Madrid-Marsella.

La menos rentable de todas resultó ser la de Toulouse -la única que no era de alta velocidad-, que los dos socios dejaron de operar en 2019, antes de la irrupción de la pandemia del covid-19. Por su parte, la que une Barcelona y París es la que, según SNCF, puede llegar a un equilibrio económico en los próximos años, por lo que ha decidido operarla en solitario, con su marca TGV inOui, desde el mismo día de la ruptura de la colaboración con Renfe.

SNCF cree que, en solitario, podrá lograr equilibrar los resultados de la ruta, reduciendo los costes (contratación de nuevos proveedores: la francesa Newrest para el servicio de restauración o Eulen en los de embarque en la estación de Barcelona) y lanzando campañas de promoción para estimular la demanda.

Tras la circulación del primer servicio en solitario ayer (con un 85% de ocupación), la compañía francesa ha inaugurado este lunes oficialmente su nueva ruta, que seguirá operando con su tren Euroduplex de Alstom (como hasta ahora en colaboración con Renfe), al tiempo que amplía las frecuencias de una ida y vuelta al día a dos, a las que, además, se sumará una tercera en verano de 2023.

Cada tren dispone de 511 plazas (180 en primera clase y el resto, en la segunda), con lo que SNCF ofrecerá 2.000 asientos diarios entre Barcelona y París, y hasta 3.000 el próximo verano. Por su parte, Renfe debería obtener de aquí a finales de año los certificados y las autorizaciones para operar en solitario en las líneas transfronterizas Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella, para las que el gestor de las infraestructuras ferroviarias francesas SNCF Réseau (filial de SNCF) ya le ha atribuido los surcos, o derechos de circulación, solicitados.

La directora de proyecto para Europa de SNCF, Caroline Chabrol, ha explicado a los periodistas durante el viaje inaugural que, además de los problemas económicos, en la decisión de no seguir adelante con la sociedad conjunta con Renfe también ha influido el nuevo contexto de la competencia, tras la liberalización del transporte ferroviario de viajeros.

SNCF ha entrado en el mercado ferroviario español en mayo de 2021 a través de su servicio de alta velocidad de bajo coste Ouigo, que opera ya desde Madrid a Barcelona y Valencia, siendo España el único país hasta ahora donde la compañía gala está ofreciendo conexiones internas.

La directora de Márketing y Distribución para España, Sylvie Humbert, ha explicado que SNCF quiere potenciar la demanda española en la ruta Barcelona-París que representa sólo un 20% del total, frente a un 35% de la que proviene del mercado francés, mientras que el resto corresponde a otros países.

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