Carlos Torres y FG se juegan 16 millones en bonus por el escándalo de Villarejo

  • BBVA podría reclamar la remuneración variable devengada por ambos directivos durante los ejercicios 2016, 2017 y 2018.
Carlos Torres y Francisco González
Carlos Torres y Francisco González
BBVA

Francisco González y Carlos Torres se juegan 16,4 millones de euros por el escándalo que relaciona a BBVA con el excomisario José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva. Esta cifra es la resultante de sumar la retribución variable acumulada por ambos durante los ejercicios 2016, 2017 y 2018, la única que el banco podría reclamarles en aplicación de las cláusulas de retención ('malus') y recuperación ('clawback') que figuran en su política de remuneraciones a consejeros.

Estas cláusulas permiten a BBVA rebajar los bonus pendientes de cobro de sus directivos, o reclamar los ya abonados, durante un periodo de seis años bajo una serie de supuestos, entre los que se incluyen conductas irregulares, fraude o incumplientos graves del código de conducta, así como sanciones regulatorias o condenas judiciales. Por tanto, la remuneración variable de González (FG) y de Torres de los últimos tres años -una parte la han percibido ya y otra está pendiente de cobro- corre el riesgo de volatilizarse si se demuestra su implicación en el 'caso Villarejo'.

En concreto, FG, presidente de BBVA cuando el banco encargó presuntamente a Villarejo realizar espiar a importantes empresarios y políticos para frenar el asalto de la constructora Sacyr, podría 'perder' un total de 8,84 millones de euros. Se trata de tres bonus, cuyo importe asciende a 2,9 millones, 3,3 millones y 2,6 millones devengados en los años 2016, 2017 y 2018, respectivamente.

Por su parte, otros 7,57 millones de euros en retribución variable de Torres también están en el aire. El salmantino no estaba en el banco cuando tuvo lugar el asalto de Sacyr, pero hay informaciones que aseguran que Grupo Cenyt, la empresa del excomisario, facturó importes millonarios a BBVA entre 2012 y 2017 -fue nombrado consejero delegado en 2015-, por lo que el escándalo Villarejo le podría acabar salpicando. También están en juego los bonus que perciba en años futuros como presidente de la entidad.

Tanto FG como Torres tienen pendiente de ingresar en el primer trimestre de 2019 hasta 1,8 y 1,1 millones de euros, respectivamente, correspondientes a los bonus de 2015, pero la retribución de ese año aparentemente no corre peligro. La política de remuneraciones vigente cuando se devengaron estos salarios solo incluía cláusulas de retención y la aplicación de estas últimas no era tan clara como la actual en lo referente a conductas inapropiadas.

En el apartado de riesgos no financieros de sus cuentas anuales, BBVA ha seguido las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ha puesto al corriente al mercado sobre el escándalo Villarejo, reconociendo que puede afectar a su reputación y a su negocio. "El banco está llevando a cabo una investigación forensic que ha encargado a PwC a través de sus abogados externos Garrigues, junto con Uría, en el marco de la defensa de sus legítimos intereses, colaborando con las autoridades judiciales y los supervisores en el marco de dicha defensa", explica la entidad en el documento, publicado este miércoles.

"No es posible predecir en este momento el ámbito o duración de la investigación del banco o cualquiera realizada por las autoridades judiciales ni su posible resultado o implicaciones para el grupo, no pudiendo descartarse la interposición de procedimientos o acciones judiciales o regulatorias contra el banco que pudieran tener un impacto negativo reputacional o económico", rezan las cuentas anuales de BBVA, que recogen un beneficio neto de 5.324 millones de euros, las mayores ganancias desde 2007.

Nueva política de remuneraciones

En paralelo BBVA publicó este miércoles la política de remuneraciones de su cúpula para los ejercicios 2019, 2020 y 2021, que se someterá a votación en la Junta de Accionistas que el banco celebrará a mediados de marzo. La misma establece que la remuneración máxima que generará Carlos Torres en el vigente ejercicio es de 5,45 millones de euros -de los cuales 2,45 millones son fijos- sin contar la aportación al plan de pensiones, en el que ya acumula 18,58 millones de euros.

Por su parte, Onur Genç, el nuevo consejero del banco, aspira a ganar un máximo de 6,1 millones, pues, además de la remuneración variable y la fija, tiene un complemento por movilidad de 0,6 millones y un plus del 30% del sueldo fijo (0,7 millones este año) que sustituye al plan de jubilación. Además de estas novedades, la nueva política establece también que el crecimiento máximo anual del salario fijo sus consejeros ejecutivos es del 5%.

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