Veinte años de 'telecos': Doble cifra de negocio y casi la mitad de trabajadores

  • El antiguo cliente telefónico se ha convertido en un consumidor de servicios múltiples, entre los que destacan los 6,7 millones de televisión de pago
Las cabinas se han convertido en pieza de museo tras la vorágine de la telefonía móvil
Las cabinas se han convertido en pieza de museo tras la vorágine de la telefonía móvil
EFE

La liberalización del mercado español de las telecomunicaciones ha cumplido veinte años en este 2018 que ahora termina. Dos décadas que han dado un vuelco a un sector esencial en el desarrollo económico experimentado por España y que ponen también de relieve los efectos sociales que se derivan de una actividad claramente intensiva en la utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). No en vano, la cifra de ingresos se ha duplicado en este periodo, pasando de 17.664 millones de euros en 1998 a 34.300 en 2018. Por el contrario, los puestos de trabajo directos se han reducido en casi un 40% desde los 96.105 empleos de 1998 a los 58.700 contabilizados este año.

El balance de la liberalización ha sido resumido por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) en un informe que resalta la evolución del perfil del cliente habitual de estos servicios, que ha pasado de ser el antiguo usuario de teléfono fijo a un consumidor nato de productos múltiples empaquetados. De hecho, según los últimos datos registrados a fecha de pasado junio, el total de paquetes cuádruples (Internet más telefonía fija y móvil) y quíntuples (cuádruple más tv) alcanzó la cifra de 12 millones. La CNMC destaca también el cambio en la situación competitiva del mercado, en virtud del cual los principales operadores (Movistar, Vodafone y Orange) van cediendo cuota al cuarto en discordia que es el Grupo MasMóvil.

Otros parámetros destacados al cierre de 2018 indican que las líneas de banda ancha con velocidad igual o superior a 30 Mbps representan ya el 70% del parque total. Los gastos de los hogares se mantienen en niveles parecidos a los de finales de 2017. En promedio, el paquete quíntuple supone un gasto de 79,3 euros al mes y el paquete cuádruple de 53 euros al mes. Las portabilidades, tanto fija como móvil, han batido récords este año y, en particular, durante los meses de agosto y septiembre la CNMC detecta una clara ‘guerra de precios’ generada por las ofertas del fútbol televisado. A su vez, los accesos de fibra óptica han crecido al ritmo del 25% durante al año y los abonados de la tele de pago han aumentado hasta alcanzar los 6,7 millones.

El organismo regulador que preside José María Marín Quemada manifiesta en su análisis que “nunca es sencillo pasar de un régimen monopolista a uno basado en la libre competencia” y añade que las primeras empresas competidoras de Telefónica comenzaron a operar en diciembre de 1998: “Aunque Telefónica siguiera siendo la propietaria de la red, se reguló el acceso de sus competidores a través de normas, las denominadas ofertas mayoristas, de cuyo cumplimiento velaba la antigua Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT)”. La CNMC recuerda la labor efectuada con la imposición de obligaciones a Telefónica cuando se ha detectado que la compañía ahora presidida por José María Álvarez-Pallete ha actuado con lo que se define como “poder significativo de mercado”.

Desaparecen las cabinas y las guías telefónicas

El viento de la liberalización se ha llevado por delante algunos servicios que fueron santo y seña en épocas pasadas dentro del mercado de las telecomunicaciones. Entre los mismos sobresale la desaparición de las viejas cabinas telefónicas que antaño inundaban el paisaje urbano en todas las provincias del país y que serán desmanteladas de manera definitiva a partir del 1 de enero. En la actualidad quedan todavía en pie alrededor de 16.500 teléfonos públicos frente a los 55.000 que llegaron a funcionar a finales del pasado siglo. La Telefónica será liberada también a partir de ahora de la obligación de actualizar las célebres guías con sus ‘infinitos’ listados de clientes.

Una prueba del vendaval de cambios que ha registrado el mercado en estas dos décadas es la aparición fulgurante de los mensajes multimedia (MMS) que hace menos de diez años inundaban el tráfico de datos vía teléfono móvil y que ahora se han convertido en un servicio totalmente residual, absorbidos por otras aplicaciones mucho más enraizadas en los hábitos sociales como es el WhatsApp o el Telegram. El volumen de MMS se situó en 18,7 millones en 2016, lo que representó una caída del 23% respecto a 2015. Baste señalar que en 2007 superaron los 275 millones. Si se tiene en cuenta que la red de telefonía dispone de casi 53 millones de líneas móviles se puede decir que los MMS son utilizados actualmente por menos de un tercio de la población.

El cambio regulatorio más reciente en el desarrollo del sector ha sido la incorporación de nuevos operadores al Fondo Nacional del Servicio Universal (FNSU) que garantiza el acceso a la red pública de todos los usuarios desde cualquier ubicación geográfica y con una conectividad mínima de banda ancha de 1 Mb/s. El coste de este sistema de financiación se ha reducido paulatinamente hasta situarse en 17,2 millones de euros. Telefónica fue en principio la responsable de sufragar el servicio universal que luego se ha ido ampliando a los llamados operadores dominantes. Hasta el año pasado eran la propia Telefónica junto con Vodafone y Orange las encargadas de cubrir la financiación, pero la incorporación de nuevos operadores ha determinado que la CNMC reparta ahora el coste entre un total de 14 empresas, si bien es verdad que los tres grandes seguirán asumiendo el 80% de la factura.

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