Los problemas de Renfe con los trenes regionales y Media Distancia de Galicia se complican según se aproxima la Navidad. Los desplazamientos de ocio, compras o para visitar a familiares se intensifican para conmemorar estas fechas, con uno de ellos especialmente marcado en la agenda de muchos gallegos. Hablamos de la puesta en marcha de la iluminación navideña de Vigo, un evento singular que cada año moviliza a miles de visitantes de todas partes de la región y del resto de España, y que ya se está notando en las relaciones de transporte interurbano.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, no ha desvelado aún el día en el que pretende inaugurar las luces de la ciudad, pero todas las apuestas apuntan al 18 de noviembre como fecha más probable. Y, para entonces, ya comienza a verse el cartel de "tren completo" en los distintos servicios ferroviarios que llegan hasta Vigo, donde residen muchos de los empleados del sector público gallego, concentrado en Santiago de Compostela.
La cosa se agrava según avanzan los días. 11 de los 13 trenes disponibles pasado el mediodía para el trayecto Santiago-Vigo están ya completos para el viernes 1 de diciembre. La imagen se repite el día 15, con 9 trenes completos; el 22, con 8 servicios llenos; el 8, en mitad del puente, con 4 trenes sin más asientos; o el 24 de noviembre, con cuatro completos.
La dificultad para conseguir un asiento se agrava todavía más los domingos. Renfe tiene 29 trenes ya completos para volver desde Vigo a Santiago cualquiera de los domingos del mes de noviembre. A partir de diciembre, no hay asientos pasadas las tres de la tarde de los días 3, 10 y 17 de diciembre en ninguno de los nueve trenes que se disponen. Entre semana, los problemas se concentran en los primeros servicios del día.
Faltan trenes y personal para absorber la demanda
Detrás de este problema se encontrarían varios factores. El principal es la gratuidad de los abonos de media distancia, que ha disparado el número de viajeros en el denominado 'Eje Atlántico' entre A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra y Vigo. Este exponencial aumento de demanda ha venido acompañado de un tímido aumento de oferta por parte de Renfe, con nuevos servicios que han ido llegando con cuentagotas pero que se han mostrado insuficientes.
Fuentes del sector explican a este medio que aunque no existe una falta de oferta "explícita", sí que está mal planificada, ya que el cómputo de plazas es superior al que había en 2019. Señalan que, además de la ausencia de un par de trenes que realizaban trayectos parciales (Vigo-Pontevedra o Santiago-Vilagarcía), se necesitaría más personal para ampliar los servicios, tanto maquinistas como interventores.
La última novedad al respecto, anunciada el pasado 11 de octubre, incluye la puesta en marcha de una nueva frecuencia todos los días a media tarde (17:05h) entre Vigo-Guixar y Santiago de Compostela, así como el cambio horario de otro tren que ya circula diariamente entre la capital gallega y Vilagarcía de Arousa, que se ha retrasado hora y media para dar servicio a los últimos viajeros del día.
La operadora pública se defiende de las críticas de los usuarios asegurando que el 28 de marzo ya realizó una primera ampliación de oferta añadiendo cuatro nuevos trenes entre Santiago y Vilagarcía, un nuevo servicio entre Santiago y Vigo y haciendo diarios dos trenes que ya circulaban entre estos puntos. También ha doblado un importante número de servicios que antes se prestaban en composición simple y ahora se hacen con dos trenes unidos.
Endurecer los abonos gratuitos
La Asociación de Usuarios de los trenes de Media Distancia en Galicia ha reclamado que se endurezcan las condiciones de uso de los abonos gratuitos como forma de gestionar la restricción de plazas disponibles. En su opinión, estos abonos deberían dar servicio a aquellos viajeros que de verdad los han de usar diariamente, no a los viajes de ocio ni de fines de semana, llegando a proponer a Renfe y al Gobierno que establezcan la gratuidad a quienes se trasladen mínimo tres veces por semana.
La entidad también reclama repensar los horarios del servicio para que puedan existir trenes más tempraneros y más tardíos. En la actualidad, Adif tiene dispuesta una manda de mantenimiento de la infraestructura entre las 21:30 y las 06:00 horas, lo que impide la puesta en marcha de servicios a primera hora o a última, algo que afectaría a personal sanitario o estudiantes universitarios que circulen entre ciudades gallegas.
Por su parte, la Xunta de Galicia mantiene fijada su postura en este conflicto en la petición a Renfe de que reponga todas las frecuencias que retiró con la pandemia, que alcanzaban las 202 por sentido. En la actualidad, esta cifra estaría en 143, según los datos que ha hecho públicos la compañía ferroviaria. El presidente gallego, Alfonso Rueda, defiende que se está reforzando levemente el autobús por carretera —un 5%— para hacer frente a esta situación, aunque los usuarios lo catalogan de insuficiente.
En los próximos meses, la Xunta y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana deberán abordar la revisión del convenio de financiación de los servicios públicos ferroviarios (OSP). Este acuerdo, en principio, no incorporará financiación adicional para nuevos servicios. Regiones como Castilla y León o Extremadura tienen activas aportaciones económicas para ampliar sus trenes y frecuencias, posibilidad sobre la que no se ha pronunciado el gobierno gallego.
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