Motores menos contaminanes

Volkswagen coge el rebufo de Mercedes y Ferrari para soñar con el éxito en la F1

La llegada de Audi al gran circo a partir de 2026 y la probable entrada de Porsche de la mano del equipo Red Bull ponen en guardia a los dos grandes firmas del motor, que compiten con un ojo en las calles. 

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Volkswagen coge el rebufo de Mercedes y Ferrari para soñar con el éxito en la F1
Audi

La Fórmula 1 vuelve a estar de moda y todo el mundo se quiere subir a sus monoplazas. La adquisición del negocio por parte del grupo americano Liberty Media ha abierto la tradicional ventana del automovilismo europeo a un nuevo continente que, apoyado en un oportuno acuerdo con Netflix, ha repercutido en la llegada de nuevos patrocinadores y actores haciendo, ahora sí, que el 'gran circo' tenga una destacada presencia en América y Asia. 

Hasta llegar a este punto han hecho falta varios cambios. Los más significativos pasan por la nueva normativa que ha entrado en marcha este 2022 y que introdujo una aerodinámica más proclive a los adelantamientos y al espectáculo. Pero también se ha puesto en marcha la reducción de costes y un tope presupuestario que hacen mucho más atractiva la entrada a nuevas escuderías, al hacer la categoría más accesible en términos económicos. El siguiente hito se espera para 2026, cuando se implantará una nueva normativa que supondrá la llegada de una nueva generación de motores híbridos cuya potencia deberá estar suministrada en un 50% por combustibles sintéticos. 

La otra mitad la aportará la regeneración energética derivada de la frenada de los coches, dejando de lado los clásicos motores de combustión de forma definitiva, cuyo volumen sería ocupado por baterías del doble de capacidad que las actuales, con sistemas de carga y descarga rápida. Una apuesta decidida de la competición por limitar el impacto ambiental que genera, adelantarse al mercado y enarbolar la bandera de la sostenibilidad, al alimentar los coches con energías menos contaminantes y cuyo desarrollo podría trasladarse posteriormente a las calles en forma de nuevos vehículos, motores y carburantes. 

Aquí es donde el grupo Volkswagen ha visto su oportunidad de entrar al gran circo, y de hacerlo con claras opciones de victoria, ya que dos sus marcas, Audi y Porsche, llevan años trabajando con este tipo de propulsores en el Mundial de Resistencia (WEC) o en el Rally Dakar. La primera de ellas ya ha anunciado su entrada en la categoría a partir de 2026 tras adquirir el equipo Sauber, a quien motorizará. Dejará así de utilizar los motores Ferrari que utiliza actualmente y que dan lugar al patrocinio de Alfa Romeo, otra de las marcas de vehículos "premium" del grupo Fiat (Stellantis). 

La firma de Maranello, una de las últimas en darse cuenta de que los coches contaminantes tienen los días contados, ha puesto en marcha un plan para hibridarse de aquí a 2030 que pasa por sacar al mercado 15 nuevos modelos, entre ellos un coche totalmente eléctrico o un SUV. La nueva normativa de motores, por tanto, se antoja fundamental para una marca que necesita de la propulsión de la Fórmula 1 para vender coches de alta gama en los concesionarios. Algo parecido le pasa a Mercedes, que ve cómo su principal competidor en el mercado alemán va a entrar a la Fórmula 1 de la mano de su mayor rival en las pistas y con el apoyo de quienes manejan el Gran Circo. Y como eso puede afectar a la reputación de una marca que ha ganado ocho mundiales seguidos, sus opciones pasan por esforzarse más... o irse. No es descartable, dado que buena parte del equipo ya está en manos del conglomerado británico INEOS. 

Por otro lado se encuentra la entrada de Porsche como motorista, en este caso comprando el 50% del actual campeón del mundo, el equipo Red Bull Racing, que desarrolla sus propios motores en colaboración con Honda después de que la firma japonesa decidiera huir de la competición en un alarde de impaciencia que, sin embargo, acabó saldándose con su primer campeonato en Fórmula 1 en varias décadas. "Porsche tiene que ser la marca de automóviles más deportiva del mundo, por lo que tiene que hacer automovilismo. Así llegas a la conclusión: si Porsche hace automovilismo, lo más eficiente es hacer Fórmula 1", afirmó hace unos meses Herbert Diess, CEO de Volkswagen, en unas declaraciones recogidas por el portal Motor.es. 

Una estructura tecnológica ya montada y la reducción del coste de estos nuevos motores, cuyo desarrollo debería costar menos de 100 millones de euros, completan el fascinante regalo que la Fórmula 1 ha puesto en manos del grupo Volkswagen, que además se ha planteado sacar al mercado bursátil la cotización de la marca Porsche, cuya valoración oscilaría entre los 60.000 y 85.000 millones de euros. La compañía alemana ha lanzado una apuesta decidida por la electrificación de su flota, pero es consciente de que muchos de sus vehículos de alta gama no podrán basarse únicamente en la recarga de baterías.

La apuesta por los motores híbridos es una manera de salvaguardar los compromisos medioambientales y poder desarrollar tecnologías punteras, manteniendo así el prestigio de una marca que pierde territorio ante nuevos rivales como Tesla. Si el negocio se abre a mercados en alza como el norteamericano o el asiático, donde la marca de Elon Musk como la china BYD lideran respectivamente, es de esperar que los constructores europeos quieran posicionarse allí como desarrolladores de alta gama, obteniendo un mayor valor añadido por sus productos y dando por perdida la batalla de los utilitarios que antes o después acabará trayendo coches chinos a Europa. 

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