Máximo accionista

Zegona respira con la OPA de Másmóvil tras varios años de caídas con Euskaltel

El fondo apostó en 2017 a que habría más consolidación y busca acelerar en su expansión internacional para ponerse en el escaparate ante posibles compras.

Eamonn O'Hare, CEO de Zegona
Eamonn O'Hare, consejero delegado de Zegona

No va a poder vender sus acciones, ni se apuntará plusvalías significativas ahora. Pero si hay un accionista del sector de las telecos que respira con cierto alivio tras la Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Másmóvil es Zegona. El movimiento de los tres grandes fondos de capital riesgo para hacerse con el cuarto operador ha removido los cimientos de un sector cuyos principales actores llevaban años reclamando una consolidación. Y el único activo del fondo británico, el operador vasco Euskaltel, es uno de los llamados a participar en ese baile de fusiones y adquisiciones. Los inversores han anticipado ese optimismo con una revalorización del 16% en apenas tres días, recuperando el nivel 'precrisis' de la Covid-19.

El fondo con sede en Londres y creado por dos antiguos directivos de Virgin Media, que acaba de anunciar la fusión con O2 de Telefónica, aterrizó en Euskaltel en el año 2017. Lo hizo después de vender a la propia operadora vasca el 100% de Telecable, el operador del norte de España, por 686 millones de euros. El pago fue principalmente en acciones (y con algo más de 180 millones en efectivo). Unos títulos que en aquel mes de mayo de 2017 fueron suscritos a 9,5 euros, muy lejos de la cotización que ha tenido la compañía en los dos últimos ejercicios, en los que el castigo al sector de las telecomunicaciones por parte de los inversores se ha intensificado.

A ese aterrizaje siguió una convivencia que no fue precisamente sencilla con el 'núcleo duro' de accionistas, liderado por Kutxabank. Los británicos exigían una mayor agresividad comercial y de crecimiento, con el objetivo de dar lustre a su inversión y revalorizar esos títulos. Así, durante el año 2018 se mantuvo una batalla soterrada por el poder que iba a acabar con una OPA, finalmente frustrada al no haber podido levantar hasta 225 millones de libras en una ampliación de capital. Este fue el primer escollo significativo que se salvó con compras selectivas en el mercado que le permitió superar en porcentaje a la entidad financiera vasca. La escenificación de esa victoria fue en forma de nombramiento: aterrizaba justo hace un año como consejero delegado el exCEO de Jazztel, José Miguel García, en sustitución de Francisco Arteche, hombre de confianza del 'núcleo histórico'.

García llegaba con la vitola de revulsivo. La cotización de Euskaltel mejoró de manera significativa pero no lo suficiente. Antes de que estallara la crisis del coronavirus, a comienzos del mes de marzo, las acciones se situaban algo por encima de los 8 euros, todavía por debajo de esa barrera marcada a fuego de 9,5. Hoy, pese a la subida importante de esta semana tras la OPA de Másmóvil, las acciones siguen teniendo minusvalías importantes. Y lo sucedido hasta ahora es que no ha habido ventanas de salida rentables para el fondo británico. Y éste, en manos de varias gestoras internacionales como Marwyn (18,9%), Artemis (16,3%), Fidelity (18,4%) o Capital Group (7,8%), se la juega pues el único activo significativo es el 21% que tiene en la operadora española.

Su apuesta ha sido a la consolidación. Durante los últimos meses ha defendido en varias ocasiones que ésta debe producirse en el mercado español. Uno de sus fundadores, Eamonn O´Hare, aseguró en una entrevista el pasado mes de septiembre, que habrá más fusiones y adquisiciones aquí. "No estoy obsesionado con cómo se configurará; pero la escala y las sinergias son importantes", apuntó. Incluso, en el informe anual del ejercicio 2019, el fondo insistía en que el sector ha experimentado una mayor actividad de uniones. "Muchos propietarios de capital privado están buscando vender activos adquiridos antes de la crisis financiera y los actores de la industria se están centrando en sus regiones clave, desembocando en reducción de costes y mejoras de precios para reconstruir márgenes", apostilló.

Eso es lo que defienden desde Zegona. Entre los analistas e inversores también descuentan que Euskaltel puede ser una de las piezas que se muevan en el mercado español, tras la venta de Másmóvil y su salida del mercado bursátil. Pero no lo va a tener sencillo. Esos mismos analistas han señalado en alguna ocasión varios problemas. Entre ellos se encuentra su especial dependencia hacia el norte de España, donde está la inmensa mayoría de sus clientes. Por otro está la tecnología de su red fija de internet, que es de cable, menos avanzada que la fibra, utilizada por la mayoría de sus más directos competidores.

Virgin Telco, para crecer

Para tratar de contrarrestar esos problemas, la compañía tenía claro que debía expandirse por el resto de España. Y por eso en los últimos meses ha acelerado con el plan de su segunda marca Virgin Telco, clave para ganar enteros en este momento. La nueva enseña, pactada precisamente con Virgin a través de un acuerdo de cesión de derechos, fue presentada a finales del pasado mes de mayo. Su objetivo no es otro que crecer con una oferta de fibra y móvil agresiva, que trate de hacer frente a rivales directos como la propia Másmóvil. Según diversas fuentes del mercado, este movimiento tiene más el objetivo de mejorar sus atributos frente a una posible venta

Esa expansión, condición clave para ganar crédito ante los inversores, tiene sus dificultades. Por un lado, el mercado está especialmente saturado, con más de una decena de marcas compitiendo con una oferta convergente (fibra y móvil) en todo el territorio. Y, por otro, se encuentra la situación económica del propio grupo, con un fuerte endeudamiento -uno de los más altos del sector, pues se encuentra en 4,5 veces el resultado bruto (Ebitda)- que impide grandes dispendios en promoción y marketing para ganar espacio. A esto se une un efecto de esa dependencia hacia el norte. En esos territorios -Galicia, Asturias y el País Vasco- cuenta con los clientes más fieles y con mejores márgenes. Sus competidores ya han advertido: acudirán a 'robarle' esos contratos en caso de que rompa el mercado con precios especialmente agresivos.

Pese a las dificultades, Orange -que hoy es su principal muleta, pues le vende su red fija y móvil en la oferta mayorista para poder completar esa expansión- se planteó llamar a la puerta para comprar. Según diversas informaciones publicadas a principios del año pasado, el grupo galo contrató a Credit Suisse para analizar una posible compra de los vascos. Trató de desmentir, reconociendo que no había interés "en ese momento". La gran apuesta de Zegona es que haya una oferta jugosa que le permita hacer dinero con una inversión que hoy sigue 'bajo el agua'. La OPA sobre Másmóvil le ha devuelto la esperanza.

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