Una cumbre de casi dos horas

Bolaños utiliza la mesa de diálogo como primera piedra para aprobar los PGE

"Esperamos contar con mayorías parlamentarias suficientes para demostrar que hay dos maneras de gobernar", ha apuntado. En la reunión se ha logrado la 'desjudicialización' y la defensa del catalán.

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Bolaños utiliza la mesa de diálogo como primera piedra para aprobar los PGE.
EDUARDO PARRA

"Ha sido una reunión en un ambiente sincero, amable y constructivo". Así ha comenzado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, su comparecencia esta mañana tras la Mesa de Diálogo mantenida con la delegación catalana. Una reunión que esperaban con ansia desde hacía meses los integrantes de Esquerra Republicana, que han los únicos interlocutores que han aceptado negociar con el Gobierno central después de que se conociera tres meses atrás el espionaje a líderes independentistas por parte del Estado español. Tras la reunión, el Ejecutivo ha concedido dos históricas concesiones a los independentistas: la 'desjudicialización' y la defensa de la lengua catalana. De esta forma, el Gobierno da un primer paso para aprobar unos futuros PGE y tratar de avanzar con las iniciativas parlamentarias.

"Buscamos mayorías parlamentarias que saquen adelante nuestras iniciativas. No hemos tratado nada diferente de estos dos acuerdos, aunque confiamos en seguir sacando una agenda progresista en un momento de enorme incertidumbre. Queremos seguir siendo capaces de gestionar la crisis con un reforzamiento del estado del bienestar y avanzar en nuestra hoja de ruta. Esperamos contar con mayorías parlamentarias suficientes para demostrar que hay dos maneras distintas de gobernar", ha apuntado.

La cumbre bilateral mantenida entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña ha dejado, nada más comenzar la reunión, algunos detalles del fuerte carácter económico que ha tenido la cita. Así, hasta La Moncloa se ha desplazado el actual conseller de Empresa, Roger Torrent, y, también, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz

La mesa del diálogo ha sido un instrumento que -con el paso del tiempo- se ha ido desvirtuando para los intereses de los independentistas catalanes. Así, en unos meses ha pasado de ser la herramienta con la que certificar un reférendum de independencia a convertirse en un cajón de sastre donde acumular todas sus denuncias contra el Estado, como el reciente espionaje a los líderes independentistas.

Tras la mesa de diálogo, se espera que se active la Comisión Bilateral, que suelen ser reuniones que se celebran dos veces al año y donde se tratan asuntos económicos y de inversión. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, consiguió arrancarle al Gobierno central la licitación del proyecto de soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por el núcleo urbano de Montcada i Reixac (Barcelona) y la construcción de una nueva estación de cercanías, por valor de 387 millones de euros, en la última cumbre. 

Lengua catalana y desjudicialización

Bolaños ha relatado los dos acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el Govern. En primer lugar, superar la judicialización, "potenciando el diálogo". En segundo lugar, la defensa de la lengua catalana. "Se basa en dos premisas: el reconocimiento de la diversidad lingüística como riqueza del país y la necesidad de que esa diversidad lingüística sea una riqueza para el país". Sobre esto último, además, impulsarán la presencia del catalán -junto con el gallego y el euskera- en el Parlamento Europeo. "Apostamos por la política. Cada vez hay más cosas que nos unen. Con el diálogo no pierde nadie, gana Cataluña y España. Pero queda mucho diálogo por delante". 

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