El Gobierno se conjura para no adelantar elecciones mientras la economía aguante

  • El resultado de los socialistas en su feudo tradicional disuade a Moncloa de convocar unos comicios generales. La economía volverá a ser la clave.
Encuentro entre Susana Díaz y Pedro Sánchez
Encuentro entre Susana Díaz y Pedro Sánchez
EFE

El PSOE ha ganado las elecciones en Andalucía pero, a la vez, ha vivido una de sus noches electorales más amargas. "Mal, un golpe enorme", afirmaba ayer un estrecho colaborador de Pedro Sánchez. El varapalo se ha producido, para más inri, en el tradicional feudo del partido, donde siempre han gobernado. Los resultados del 2-D reflejan que Susana Díaz no ha acertado a la hora de anticipar la cita con las urnas, ya que la decisión ha llevado a los socialistas andaluces a cosechar el peor resultado de su historia y, probablemente, a perder una autonomía clave para liderar una victoria en las generales. La gobernabilidad de la Junta queda en manos de PP, Cs y Vox y, de forma paralela, aleja el fantasma de un posible adelanto electoral a nivel nacional, algo que venía rondando la cabeza de Sánchez y los suyos en las últimas semanas.

En el equipo de fontaneros de Sánchez no ocultaban en los últimos días que lo que ocurriera en Andalucía sería clave para plantear ese posible adelanto electoral. Afirmaban que este 2-D iba a ser una prueba de fuego para pulsar la situación en una comunidad clave para los socialistas y donde, según el último CIS, la popularidad de Pedro Sánchez y la de Susana Díaz se encontraban muy igualadas. Pero los andaluces han hablado en las urnas y ahora en el PSOE prefieren no hablar de unas generales anticipadas que podrían también desalojarles de La Moncloa. 

Lo sucedido en Andalucía este domingo ha supuesto, en efecto, un serio aviso para el PSOE, no solo a nivel autonómico, sino también a nivel nacional. Dicen en Ferraz que no se esperaban este resultado y que ni en sus peores cálculos, apoyados en los sondeos internos y en los análisis del CIS, prevían una tan amarga victoria. El ambiente anoche entre los cargos socialistas era de derrota general ante la posibilidad real de perder su bastión.

Los de Sánchez abren a partir de este lunes un periodo de reflexión pero ya avanzan que no es el momento de tomar decisiones en caliente. Susana Díaz se ha equivocado al adelantar las andaluzas y ahora el sanchismo tendrá que tirar de calculadora y sociología para no precipitarse. Los barones también miran de reojo hacia Sevilla con cierta resignación. Y es que en apenas seis meses hay convocados unos comicios municipales y autonómicos donde el PSOE se juegan un bueno número de gobiernos.

La pregunta que se hacen en el entorno de Sánchez es dónde han ido a parar esos más de 400.000 votos perdidos. Una fuente cercana a Moncloa ofrece dos claves: "Creemos que a la abstención; últimamente hemos visto a la gente muy hastiada", admite. "Y también creemos que un voto obrero se ha ido hacia Vox", añade en un primer análisis, mencionando que lo ocurrido en Francia e Italia con la extrema derecha ya ha llegado a nuestro país.

La economía pasa a ser la piedra de toque de la legislatura

Con Andalucía en barrena para el socialismo, la economía pasa a ser la piedra de toque de la legislatura. Ni Cataluña, siquiera, decidirá cuándo se convocan las futuras elecciones, ya que el Gobierno sabe que el enroque de los independentistas en su "presos por presupuestos" bloquea cualquier avance. En Moncloa llevan meses analizando cada dato económico, conscientes de que de la respuesta que ofrezcan desde el Ejecutivo a los resultados financieros dependerá la legislatura. Para los fontaneros monclovitas la economía lleva tiempo siendo una prioridad, pero a partir de ahora cobrará aún más relevancia.

De momento la economía nacional -esencialmente crecimiento y tasa de paro- está aguantando y el Gobierno se mantiene tranquilo. No ven nubarrones en un horizonte cercano, pero cualquier envite podría complicar la situación y provocar un cambio de estrategia de Moncloa. Mientras las cuentas resistan, en conclusión, Moncloa hará lo propio. 

Hay que recordar que el grupo de análisis económico-político en en complejo presidencial se encuentra capitaneado por Iván Redondo, jefe de gabinete del presidente y responsable 'de cabecera' de toda la hoja de ruta sanchista, que cuenta a su lado con dos cargos económicos con 'galones'. Uno es Manuel de la Rocha y nombrado jefe de la antigua Oficina Económica y hoy llamado Departamento de Asuntos Económicos. El otro es Daniel Fuentes, doctor en Económicas y nombrado subdirector de Macroeconomía en Presidencia del Gobierno. 

En este momento de debilidad para el PSOE, de poco importa la artillería social que viene diseñando el Gobierno de Sánchez desde que desembarcó en La Moncloa. Ni tampoco los avances que se han ido aprobando, como la subida del SMI o el plan presupuestario que se prevé aprobar, en líneas generales, a base de decretos. En Andalucía no han calado todas estas medidas que afectarían a 16 millones de potenciales votantes y ahora el temor en el socialismo es que tampoco calen a nivel nacional. 

 

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