Votará en la sesión del jueves

Iglesias entrega su acta de diputado y perderá el aforamiento desde el viernes

El todavía vicepresidente segundo empieza a despedirse de la política nacional tras su salto a las elecciones madrileñas del 4 de mayo. Su última votación en el Congreso será la de las ayudas directas.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, durante una sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, en Madrid, (España), a 24 de febrero de 2021. El pleno estará marcado por la intervención del presidente del Gobierno quien tendrá que responder a las preguntas de la oposición y dar cuenta del estado de alarma y de las medidas que está llevando a cabo el Ejecutivo para frenar la pandemia y sus consecuencias. Asimismo, se espera que detalle la gestión de los fondos europeos y de los planes de vacunación. 24 FEBRERO 2021;SESION DE CONTROL;VACUNACION;COVID;PLENO E. Parra. POOL / Europa Press 24/2/2021
Iglesias entrega su acta de diputado y perderá el aforamiento el viernes
Europa Press

Pablo Iglesias deja de ser diputado en el Congreso. El líder de Unidas Podemos ha entregado este jueves su acta a las autoridades de la cámara, tras su paso de ser el candidato de su partido en las elecciones madrileñas del 4 de mayo. La salvedad de su renuncia es que su salida tendrá efectos desde este viernes, como explican fuentes parlamentarias. Esto le permitirá participar en las votaciones previstas en el hemiciclo para este jueves, como la que decidirá sobre el plan de ayudas directas para numerosos sectores diseñado por el Ministerio de Asuntos Económicos. Por lo que desde el viernes perderá su condición de aforado y no contará con una protección especial de cara a posibles procesos judiciales. Situación en la que se mantendrá hasta que consiga salir elegido en los comicios autonómicos a los que concurre. 

Con este paso, Iglesias cumple con su promesa de no conservar el acta de la cámara baja durante el mes y medio que queda hasta que se pongan las urnas en la Comunidad de Madrid. Lo que supone el comienzo de su despedida de la política estatal, a la que llegó en 2014 con la creación de Podemos. Su aterrizaje se concretó a finales de 2015, cuando obtuvo su primer escaño en las elecciones generales que convocó entonces Mariano Rajoy y en las que los morados debutaron con casi 70 escaños. Desde entonces, ha sido elegido en los otros tres procesos electorales a los que ha concurrido como 'número 1' por Madrid. En estos casos, ya lo hizo liderando Unidas Podemos, la confluencia que formaron Podemos e Izquierda Unida.

Que su baja se haga efectiva 24 horas después de que haya anunciado a la presidencia del Parlamento que deja su puesto se explica con esas votaciones previstas para este jueves. Algunas de ellas son especialmente importantes para el Gobierno de coalición del que aún forma parte. La de los 11.000 millones en ayudas directas para rescatar a los negocios y sectores más golpeados por la pandemia de coronavirus es una de ellas. Otra de las que está prevista es la elección del nuevo presidente de RTVE, que salió de una negociación en la que Iglesias participó. La candidatura de José Manuel Pérez Tornero, pactada por el Ejecutivo central, el PP y otros partidos como el PNV saldrá adelante gracias a que el aspirante conseguirá el respaldo de 2/3 de los diputados. 

Una vez concretado su adiós al Parlamento nacional, el siguiente paso que tendrá que asumir es el de abandonar su cargo de vicepresidente segundo. Su adiós a la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 se producirá el próximo martes, cuando participará en su último Consejo de Ministros. Una circunstancia que no entraba en sus planes. Su intención era la de seguir en la vicepresidencia hasta el comienzo de la campaña madrileña. El problema con el que se encontró es que la ley electoral madrileña impide que se elija como diputados a quienes forman parte del Gobierno central. Lo que ha precipitado su despedida, que provocará una crisis de gobierno en la que Pedro Sánchez tendrá que hacer nuevos nombramientos. Así, pondrá fin a una etapa que ha durado algo más de un año, ya que accedió en enero de 2020 al cargo tras concretarse la investidura del líder socialista. 

Desde este viernes, el reto de Pablo Iglesias será conseguir que de las urnas del 4-M salga una mayoría de izquierdas suficiente para arrebatar el poder a Isabel Díaz Ayuso. Su desembarco en Madrid ha facilitado que Unidas Podemos tenga casi asegurado entrar en la Asamblea autonómica. El salto que ha dado ha permitido a los morados mejorar en la mayoría de encuestas publicadas desde que hizo el anuncio. La duda está en si su llegada no será contraproducente para los intereses de los otros partidos clave para desalojar a la líder del PP. Los sondeos apuntan a que Iglesias puede restar apoyo a PSOE y Más Madrid. Por lo que ese giro en la Puerta del Sol está en entredicho.

Una vez ha solucionado el futuro de su partido en la autonomía, Iglesias tendrá que superar otros obstáculos. Uno de ellos es el veto expreso de Ángel Gabilondo, después de que el candidato socialista rechazara pactar con él por su forma de hacer política. Una circunstancia que tanto el PSOE como Podemos han enmarcado dentro de la precampaña y por el interés del exministro de conseguir los votos que perderá Ciudadanos. Después, tendrá que reconducir sus relaciones con Más Madrid. A los de Mónica García no les gustó que les hiciera la propuesta de una lista única desde un vídeo y sin consultarles previamente. El rechazo a esa idea evidencia que las tiranteces entre ambos continúan. Por último, deberá superar las que se prevé sean las semanas más embarradas políticamente en mucho tiempo. Todo porque se espera que los días que queden hasta las elecciones estén marcados por sus choques con Ayuso. 

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