Una bronca sesión de control 

Iglesias sale del Congreso querellándose contra el PP y Sánchez arropa a Díaz

Sánchez y Casado demuestran estar ya en campaña y demostrar que en Madrid se juegan su futuro. El vicepresidente segundo, que dimitirá la próxima semana del Gobierno, acudirá a la Fiscalía Anticorrupción.

Pablo Iglesias
Iglesias sale del Congreso querellándose contra el PP y Sánchez arropa a Díaz
Agencia EFE

Bronca, tensión, reproches cruzados, una comisión de investigación y una querella. La última sesión de control al Gobierno con Pablo Iglesias en el hemiciclo ha vuelto a ser el escenario de nuevos monólogos de precampaña de unos y otros, ajenos a una pandemia que sigue ahí y que incluso ha llevado a Moncloa a estudiar prorrogar el estado de alarma Todos, PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos en Madrid se juegan su futuro y su estabilidad el 4 de mayo y el escaño es un altavoz que no pueden desaprovechar. Así lo ha demostrado Pablo Casado, el primero en abrir fuego contra Sánchez. Luego ha llegado el momento, el último -no buscado por la oposición-, de arremeter contra el vicepresidente segundo saliente, algo que populares y Vox no han desaprovechado. El líder morado tenía preparado el contrataque: una querella contra el secretario general de Génova.

Iglesias ha anunciado que acudirá a la Fiscalía para querellarse contra Teodoro García Egea por un presunto delito de cohecho. En concreto ha hablado de "comprar diputados", en referencia a las maniobras del PP para salvar la moción de censura en Murcia. Será el primer acto de precampaña de Unidas Podemos, con permiso de la defensa de la limitación de los alquileres. El número dos del PP le ha despedido con un "tanta paz lleve como descanso deja". A partir de ahora su 'punching ball' será Yolanda Díaz.

El último intercambio entre Iglesias y García también ha dejado la confirmación de que Iglesias se marchará del Congreso antes de la Vicepresidencia. "Saben que no van a volver al Consejo de Ministros", ha repetido el líder de Podemos, que deja una oposición fracturada y un Gobierno de coalición sin otra alternativa en el hemiciclo que la que él impulsó para aprobar los Presupuestos con ERC y EH Bildu, entre otros.

Sánchez y Casado también han demostrado estar en campaña. Quedan seis semanas exactamente para votar y los eslóganes electorales ya son una realidad. "Da pena", le ha dicho el presidente al líder de la oposición sobre su estrategia después de que éste le citara los casos de corrupción del PSOE precisamente en la jornada en el que Mariano Rajoy y José María Aznar declaran en el juicio de la caja B. Casado ha hablado de la "arrogancia" de Sánchez y ha presumido de haber tumbado las dos mociones de censura del PSOE en Murcia y Castilla y León. Todos los puentes están rotos. El acuerdo de RTVE fue inédito.

Iglesias deja el Gobierno con un último intercambio dialéctico con Iván Espinosa de los Monteros. El portavoz de Vox le ha devuelto el polémico "cierra la puerta al salir", afirmando que esta vez, cuando deje su acta, no hace falta ni que entorne esa puerta. Y le ha pedido que no vuelva a los barrios de los que salió. El candidato a la Comunidad de Madrid ha respondido acusándole de haber vivido gracias a los gobiernos del PP y le ha lanzado que a partir del 4 de mayo "se les acaba el chollo".

Inés Arrimadas no ha querido entrar en el terreno político. En su primera pregunta al Gobierno tras el fracaso de la moción en Murcia, la líder de Cs ha preferido apuntar hacia los fondos europeos y ha reprochado a Sánchez intentar hacer un reparto de las ayudas "a dedo desde Moncloa". El presidente ha remarcado que será la IGAE quien realice una auditoría de cómo se van a distribuir los 72.000 millones y ha acusado a su socia debilitada de "hacer un mitin". El PSOE quiere cuidar al partido naranja e incluso le ha pedido que rompa todos los acuerdos con el PP. De momento es una quimera pero después del 4-M podría ser factible.

Un detalle de la sesión de control que ha supuesto el epílogo de Iglesias en el hemiciclo ha sido la defensa de Sánchez hacia Yolanda Díaz. Lo ha hecho en el marco de la acusación "machista" que le hizo esta misma semana el diputado del PP Diego Movellán. Moncloa acometerá la segunda minicrisis de Gobierno del año la próxima semana y la ministra de Trabajo pasará directamente a despachar con el presidente. Es un cambio de roles, una nueva etapa en la que no está claro cómo el PSOE reconfigurará la coalición. ¿Cómo se engrasarán las relaciones? Es una incógnita a día de hoy.

El PNV, otra pieza clave a seguir en el nuevo tablero político, ha preguntado a Sánchez por la movilidad internacional que se está permitiendo. Su portavoz, Aitor Esteban, ha afirmado que "causa perplejidad y sentimientos de discriminación en la ciudadanía, que pueden derivar en frustración" la forma en la que el Gobierno está enfocando este asunto. También ha recordado que Bruselas ha pedido recientemente coherencia a España en su política de movilidad. 

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