La presidencia se decide mañana

Moncloa airea los privilegios fiscales de Irlanda en la batalla final del Eurogrupo

El presidente amplía sus contactos con los colegas europeos en búsqueda de los apoyos necesarios para que Calviño presida el órgano. Merkel apoya a la vicepresidenta. También Italia y Portugal. 

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Moncloa airea los privilegios fiscales de Irlanda en la batalla final del Eurogrupo
EFE

Moncloa se juega en las próximas 24 horas el todo o nada por que Nadia Calviño presida el Eurogrupo. Las conversaciones y contactos se han multiplicado en las últimas horas a la espera de la reunión decisiva de este jueves en la que se conocerá si la vicepresidenta tercera recaba los apoyos necesarios para presidir el órgano colegiado de los ministros de Economía y Finanzas de la UE. Pedro Sánchez está echando el resto por su candidatura, consciente de que hay dos rivales en liza, el luxemburgués Pierre Gramegna, y el irlandés, Paschal Donohoe. Pero el principal rival de la española es el que tiene despacho en Dublín.

La batalla por el Eurogrupo se va a decidir en 'foto finish'. Ni en el gabinete de Sánchez ni en el de Calviño dan nada por ganado. La contienda con Donohae está siendo a través del teléfono, con contactos en la sombra, y más que entre ministros, que también, entre jefes de Estado y de Gobierno. Sánchez, dicen en su entorno, "se está volcando" con esta carrera en la que España aspira a situarse como una de las naciones mejores representadas en el generalato de Bruselas. Presidir el Eurogrupo, efectivamente, daría acceso a Moncloa a una situación privilegiada de cara al reparto del fondo europeo de reconstrucción. Pero aún queda "partido" y, como decía un estrecho colaborador del presidente, se va a decidir "en la prórroga".

Con las cartas y los currículums sobre la mesa Calviño ganaría de calle. Lo saben en Moncloa y es la sensación que ha recibido Sánchez en sus conversaciones de los últimos días con sus homólogos europeos. La candidatura española cuenta con tres apoyos importantes: el de Italia, el de Portugal y el de Alemania. La Francia de Macron, de momento, guarda silencio pero en el Gobierno dan por hecho que darán su voto a Calviño. Son cinco papeletas a favor, pero faltan otras cuatro. Y aquí es cuando este partido se complica ya que pertenecer a la familia socialdemócrata no implica que el gobierno en cuestión vaya a votar a Calviño. De hecho si así fuera España perdería cualquier opción ya que el Partido Popular Europeo es, con ocho ministros, el más representado.

El rival a batir para Moncloa es, por tanto, Donohoe. Opciones de ganarle hay pero las fuentes gubernamentales consultadas explican que aún hay trabajo por hacer. En este momento las conversaciones de tú a tú del Gobierno español con sus homólogos se están centrando no solo en repasar los pros de que Calviño presida el Eurogrupo sino también en airear los puntos débiles del oponente. En este sentido, en Moncloa destacan que el sistema fiscal irlandés, donde tributan grandes multinacionales acogiéndose al reducido sistema tributario del país. Otra fuente prefiere tildar a Dublín como un paraíso que provoca disonancias en el espíritu europeo.

El propio Dohonoe se ha situado en contra de la estrategia de la mayoría de los países comunitarios al oponerse a la creación de una 'tasa Google' en Europa, una figura que afectaría especialmente a su país. Irlanda es, efectivamente, uno de los Estados miembros de la UE que saldría más perjudicado de este nuevo tributo digital ya que en su país se han ubicado los principales gigantes tecnológicos debido a la reducida fiscalidad que les aplica. 

Donohoe reconoció hace unos días en una entrevista en Financial Times que cada país tiene "sus propias opiniones" sobre cuál sería el nivel adecuado de fiscalidad. "Las preocupaciones o las opiniones que tenemos en relación con el futuro de la política fiscal también las tienen otros países", añadió. Hay que recordar que Irlanda, Bruselas y Apple se encuentran pendientes de un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la devolución de 13.000 millones de euros de la compañía a Irlanda por una serie de ventajas fiscales ilegales. En 2014, Apple llegó a pagar un 0,005% de impuestos en el país atlántico.

En este contexto Sánchez sigue moviéndose. El lunes estuvo en Portugal, con Antonio Costa. Este miércoles recibe en Moncloa a Giuseppe Conte. Y la semana que viene viajará a Berlín en su segundo viaje internacional para entrevistarse con Angela Merkel. La diplomacia está siendo productiva con estos países que ya han manifestado que votarán a favor de Calviño. Con Macron hay una figura importante en movimiento: José Manuel Albares, ex 'sherpa' de Sánchez en Moncloa y hoy embajador en París. Tiene línea directa con un Elíseo movido en los últimos días.

18 votos en juego

Respecto a la votación de este jueves el sistema es el siguiente. Hay 18 ministros y para ganar se necesitan diez apoyos. Habría una primera ronda. Si no hay mayoría habría una segunda ronda y todo indica que el luxemburgués Gramegna diría adiós a la cerrera por el Eurogrupo. La segunda votación será un cara o cruz entre la española y el irlandés.

El sudoku de Moncloa tendría que concretarse, por tanto, con cuatro votos más, contando con que Alemania, Portugal, Italia y Francia votarán a Calviño. Y es ahí donde hay que hilar fino. El Gobierno socialdemócrata de Malta podría ser un aliado. Y los mediterráneos Chipre y Grecia podrían ser dos países aliados más. En principio, si la batalla se centra en términos familiares y territoriales Calviño podría plantarse, de primeras, con ocho votos. Y eso le hace estar a las puertas de la victoria. Si no la consigue el palo para la vicepresidenta y para Sánchez constaría olvidarlo.

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