Recurre su imputación

Fernández Díaz se desliga del espionaje a Bárcenas: "Ni envié ni recibí los SMS"

Desata la guerra contra su exnúmero dos y denuncia que se den por buenas las actas notariales con los mensajes que le habría enviado sobre Kitchen.

jorge fernandez diaz
jorge fernandez diaz
efe

El exministro del Interior habla por primera vez sobre la operación de espionaje a Luis Bárcenas. Jorge Fernández Díaz ha remitido un escrito a la Audiencia Nacional en el que se desvincula por completo de este operativo, que José Manuel Villarejo bautizó como Kitchen, y desata la guerra contra su exnúmero dos en el Ministerio, Francisco Martínez, negando la veracidad de los mensajes que le habría enviado durante el tiempo que duró esta operación hablando sobre el éxito de los seguimientos al extesorero del PP y dando instrucciones de la misma. 

Así lo plasma en un escrito remitido al Juzgado Central de Instrucción número 6 y recogido por La Información en el que pide el archivo de su causa apenas semanas después de que el magistrado le imputara en esta pieza séptima del caso Tándem. Su defensa explica que su imputación "carece de cualquier sustento" y que el único indicio que hay es el acta notarial aportada por el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez. "La imputación está anclada en meras sospechas y conjeturas", reza y añade: "Se acuerda su citación porque era el ministro del Interior durante los años en que, según se afirma, se desarrolló la denominada operación Kitchen, y se le atribuyen determinados mensajes de texto SMS que anticipamos, ni envió ni recibió", añade.

Se refiere el escrito a las comunicaciones que su número dos puso ante notario ante la sospecha de que la investigación acabaría apuntando hacia su persona, y que obran en el sumario de esta pieza abierta en noviembre de 2018. Precisamente el escrito hace alusión al tiempo que lleva abierta esta pieza para apuntalar que se trata de una imputación tardía y que en todo esto tiempo no se han conseguido más que "referencias genéricas, vagas e imprecisas" contra el ministro. De hecho, reprocha a los investigadores que den por buenas las actas de dos notarios de Madrid y Menorca sobre los mensajes de texto antes de comprobar su "autenticidad".

La gestión de los fondos reservados

En estas comunicaciones el ministro le daría indicaciones a su entonces número dos acerca de quien era el confidente de la Policía en esta operación, en referencia a Sergio Ríos Esgueva, chófer de Bárcenas. También habló de que la misma se saldó "con éxito" en clara alusión al volcado del material sustraído al extesorero popular entre los años 2013 y 2015 y para el que se montó un operativo parapolicial, con total desconocimiento del juez del caso Gürtel, José de la Mata, y costeado con fondos reservados. Los acusados en esta pieza justificaron los seguimientos al expolítico popular alegando que formaba parte de las pesquisas de la Audiencia Nacional por la presunta caja 'b' del PP, sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que las pruebas que buscaron tenían como fin último su ocultación al Juzgado y destrucción.

Pese a que el magistrado Manuel García Castellón acordó su imputación asegurando que los indicios apuntaban a que el Ministerio del Interior estaba detrás de este operativo, Jorge Fernández Díaz se desvincula de esta tesis: "Es claro que el origen de Kitchen ni estuvo ni afectaba al Ministerio del Interior. Y resulta obvio que el señor Bárcenas era el tesorero del PP, no del Ministerio del Interior y no dependía ni estaba vinculado con dicho Ministerio", añade para sentenciar que nunca se ha relacionado el nombre de Fernández Díaz con este asunto.

Guerra en Interior

Igualmente deja cualquier responsabilidad en manos de Francisco Martínez asegurando que las funciones de control y gestión de los fondos reservados competen a la Secretaría de Estado de Seguridad por delegación del Ministerio del Interior. Y descarta estar detrás del hecho de que Ríos Esgueva obtuviera su plaza como policía. "No existe elemento alguno del que pueda inferirse la necesidad de participación de cargos del Ministerio con capacidad de influir en la obtención de una plaza de funcionario", sentencia. Se trata de toda una declaración de intenciones acerca de cómo va a responder por estos hechos cuando sea interrogado por el instructor del caso el próximo 30 de octubre.

De este modo, se desata la guerra entre el exministro y su número dos el cual también está pendiente de declarar y ya ha avanzado que contará que las órdenes venían de arriba. Según Martínez, el no fue más que un mando intermedio de este encargo que vendría de sus superiores. De hecho avanzó que si tenía que declarar por el operativo Kitchen, detrás de él irían su ministro e incluso el entonces presidente del Gobierno. Unas reflexiones que se suman a la tesis de Villarejo acerca de todo esto estuvo auspiciado por 'El Barbas' o 'El asturiano' en referencia a Mariano Rajoy.

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