La intrahistoria de una votación inaudita

La CEOE presionó para que Vox salvara el decreto de los fondos junto a EH Bildu

Empresarios de la patronal se movilizaron para que el Gobierno no perdiera la votación económica más importante en el Congreso. El contundente rechazo del PP provocó que los movimiento se extendieran.

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La CEOE presionó para que Vox salvara el decreto de los fondos junto a EH Bildu
Europa Press

La insólita votación para convalidar el real decreto-ley de fondos europeos, que el Gobierno salvó sobre la bocina, esconde un intenso intercambio de mensajes entre dirigentes de la CEOE y los partidos políticos. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, la patronal se movilizó activamente para que el Ejecutivo de coalición no perdiera la votación económica más importante de 2021. En las horas previas al pleno extraordinario en el Congreso de este jueves, estos dirigentes empresariales presionaron para intentar que el decreto no decayera y Moncloa tuviera entonces que aprobar otro nuevo. Se hubiera generado un vacío legal que los empresarios quisieron evitar a toda costa.

Fueron horas de nervios a nivel político y empresarial. En primer lugar, para Moncloa y el PSOE, que llevaron el grueso de las negociaciones con la oposición desde hace semanas. El conocido en ámbitos políticos como "decreto 36" fue presentado a los socios del Gobierno como la ley omnibus bajo la que se da encaje a los diferentes mecanismos que permitirán el reparto de los 140.000 millones de los fondos europeos. Una norma "imprescindible" para que las ayudas se ejecuten en tiempo y forma. Pero las alarmas saltaron el miércoles: ERC comunicó que iba a votar no'. Todo se complicaba y obligaba al Gobierno a buscar un acuerdo con el PP.

Fue entonces cuando el PSOE contactó con Génova y le pidió altura de miras para apoyar un decreto vital para el tejido empresarial del país. Los de Pablo Casado no tardaron mucho en contestar: "No". Habían estudiado a fondo el decreto, en colaboración con los consejeros de las comunidades autónomas donde gobiernan, que ya habían lanzado un serio aviso al Gobierno en la primera reunión del Reglamento de los fondos europeos la pasada semana cuando obligaron a la ministra de Hacienda a tener que rehacer el sistema de votación del órgano colegiado. Más nervios para Moncloa y el PSOE.

Mientras tanto la CEOE se movió y presionó. Según algunas fuentes, con fuerza, para evitar que ese decreto se rechazara como ya ocurrió con el de remanentes de los ayuntamientos en septiembre del año pasado. La de este jueves, por tanto, iba a ser la segunda gran derrota parlamentaria para la coalición pero en un asunto mucho más importante para la patronal, que está siguiendo muy de cerca los movimientos del Gobierno y que incluso ha montado un oficina propia de fondos europeos para canalizar los proyectos empresariales. La CEOE, por tanto, tenía su interés en que este decreto no fracasara y así lo hizo saber a diferentes representantes políticos.

La mañana del jueves amaneció movida. El PP hacía oficial su "no" en boca de su vicesecretaria de Sectorial y portavoz económica, Elvira Rodríguez. Ella misma argumentó más tarde en la tribuna del hemiciclo que daban la espalda al Gobierno por "la discrecionalidad, falta de transparencia y concentración de las decisiones". "Este real decreto no sólo no resuelve nada, sino que además lo complica todo", añadió. Y destacó que "las decisiones sobre los fondos se van a tomar en Moncloa". Cristalina. Todo ello mientras las negociaciones con Cs, EH Bildu y otros socios minoritarios continuaban de forma paralela.

Y entonces apareció Vox. Fue el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien anunció desde la tribuna la abstención de sus 52 diputados, lo que confirmaba que el decreto quedaba salvado in extremis por mayoría simple. 170 síes, 126 noes y 52 abstenciones. Mayoría simple y en la CEOE respiraron tranquilos. Minutos más tarde EH Bildu se sumaba al 'sí', junto al PNV, y rompía la unidad de acción parlamentaria con ERC. Lo entendieron, los de Oriol Junqueras ya habían iniciado la campaña catalana, explicaron. Si Vox hubiera votado 'no', el decreto habría fracasado y todo el engranaje montado durante varios meses por el Gobierno hubiera decaído. Cs y los cuatro diputados del PDeCAT también se fueron al 'no'.

Fuentes de Vox aseguran que en ningún momento mantuvieron una negociación política con el PSOE, ni siquiera algún contacto, sino que su abstención se decidió internamente por "el interés de las familias españolas". En el PSOE coinciden en que el voto de Vox fue espontaneo, no buscado en ningún momento. Sí reprochan los socialistas al PP que no hayan tenido responsabilidad para abstenerse pues se trataba de un "asunto de Estado", una votación trascendental para encarar la recuperación.

Vox quiso aclarar más tarde que su abstención no es un apoyo al Gobierno. "Los trabajadores y empresarios españoles necesitan la llegada urgente de ayuda económica  para intentar sostener los empleos, los negocios y poder mantener a sus familias -explicaron-. La situación es dramática y no se puede esperar más". La formación presidida por Santiago Abascal anunció que ya prepara enmiendas durante la tramitación como proyecto de Ley "para que las ayudas lleguen a los trabajadores y pequeños empresarios". Precisamente ERC habló de que el "autor real" del decreto de fondos europeos "es la CEOE y entrega todo el dinero al Ibex".

"Una vez más Vox ha demostrado que no se mueve por mezquinos y cortoplacistas intereses electoralistas pensando, como han hecho PP, Ciudadanos, ERC o JxCAT, que solamente se han movido en función de intereses de partido de cara a las próximas elecciones catalanas. Ahora son ellos quienes deben explicar por qué ha pesado más el interés de sus partidos que las necesidades de los españoles", expusieron. "Nadie puede acusar a Vox de apoyar a este Gobierno ilegítimo, otros llevan pactando desde el principio de la legislatura en un consenso que no soluciona los problemas de los españoles", añadieron desde la formación.

El PP, por su parte, reaccionó en tromba contra Vox. El secretario general, Teodoro García Egea, afirmó que "luego vendrán con mociones de censura, pero Vox es un salvavidas para Sánchez"; y la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, añadió más tarde: "Señores de Vox, si la gestión de fondos que plantea el Gobierno no es buena para el futuro del país, salvar a Sánchez no es salvar a España. A España se la salva haciendo que cambie la manera de gestionar clientelar y sin controles. Los fondos son de los españoles, no del Gobierno". Siguiente parada: 14-F, elecciones catalanas.

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