Pedro Sánchez está cuidando al máximo la candidatura de Salvador Illa para las elecciones catalanas. Ferraz, según las encuestas que maneja, sigue viendo factible ganar la partida al independentismo con un cabeza de cartel cuya figura política se ha ido cincelando con esmero desde Moncloa en los últimos meses. Desde que el secretario general del PSOE tomara la decisión, en noviembre, de ejecutar el relevo de Miquel Iceta y de impulsar al titular de Sanidad como candidato a la Generalitat, las comparecencias y decisiones del titular de gestionar la pandemia han sido pensadas con ese objetivo. No son, por tanto, casuales sus ruedas de prensa como ministro desde Barcelona (ya ha dado tres en las últimas semanas) para anunciar la buena nueva sobre las vacunas o ese premeditado "estamos ante el principio del fin de la pandemia". El objetivo es convertir ahora a Illa en 'míster vacuna'.
La suspensión de los comicios para el 14-F ha desbaratado el revulsivo que había provocado Illa en las encuestas. El sanchismo lo asume. El anuncio de su candidatura había puesto patas arriba el tablero político catalán, con algunos estudios que le colocaban incluso como el ganador de los comicios. El PSC no prevé recurrir la decisión adoptada este viernes por la mayoría de los partidos. El objetivo en este momento es otro: dar un vuelco a la imagen de Illa. Quedan cuatro meses y medio para consolidar al candidato y en eso se van a volcar en la sala de máquinas socialista.
Illa, definido por sus colegas de partido como el "candidato prudente", cuenta con un escaparate que Sánchez va a aprovechar: el Ministerio de Sanidad. El presidente, por tanto, mantendrá al de La Roca del Vallès en el Consejo de Ministros durante los próximos cuatro meses. Se retrasa hasta mediados de mayo, explican fuentes del entorno del jefe del Ejecutivo, la minicrisis de Gobierno que iba a suponer un efecto dominó, con Carolina Darias desembarcando en Sanidad y con Miquel Iceta volviendo a Madrid en calidad de titular de Política Territorial y Función Pública.
También hay riesgos en la estrategia. En este momento Sanidad se ha convertido en un polvorín. En pleno recrudecimiento de la tercera ola, con los positivos y la incidencia acumulada disparados, el incremento día tras día de los fallecidos, así como de la capacidad de las camas de UCI, Illa viene sufriendo un evidente desgaste político que hasta que no se doblegue la curva no desaparecerá. Pero en Ferraz calculan que para el 14 de mayo, día de la pegada de carteles y del inicio de la campaña, la situación sanitaria será muy diferente. Será el momento de que Illa deje Madrid, abandone La Moncloa (el complejo en el que vivió durante el confinamiento) y también será un escenario en el que el avance de la campaña de vacunación ya podría ser notable. Eso es lo que podría poner en bandeja la campaña a los socialistas: Illa convertido en el líder del 'Gran Plan de Vacunación' como reclamo para el votante catalán.
Sánchez quiere ahora convertir a Illa en el líder del 'Gran Plan de Vacunación' como reclamo para el votante catalán
En el PSOE empiezan a hablar ya del 'factor Illa'. El efecto Illa ya se ha disuelto y ahora resta un medio maratón hasta el 30-M que se va a convertir en un 'todos contra Illa'. Lo asumen también. Pero no van a rehuir el debate, al contrario. Consideran que el ministro con fecha de salida se ha convertido ahora en un candidato que cuanto más tiempo pase más se puede consolidar. De revulsivo a 'Míster Vacunas' en una campaña donde, según las previsiones del Gobierno, a un elevado porcentaje de la población se le podría haber inoculado ya las dosis de Pzifer, Moderna, Oxford o las que lleguen. El cálculo publicado es que a finales del verano el 70 % de los españoles estarían vacunados pero en mayo ese porcentaje ya puede acercarse a la mitad de la ciudadanía. La inmunidad de grupo estaría cercana.
El giro en el discurso de Illa
Illa ya está girando su discurso público hacia la vacunación. Lo lleva días haciendo y lo seguirá poniendo en práctica progresivamente. Este sábado, desde la ciudad condal, ha descartado un confinamiento domiciliario como el de marzo y ha desvelado que la próxima semana se anunciará el segundo grupo que se vacunará. "Gestión semana a semana" hasta el 14 de mayo.
El objetivo del PSOE-PSC es reconquistar al votante de centro-izquierda que les había abandonado en los últimos años y que había depositado sus confianzas en Ciudadanos, esencialmente, o en opciones independentistas. Illa, creen, lo puede hacer. Todo ello impulsado por un candidato que va a seguir gestionando la pandemia y la vacunación semana tras semana; y con un foco dirigido desde Moncloa y prácticamente diario en los medios de comunicación nacionales. Todo ello le podría llevar a Illa a dar incluso, según los cálculos de los socialistas, un mordisco aún mayor al independentismo que si las elecciones se hubieran celebrado el 14 de febrero.
Durante estos meses el Gobierno central también tendrá que previsiblemente mojarse sobre los posibles indultos a los líderes del procés antes de las catalanas y eso es un escenario que también tiene sus riesgos. El proceso se encuentra en plena tramitación y una vez que el Ejecutivo reciba los informes, tanto del Supremo como de la Fiscalía, llegará el momento de tomar la decisión. El tablero catalán se mueve y las fichas se reconfiguran.
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