Sánchez teme un recibimiento hostil de la UE y Merkel en pleno desafío italiano

  • El candidato de la moción de censura da por seguro que tendrá que lidiar con la incertidumbre y que será muy difícil gobernar con 85 diputados.
Pedro Sánchez se olvida del 'no es no' y busca el centro ahora casi a la desesperada
Pedro Sánchez se olvida del 'no es no' y busca el centro ahora casi a la desesperada
Pedro Sánchez se olvida del 'no es no' y busca el centro ahora casi a la desesperada
Pedro Sánchez durante su anterior etapa en el Congreso. L.I.

España está cerca de dar un giro radical en las próximas horas con la moción de censura que todo indica que saldrá adelante este viernes. Pedro Sánchez tomará, si nada falla, las riendas de un Gobierno sobre el que Bruselas y nuestros vecinos comunitarios van a poner la lupa, pase lo que pase. El candidato a relevar a Rajoy en La Moncloa conoce que la hoja de ruta económica que ha propuesto no gusta tampoco a los mercados. Pero en su equipo destacan que ha sido valiente y que la historia le juzgará como un político fiel a sus principios. El ambiente en la bancada socialista es de satisfacción contenida a la espera de la votación.

"Nos queda por delante una labor ímproba", reconocía un diputado socialista del área económica sobre el casi seguro futuro que se les abrirá a partir de mañana. Otro compañero era más contundente: "Ayer hablábamos de suspense, hoy ya podemos hablar de incertidumbre". Tanto Sánchez como su equipo de colaboradores son conscientes de que, si llegan a La Moncloa, el recibimiento que le darán las instituciones comunitarias y los mercados no será precisamente agradecido, según explican a La Información fuentes cercanas al secretario general del PSOE. El 'sanchismo' da por descontado una bienvenida hostil, tanto por parte de la UE, como por parte del Ejecutivo alemán de Angela Merkel.

Un buen termómetro para comprobar cómo será el Gobierno de Sánchez será el primer Consejo Europeo al que podría acudir. El socialista se ha comprometido a llevar un acuerdo de mínimos pactado con otras formaciones, pero ya hay fuentes en su partido que reclaman autonomía y una posición dura con respecto a los gobiernos que le van a pedir explicaciones por las medidas que pretende aplicar. "Queremos hacer cosas que no van a ser bien recibidas", apuntan las fuentes del PSOE, que reconocen que Sánchez no tiene nada que perder una vez dado el paso de presentar la moción de censura.

En el equipo económico del PSOE son conscientes también que la situación global no favorece a las finanzas domésticas cuyas riendas cogerá Sánchez si todo se cumple. Destacan la guerra arancelaria con Trump y, por supuesto, el peligro del contagio de la inestabilidad en Italia. La situación en el país transalpino enciende todas las alarmas en el 'sanchismo'. De hecho, antes de llegar al Gobierno consideran que es su principal reto: poner un cortafuegos para que no haya vasos comunicantes con España. Son conscientes de que la situación en Italia puede empeorar aún más si el futuro Ejecutivo de la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas plantea, por ejemplo, un referéndum para decidir si el país debe salir del euro.

Cómo se gobierna con 85 diputados

85. Es el número de diputados con el que cuenta Pedro Sánchez. Ni él mismo tiene escaño. Los socialistas lo saben y vaticinan que "va a ser muy difícil gobernar" con ese número de apoyos si ganan la moción de censura de hoy. Si Rajoy ha tenido dificultades hasta ahora lo del 'sanchismo' puede ser un infierno cuando el Gobierno tenga que llegar a acuerdos parlamentarios. Pero lo van a intentar y recuerdan que el PP también ha sacado importantes leyes con formaciones nacionalistas: los propios Presupuestos con el PNV y el decreto de la estiba con el PDeCAT, por ejemplo.

En el PSOE ven que el Gobierno de Sánchez, siempre y cuando termine tomando posesión, contará con tres oposiciones. Por un lado, la del PP (con Rajoy o sin Rajoy). Prevén que la bancada conservadora se revuelva e intente boicotear cualquier posición. En segundo lugar la de Ciudadanos, y más después del duro discurso que le ha dedicado Sánchez a Rivera. Y, por último, la de Podemos, que intentará buscar su hueco en un hemiciclo después de un mala racha tras la polémica del chalé.

Y a todo ello hay sumar la presión que calculan que llegará desde Bruselas. "Lo primero que nos van a decir es cómo vamos a cumplir el déficit", apuntan fuentes del equipo económico socialista. Y es que el programa que ha propuesto Sánchez contempla medidas que incrementan el gasto. No descartan en el PSOE que la Comisión pueda exigir medidas contundentes, como algún recorte. Creen que tendrán más dificultades con la UE si alcanzan los ministerios de las que ha tenido el Gobierno de Rajoy.

Pero aquí no acaban las pegas que ponen los propios socialistas a un hipotético Gobierno de Sánchez. Creen que el hecho de llegar a La Moncloa tendrá sus consecuencias en los gobiernos autonómicos que ocupan los socialistas gracias a acuerdos con Podemos. "Ahora no estamos unidos contra los ogros del PP; ahora serán nuestros rivales y van a intentar desgastarnos como sea", afirman desde la bancada socialista. No descartan que algún Ejecutivo autonómico del PSOE caiga en los próximos meses.

La herencia de Guindos en el BCE

Y un último detalle, el más importante para algunos. En el PSOE también se habla de que el Gobierno de Rajoy alcanzó un compromiso con Alemania a cambio de situar a Luis de Guindos en la vicepresidencia del BCE. Ese pacto contempla que España apoyará a Jens Weidmann como candidato a sustituir a Draghi. Eso supondrá -vaticinan- malas noticias para España, que impondrá medidas más contundentes que en etapa del italiano y se caracterizará por una política de una mayor austeridad, especialmente con los países del sur. 

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