Moreno niega desencuentro con Cospedal aunque el PP es "plural y heterogéneo"

Sevilla, 17 feb.- El candidato a la presidencia del PP-A, Juan Manuel Moreno, ha negado hoy que exista un "desencuentro" entre él y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aunque ha subrayado que su partido es "absolutamente heterogéneo, plural y muy poliédrico".

En una entrevista en la SER, Moreno, que aún no ha podido hablar con Cospedal aunque tendrá "próximamente" un encuentro con ella, según ha asegurado, ha señalado que puede entender que en el PP haya diferentes "sensibilidades, gustos y apetencias", pero ha recalcado que lo importante es que los ocho presidentes provinciales y los afiliados de base del PP-A le han recibido "con mucha ilusión".

Tras rechazar que Cospedal se encuentre en una situación de debilidad, ha insistido en que fue él y sólo él quien decidió "tirar para adelante" -con el "plácet" del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy- y que nadie le ha "empujado" para que sea candidato, sino que ha tomado una decisión "libre".

El también candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía ha admitido que tiene por delante una "etapa compleja", con una adversaria política "fuerte, dura y nueva", pero ha subrayado que está "ilusionado" y convencido de que puede ser el primer presidente de Andalucía del PP, por lo que el reto "merece la pena".

Ha aclarado que no ha pedido "todavía" la dimisión de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que "lleva cinco meses y hay que dejarle tiempo para que gobierne", aunque ha exigido coherencia" al PSOE tras recordar que ha solicitado elecciones anticipadas en Navarra porque hay unas "sospechas" sobre la Consejería de Hacienda, por lo que parece "razonable" que "cesara" al vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, sobre quien "hay sospechas también".

Sobre el debate de Cataluña, Moreno cree que Andalucía debe jugar un "papel fundamental" como garante de la igualdad, aunque ha criticado que la presidenta de la Junta haya puesto "en la misma balanza" al presidente del Gobierno, que defiende la Constitución, y al de la Generalitat, que promueve un proyecto "rupturista".