Consecuencias de la derrota en las urnas

Moncloa ocultó el Plan de Recuperación para no perjudicar al PSOE ante el 4-M

Dirigentes socialistas piden a Sánchez un rearme ideológico para impulsar un giro a la izquierda y un dirigente de peso en el PSM ante el batacazo electoral en Madrid y la abrumadora victoria de Ayuso.

Efe
Moncloa escondió el Plan de Reformas para favorecer las expectativas del PSOE
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Moncloa no quiso publicar el Plan de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia hasta después de las elecciones del 4-M en Madrid. ¿El motivo? Según fuentes conocedoras de la estrategia, que algunas medidas contempladas en el documento programático donde está en juego el futuro del país no perjudicaran los intereses políticos del PSOE en la Comunidad de Madrid. Por ejemplo, en ese documento hay pistas sobre los planes fiscales del Gobierno, como la implantación de peajes o el impuesto específico a los billetes de avión, que podían lastrar al candidato con el que se volcó Pedro Sánchez. El equipo económico del Ejecutivo dio orden de retener el documento de 2.400 páginas tras el problema de con el IRPF conjunto.

Viernes 30 de abril por la tarde. El equipo de la Secretaría General de Asuntos Económicos y G20 de Moncloa aprieta el botón de 'enviar' y remite a la Comisión Europea los treinta componentes que darán acceso a los 150.000 millones de los fondos europeos. Mientras tanto, Gabilondo se bate el cobre en los últimos mítines de campaña, con la plana mayor del PSOE y el propio presidente. El documento contiene asuntos problemáticos desde el punto de vista electoral para los socialistas en general y para la izquierda en particular. Por eso, precisamente, se tomó la decisión de hacerlo público en la mañana de este miércoles, apenas 15 horas después de que los colegios electorales en Madrid se cerraran y comenzara el escrutinio.

El Plan, en realidad, lleva perfilado desde mediados de abril. Al menos el grueso de las conocidas como 'fichas' con las reformas comprometidas con Bruselas. Se aprobó en la Comisión Interministerial para la Recuperación, Transformación y Resiliencia que se reunió el día 13 en Moncloa y el presidente lo presentó ante el Congreso al día siguiente. En esas horas Moncloa presentó ante los periodistas una 'abstract' compuesto por un primer documento de 217 páginas y un anexo de 109. El pasado 30, cuando el Gobierno remitió a la UE el Plan final se volvió a difundir ese resumen conjunto con un PDF de 348 páginas. Hasta que no se ha votado no se ha difundido el Plan final. Un dato: sólo el componente 23, el de la reforma laboral, contiene 90 páginas o el 17, el de la "reforma institucional y fortalecimiento de las capacidades del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación", tiene 91 folios.

Moncloa y el PSOE, por tanto, privilegiaron sus intereses electorales en una noche en la que no esperaban una derrota tan contundente. Al contrario, llegaron a ser optimistas por momentos. Ahora en el socialismo, y especialmente en el PSM, miran a Sánchez, a Iván Redondo, su jefe de gabinete, y a un grupo de ministros que se han quemado políticamente en las últimas semanas, a su juicio. Pide reacción inmediata y una autocrítica profunda que no termina de llegar. Los socialistas reúnen este jueves a su Ejecutiva para abordar la situación y encarar los próximos meses.

Dirigentes del PSOE piden también acometer un rearme ideológico inmediato del socialismo. Ocupar un espacio político más a la izquierda que ha sido aprovechado por Más Madrid este 4-M y que en la coalición está monopolizando Unidas Podemos en cierta medida. Solicitan, en definitiva, a Sánchez que ponga una marcha más en el programa de Gobierno y active ya medidas o leyes que puedan movilizar a su electorado y evitar fugas. El PSOE tiene convocado su 40 Congreso Federal para octubre pero los dirigentes críticos piden un giro inmediato.

Los socialistas se han desangrado en Madrid con un voto que sí confió en Gabilondo en 2019 pero que esta vez se ha dividido entre Más Madrid y el PP de Ayuso, según los análisis internos. La estrategia de polarización impulsada desde Moncloa y Ferraz no ha tenido los efectos deseados y eso obliga a buscar un relevo a Gabilondo. Ya hay un movimiento que pide la elección de un 'súpercandidato' para que vaya fogueándose en la política madrileña en los próximos meses y sea capaz de de plantar cara a Ayuso en 2023. De momento, este jueves en la ejecutiva regional su secretario general, José Manuel Franco, no ha dimitido y ha pedido calma a sus cuadros.

El PSOE planteó una campaña de polarización extrema, con Sánchez incluso proclamando que lo que estaba en juego era la democracia. Pero el sector crítico con estos movimientos consideran que se ha fallado estrepitosamente y que los tumbos que se han ido dando, cambiando de lema y de mensajes a medida que avanzaban los días, deben tener analizarse en clave interna. Un dato que manejaban los socialistas es que desde el debate a seis los encuestas no se movieron. Ayuso arrasaba desde ese momento y ni las cartas con balas ni el golpe sobre la mesa que dio Pablo Iglesias en el debate de la Cadena SER ayudó a movilizar el voto contrario a Ayuso. Fue una campaña de "encefalograma plano" para la izquierda.

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