Un golpe de timón pensando en 2023

El PP peinaba el mercado desde 2019 y el caso Bárcenas aceleró el adiós a Génova

Los populares llevaban sondeando inmuebles desde las elecciones de abril de 2019. El encargado de la mudanza será Teodoro García Egea, a quien Casado confirma como número dos. Busca consultora externa.

El PP buscaba nueva sede desde 2019 y el caso Bárcenas ha acelerado la mudanza
El PP buscaba nueva sede desde 2019 y el caso Bárcenas ha acelerado la mudanza
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Golpe de timón de Pablo Casado pensando en las elecciones de 2023. El presidente del PP ha acelerado una serie de cambios que se venían tiempo estudiando en la dirección del partido pero que se han acabado acelerando por el enorme daño que ha infligido Luis Bárcenas en los resultados de los populares en las elecciones de Cataluña. Génova es una sede de la que la cúpula del partido quería huir desde hace tiempo. En concreto, desde 2019 cuando Casado ya compartió con su ejecutiva la posibilidad de abandonar el histórico inmueble desde cuyo balcón se han celebrado los triunfos electorales de José María Aznar o de Mariano Rajoy. También los de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón en Madrid. El estudio del mercado inmobiliario lleva varios años en marcha.

Desde que Casado alcanzó la presidencia del PP la idea de mudarse venía planeando por la cúpula del PP. De hecho, según fuentes de la dirección nacional consultadas por La Información, el secretario general, Teodoro García Egea inició una exploración de varios inmuebles en ese momento, hace casi dos años. El equipo del número dos popular escudriñó el mercado en búsqueda de un edificio diferente, más modesto a las siete plantas que actualmente ocupan y acorde a las actuales necesidades del partido. Fue, especialmente, tras las elecciones generales del 28 de abril, las primeras de Casado, cuando en las filas populares empezó a cobrar fuerza la idea. El resultado de esos comicios fue un batacazo: 4,3 millones de votos y 66 diputados, 71 menos que los que heredó de Mariano Rajoy. Momento de comenzar a buscar opciones para una mudanza.

Fueron semanas en las que el PP llegó a temer seriamente por cuadrar sus cuentas económicas y, incluso, planteó un ERE. Había que reducir gastos. Se barajó vender la sede o alquilar algunas plantas. Finalmente el propio secretario general elaboró un plan de reducción de costes en el partido que salvó a Casado y su equipo de abandonar la histórica sede. Se comenzó, por ejemplo, a cobrar 50 céntimos por el café. Mantener la Comunidad de Madrid en las elecciones autonómicas de 2019 y recuperar el Ayuntamiento de la capital fueron decisivos también para no tomar decisiones drásticas.

Con la idea de abandonar Génova sobre la mesa y contemplada ya a alto nivel, el detonante de la decisión ha sido el 'caso Bárcenas'. La noche del pasado 6 de febrero, en plena campaña electoral de las catalanas, el extesorero del PP soltaba su 'bomba' en forma de confesión. Portada de El Mundo: "He negociado con dos personas muy vinculadas al PP actualmente enterrar el 'hacha de guerra' y no han cumplido". La consecuencia fue un desplome inmediato en los sondeos. El PP venía hasta ese día manejando trackings internos que les daban 9 ó 10 escaños en los comicios del pasado domingo. A partir de la publicación de las palabras de Bárcenas las expectativas del PP se desplomaron. De la noche a la mañana pasaron a la mitad. Al día siguiente, a 4. Al siguiente, a 3. E, incluso, Casado y su equipo llegaron a manejar sondeos que les sacaban del nuevo Parlament. Debacle absoluta. Momento de activar el cambio de sede.

La búsqueda de un nuevo inmueble, por tanto, no parte de cero. Casado y García Egea, junto a los vicesecretarios, la deciden poner en marcha antes de la noche electoral. El presidente lo dejó caer en una entrevista con Carlos Alsina, en Onda Cero: "Lo importante es dejar muy claro que mi partido es un proyecto político que merece la pena. Lo demás es una cuestión estética y formal. Lo importante es el proyecto político". La noche del 14-F los peores augurios de los trackings se confirman. Alejandro Fernández consiguió por escaso margen no ser fuerza extraparlamentaria pero la decisión de marcharse de Génova ya estaba tomada. el propio secretario general la difunde con los primeros resultados desde la sala de prensa: "Es la última factura que vamos a pagar". El mensaje lo repiten al día siguiente Pablo Montesinos, Cuca Gamarra y Javier Maroto.

La noche del 14-F los peores augurios de los trackings del PP se confirman. Fernández consigue no ser fuerza extraparlamentaria pero la decisión de salir de Génova estaba tomada

El PP ya tiene varios inmuebles en Madrid preseleccionados. Se busca, indican las fuentes internas consultadas, una sede icónica y moderna, acorde al mensaje que el partido quiere transmitir en los próximos meses. García Egea está coordinando todo y queda por decidir qué hacer con Génova. El partido, con Mariano Rajoy al frente, pagó 37 millones a Mapfre en 2016. Aún debe 12 millones y podría llegar a recuperar 36. 

En el PP de Casado no tienen miedo a las implicaciones que está teniendo desligarse del proyecto de Mariano Rajoy. "Estamos hartos", proclaman desde la cúpula. De hecho, en las filas populares hay quien sospecha que exdirigentes del partido están filtrando o ayudando a filtrar a medios de comunicación informaciones contra la actual dirección, esencialmente señalando al responsable de Justicia, Enrique López, como interlocutor con Bárcenas. El golpe de timón de Casado busca precisamente ese objetivo: romper definitivamente con el 'marianismo'. Ya lo hizo en la campaña catalana cuando se desmarcó de la actuación del anterior Gobierno sobre el 1-O, apuntando implícitamente a la exvicepresidenta Sáenz de Santamaría.

Se busca consultora para el departamento de compliance

El PP también anunció este martes la constitución de un departamento de compliance y para ello se estudia a recurrir a una especie de colaboración público-privada. Habrá un equipo interno para también se está estudiando echar mano de ayuda externa, de una consultora, por ejemplo, para aportar una mayor transparencia al mensaje de ejemplaridad que ha ordenado aplicar Pablo Casado más si cabe a partir de ahora.

Son cambios radicales, incluso arriesgados, pero apoyados por los barones, afirman. De hecho, Casado eligió los tiempos para el anuncio. En el Comité Ejecutivo Nacional de este martes la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del PP de Extremadura, José Antonio Monago, tomaron la palabra para apoyar a su presidente. El día anterior había hablado también Alberto Núñez Feijóo, desligando el proyecto de Casado a nivel nacional del resultado en las catalanas. Fue un espaldarazo en Madrid.

Estos cambios de Casado necesitan "tiempo", afirman en la cúpula del PP, para que se consoliden. Un temor sí que circula por las filas populares: que Pedro Sánchez anticipe las elecciones generales en este impás. Algunos sospechan de la estrategia de Iván Redondo, a quien en el PP catalán y extremeño conocen bien por haber trabajado para ellos. La consigna es "aguantar". Citan el caso del 10-N, donde pasaron de 66 diputados a 89.

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