Venezuela y la cultura, motivos de batalla

Otro 'duelo a garrotazos': el PP entroniza a Guaidó y Sánchez triunfa con los Goya

  • El Gobierno se centra en apoyar a uno de sus sectores más favorables y la oposición opta por acoger a un líder que es un referente para su electorado.
Juan Guaidó, durante el mitin que ofreció en Madrid
Juan Guaidó, durante el mitin que ofreció en Madrid
EFE

Solo han hecho falta dos semanas de Gobierno de coalición para que se evidencie el choque ideológico entre PSOE y Podemos y la oposición de PP, Vox y Ciudadanos. El 25 de enero de 2020 ya es una de las fechas señaladas en esta batalla por el simbolismo político y cultural, donde los contrastes entre las prioridades de unos y otros no pueden ser más significativos. La disputa la centran la agenda exterior y el mundo de la cultura, con una como elección de la derecha y con la izquierda volcándose en la otra. El protagonista de la primera ha sido el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, al que 'populares' y naranjas, con el apoyo de los de Santiago Abascal, han dado trato de jefe de Estado durante su visita a Madrid. Casi a la vez, Pedro Sánchez ha estado respaldando al mundo del cine en la ceremonia de los Goya, que le ha correspondido con buenos deseos. Todo un aval con su presencia a uno de sus sectores fetiches. 

El también líder socialista tuvo una noche muy plácida en la gala celebrada en Málaga, donde estuvo acompañado por los ministros de Cultura y Consumo, José Manuel Rodríguez Uribes y Alberto Garzón. Los guiños ya empezaron desde la alfombra roja, cuando los presentadores, Andreu Buenafuente y Silvia Abril, celebraron que asistiera al evento. Algo que para ellos "debería ser lo normal gobierne quien gobierne". Ya en la dinámica de la entrega de premios, Sánchez fue objeto de varias bromas de Buenafuente y Abril, recordándole que el presidente allí era Mariano Barroso, el responsable de la Academia de las Artes y las Ciencias. A lo que sumaron que "Pedro es Almodóvar y el guapo es Antonio Banderas". Hubo otros guiños a miembros del Consejo de Ministros, como Pablo Iglesias o Irene Montero. Pero no hubo críticas. Solo peticiones de apoyo a la cultura, además del deseo de Pedro Almodóvar de que a Sánchez "le vaya bien porque nos irá bien a todos".

Pedro Sánchez, en la gala de los Goya 2020
Pedro Sánchez, en la gala de los Goya 2020 / EFE

Guaidó no critica a Sánchez

Las diferencias también han estado en que los dos sectores ideológicos realizaron varios desaires a los participantes de los actos a los que ha acudido su rival. Sánchez ha rechazado recibir a Guaidó a pesar de que España le reconoció como 'presidente encargado', tal y como acordó la Unión Europea hace casi un año, cediendo el encargo a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. De hecho, el Gobierno no ha tenido ningún gesto con el líder venezolano más allá de este. Incluso se ha visto envuelto en su primera gran polémica por la reunión secreta en el aeropuerto de Barajas del titular de Transportes, José Luis Ábalos, con la 'número 2' de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez. Un hecho que está relacionado con la decisión del presidente de no encontrarse con Guaidó, ya que tomó la decisión justo después de la cita de su ministro. 

Durante sus múltiples intervenciones en la tarde del sábado en Madrid, Guaidó no ha querido 'hacer sangre' con Sánchez por haberse negado a recibirle personalmente. De hecho, incluso ha recordado que el Gobierno español fue el primero que le reconoció en la UE cuando reclamó el poder para así derrocar a Nicolás Maduro. Un perfil conciliador con el que ha aprovechado para emplazar al jefe del Ejecutivo a volver a verse cuando sea presidente de su país oficialmente, ya sea en España o en Venezuela. Pero no ha ido más allá, y ha justificado el plante con motivos de agenda. A pesar de esto, no le han faltado muestras de respeto y de admiración. Especialmente desde los partidos de la derecha, como Vox y PP, a los que se han sumado cientos de sus compatriotas en el mitin que ofreció en la Puerta del Sol.

La cúpula del PP, con Pablo Casado a la cabeza, agasajó al líder venezolano, mientras el jefe del Ejecutivo pasó la jornada en Málaga junto a los referentes del cine español. Los encargados de organizar el recibimiento a Guaidó fueron José Luis Martínez Almeida e Isabel Díaz Ayuso, que desde las instituciones que gobiernan la entregaron las máximas condecoraciones. El alcalde de Madrid le cedió las llaves de la ciudad, algo que solo se hace con los jefes de Estado, y la presidenta de la Comunidad madrileña le distinguió con la Medalla Internacional de la región. Un reconocimiento que no había recibido nadie hasta ahora desde la creación del mismo en 2017. Todo un despliegue, en el que también estuvieron implicados Vox y Ciudadanos, que sitúa a Guaidó a la altura de los máximos líderes que han pasado por la capital del país.

Venezuela ha sido uno de los temas con los que los tres partidos de derecha han desgastado más a Pedro Sánchez desde que llegó a Moncloa. La postura española sobre Nicolás Maduro, la crisis que vive el país y el liderazgo de Guaidó son tres de los asuntos que han servido a Casado, Albert Rivera (ahora, Inés Arrimadas) y Santiago Abascal para criticar al presidente. Esta estrategia sirve para contentar a un electorado que ya rechazaba a Hugo Chávez y ahora hace lo mismo con su sucesor. Lo mismo han hecho con Podemos desde que se fundara como partido, con Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y el exdirigente Íñigo Errejón como dianas. Todo por los vínculos acreditados de hace varios años de gran parte de los morados con la revolución bolivariana.

La derecha y el cine español

Pero esa relación distante entre Sánchez y el presidente encargado de Venezuela puede considerarse incluso respetuosa si se compara con la que tienen partidos como el PP con el cine español. Los de Pablo Casado nunca han ocultado su rechazo a las posiciones más favorables a los socialistas y a Podemos de la mayoría de actores, directores o productores del sector. Algo que viene desde tiempos de José María Aznar, con la ceremonia de los Goya de 2003 como punto de inflexión. Aquel evento, recordado como el del "No a la guerra", se convirtió en una protesta en horario de máxima audiencia contra la intervención de España en Irak. Desde entonces, los reproches entre unos y otros han sido constantes.

Con Mariano Rajoy tampoco se calmaron las aguas. El expresidente no se cortó en lanzar dardos en numerosas ocasiones al mundo de la cultura en general. Su desencuentro se disparó cuando actores, músicos y otros artistas montaron la conocida como Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ). Desde ese momento, desde la derecha se conoció a Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat o Ana Belén como "los de la ceja", en referencia al gesto que usaban para mostrar su respaldo a José Luis Rodríguez Zapatero. Además, el exlíder del PP nunca acudió durante su mandato a la ceremonia, y se echó a todos los creadores cinematográficos encima con su decisión de no dedicar un ministerio específico a la Cultura. Quien sí parece haber reconducido la situación es Pablo Casado, que el año pasado sí asistió a la gala celebrada en Sevilla.

A la vez que el nuevo PP empezaba esa posible reconciliación, al cine español se le abría otro frente con el auge de Vox. El partido de extrema derecha detesta abiertamente al sector cultural, a los que considera unos "subvencionados", e insiste en llamarles "los de la ceja" por su apoyo a Zapatero hace más de 10 años. Los Goya también han sido foco de enfrentamiento entre ambos. Abascal y su cúpula se quejaron hasta el año pasado de que se les discriminaba al no invitarles a la entrega de premios anual. Este año, cuando sí han sido invitados, se han negado a ir por considerar que solo sirve para hacer "mítines políticos" favorables a la izquierda. 

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