Tras duras negociaciones

Primer obstáculo para Feijóo: Mañueco mete en el nuevo gobierno de CyL a Vox

El presidente de Castilla y León ha tenido que ceder la vicepresidencia y 3 consejerías a los de Abascal. El líder gallego culpa al PSOE del desenlace y afirma que había que "elegir entre Vox o adelanto electoral"

Mañueco Vox composición Cortes Castilla y León
Fernández Mañueco, a la derecha, aplaude a García Gallardo, en el centro de la imagen.
EFE

Duras negociaciones, búsqueda de apoyos en los grupos minoritarios, intentos, hasta el último momento, de apoyos externos sin responsabilidad ejecutiva... Finalmente, el líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, será presidente de la Junta de las nueve provincias tras rubricar un acuerdo de Gobierno de coalición con Vox. Las expectativas de Mañueco de poder tutelar en solitario el Ejecutivo se han visto así truncadas: apretando los dientes, el salmantino ha tenido que dar entrada al líder de Vox en la comunidad autónoma, Juan García Gallardo como vicepresidente e incorporar a tres consejeros del partido de Santiago Abascal.

El nuevo Gobierno castellano y leonés se convierte así en un laboratorio desde el que el próximo líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, podrá comprobar los efectos de una coalición política que puede marcar el futuro de otras comunidades autónomas y, en su caso, hasta del gobierno de España cuando se convoquen elecciones generales. Asimismo, para Vox la exposición a las tareas de Gobierno supondrá un desgaste que, hasta el momento, había conseguido evitar manteniéndose como apoyo externo en otros ejecutivos autonómicos o municipales.

Núñez Feijóo ha asegurado que la decisión de Fernández Mañueco de pactar con Vox ha evitado un adelanto electoral en su comunidad, dado que "no había opciones" por culpa de la actitud del PSOE. El dirigente popular ha lamentado que la respuesta del Partido Socialista haya sido "elegir entre Vox o adelanto electoral" y ha subrayado que en este contexto Mañueco "acaba de evitar un adelanto electoral".

En el fondo, la historia se repite, pero con actores secundarios diferentes. En la anterior legislatura, el compañero de viaje en el Gobierno regional fue Ciudadanos, hoy relegado a ocupar un solo asiento en Las Cortes de Valladolid en la persona del médico Francisco Igea, que llegó a ser vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Mañueco tampoco fue partidario, en aquel momento, de pactar con Igea, con el que la convivencia política no fue fácil de mantener por la personalidad del procurador naranja.

Fuentes del PP de Castilla y León aseguran a La Información que la legislatura se presenta "complicada" con la entrada en el Consejo de Gobierno de representantes de Vox. Aunque la fórmula de Gobierno de coalición empieza a ser habitual, más aún desde que Pedro Sánchez cerrase con Unidas Podemos un pacto de legislatura que, a la postre, sentaba en el Consejo de Ministros a políticos de la formación morada, el Ejecutivo que salga del acuerdo entre PP y Vox será un experimento que provocará reacciones en todo el arco político castellano y leones, y a nivel nacional.

Hasta la fecha, Vox se había mantenido como apoyo externo en los ejecutivos de la Comunidad de Madrid, Región de Murcia o Andalucía. El respaldo de la formación de Abascal, en estos casos, se ha sustanciado en algunas cesiones legislativas pero no ha supuesto un lastre para la función de los respectivos gobiernos. En esta ocasión, Vox 'toca pelo' en la Junta de Castilla y León, cambiando radicalmente su posición estratégica y quedando también sometido al desgaste y a la crítica.

Según Mañueco, el acuerdo alcanzado entre las dos formaciones políticas busca lograr "un gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León". Por su parte,  Juan García-Gallardo, cree que el pacto es "sensato, sin ganadores ni perdedores". "Hagamos entre todos, con voluntad de diálogo y de acuerdo, una legislatura provechosa para los ciudadanos".

No es de la misma opinión el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, quien ha recibido como una "triste sorpresa" la noticia del acuerdo PP-Vox en Castilla y León y espera que sea "un incidente" y no una tendencia en España. "Para mí ha sido una triste sorpresa. Pablo Casado era una garantía personal de mantener al Partido Popular en el centro derecha evitando este tipo de coqueteos con los radicales, con movimientos de extrema derecha como Vox", ha dicho Tusk este jueves en París.

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