Tras la aprobación de un decreto histórico

Sánchez: "La autoridad competente en toda España será el Gobierno del Estado"

  • El presidente del Gobierno admite que "las medidas son drásticas y tendrán consecuencias" y que el impacto económico en el país será grande.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
Efe

Una decisión histórica para un momento que sobrepasa cualquier adjetivo como la pandemia del coronavirus se merecía un mensaje a la altura. Porque tocaba explicar por qué se paraliza todo el país. Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por una exposición detallada de una serie de medidas que, según ha dejado claro nada más empezar, en relación a las posibles medidas de autonomías o municipales: "La autoridad competente en todo el territorio de España será el Gobierno del Estado".

Tras más de siete horas de reunión del Consejo de Ministros, donde no ha habido poca tensión, Sánchez ha señalado que el decreto que se ha aprobado este sábado "son drásticas y tendrán consecuencias", pero que eran las que había que tomar en una situación de emergencia como la actual. "Esta es una batalla que vamos a ganar. Porque no hay ninguna duda que vamos a ganar. Lo que importa es que el precio sea el mínimo posible", ha señalado antes de concluir: "Unidos, saldremos adelante. Unidos, venceremos al virus".

Entre todas esas medidas, ha adelantado que se adoptarán en los próximos consejos de ministros cuatro grupos de medidas, todas ellas relacionadas con la economía: medidas de apoyo a trabajadores, autónomos y empresarios; de flexibilización de ajuste temporal; de apoyo a actividad económica y para garantizar la liquidez y de apoyo a la investigación de la vacuna.

De hecho, y a preguntas de los periodistas, ha reconocido que el impacto económico de la crisis "será grande" y que, por ello, se tendrán que tomar todas las medidas que sean necesarias durante las próximas semanas. Que no les temblará el pulso y que ya han demostrado que están dispuestos a tomar decisiones.

"Ahora mismo el escenario es muy cambiante, pero es evidente que el impacto económico va a ser grande", ha incidido Sánchez, quien ha tildado de "impacto de envergadura" las consecuencias del coronavirus conforme a las previsiones de los distintos organismos internacionales, comunitarios y nacionales. No obstante, ha asegurado que el Gobierno no va a abstraerse ni a eludir su responsabilidad, ya que, ha reconocido, "mucha gente" va a verse "desgraciadamente" damnificada por las medidas para frenar la propagación del virus para defender "lo más importante", la salud pública.

Por ello, ha asegurado que el Ejecutivo va a dar respuesta en el próximo Consejo de Ministros del martes, como hizo ya el pasado 10 de marzo, a las "muchas realidades" que van a surgir como consecuencia de la declaración del estado de alarma en España. A "trabajadores, autónomos, pequeños y medianos empresarios, economía social y empresarios" les ha prometido que "el Gobierno de España va a hacer todo lo que esté en su mano para amortiguar los efectos económicos y sociales de esta crisis".

Sin embargo, y pese a que la exposición se ha centrado en detallar las medidas que ya se conocían desde mediodía, Sánchez ha dedicado buena parte de su intervención (sobre todo, en las preguntas posteriores) para pedir unidad a las demás administraciones y para recordar que no es momento de defender ni intereses partidistas ni particulares a la vez que destacaba la importancia de contar con un Estado de las autonomías y plural.

A este respecto, ha subrayado que el decreto no determina "ninguna restricción territorial". Solo que, se viva donde se viva, cualquier español solo podrá realizar las actividades permitidas: "Comprar el pan, el medicamento, pero no podrá ir a la playa, a una terraza o a una estación de esquí". Es decir, no es que no se pueda salir de una comunidad, es que todas estas actividades limitan ya de por sí en cuanto a movimiento. 

Por todo ello, no ha dejado de insistir una y otra vez que todas estas medidas no persiguen ninguna polémica porque no es momento de enfrentamientos, ya que "la crisis no entiende de ideologías, ni de partidos políticos ni, mucho menos, de territorios".

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