Informes de la Guardia Civil y de los científicos, críticas de la oposición, subida de contagios... Nada parece hacer cambiar de parecer al Gobierno sobre la pertinencia de celebrar la marcha del 8-M. El presidente, Pedro Sánchez, ha terminado su comparecencia en el Congreso de los Diputados con un "viva el 8 de marzo" para defender su gestión de la manifestación en plena pandemia por la Covid-19.
Sánchez hace un llamamiento por el diálogo, rechaza el "veneno del odio", insta a no usar la bandera "como un arma" y proclama: "Lo digo alto y claro, viva el 8 de marzo" https://t.co/zGR8DyLSMX pic.twitter.com/eltpjjDjzx
— Europa Press (@europapress) June 3, 2020
Con ese "lo digo alto y claro, viva el 8 de marzo" el presidente ha avisado de que "no usaré mis turnos de réplica para responder a provocaciones, si las hay" y ha pedido en el hemiciclo que "demostremos que servimos para algo más que para llenar titulares de crispación e insultos. ¿Qué país queremos ser? Necesitamos reconstruirlo con urgencia".
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha acusado a Sánchez, de querer hacer una "moción de censura" al Estado, después de haber llegado a la Moncloa por este mismo medio hace dos años, pese a lo que ha podido ser investido "pero no gobernar" porque ni ha aprobado presupuestos. En su intervención en el debate de la sexta y última prórroga del estado de alarma, a la que el PP va a votar que no, Casado le ha achacado al presidente haber "desatado una caza de brujas" en la Guardia Civil por los informes sobre el 8M, con el mayor escándalo desde la época de Luis Roldán, y le ha advertido de un posible "delito de revelación de secretos, otro de obstrucción a la justicia y otra de prevaricación". Por eso, ha anunciado que solicitará una comisión de investigación parlamentaria sobre la "nefasta" gestión durante la pandemia.
Para Casado, Sánchez es el "menos democrático de nuestra democracia" y con la "purga" en la Guardia Civil ha vulnerado el artículo 117 de la Constitución, entre otros, por lo que esto ya "es el caso Sánchez" y protege a los ministros Illa, Marlaska y Ábalos porque le "sirven de escudos humanos".
El líder de Vox, Santiago Abascal, cree que defender el 8 de marzo como ha hecho este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es igual que gritar "viva la enfermedad y viva la muerte"; a la vez que ha acusado al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de "desear una guerra civil" y ser capaz de provocar "cualquier drama" en España debido a "su vanidad y su fanatismo". En una dura intervención durante el debate para la sexta prórroga del estado de alarma, Abascal ha centrado sus críticas en Sánchez e Iglesias y ha acusado al Gobierno de provocar "decenas de miles de muertos" por su "sectarismo y negligencia criminal" y llevar a la ruina a "millones" de ciudadanos.
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