Sánchez lanzará una última oferta para la investidura pero ya piensa en el 10-N

  • Moncloa y Ferraz  preparan un nuevo documento de actualización al 'España Avanza', que no sirvió para cerrar un acuerdo con Unidas Podemos.
Sánchez lanzará una última oferta para la investidura pero ya piensa en el 10-N
Sánchez lanzará una última oferta para la investidura pero ya piensa en el 10-N
Moncloa

Pedro Sánchez prepara su última propuesta para lograr una investidura 'in extremis'. Si el 23 de septiembre no sale del Congreso como presidente las Cortes se disolverán automáticamente. Por eso en Moncloa y en Ferraz ya están preparando un nuevo documento que servirá de actualización al 'España Avanza' que ya presentaron en julio y que no sirvió para cerrar un acuerdo con Unidas Podemos. Los socialistas, a pesar de este último interno, tienen también la vista puesta en una repetición electoral el próximo 10 de noviembre.

Sánchez tiene previsto dar a conocer esta última propuesta a lo largo de los próximos días, la semana que arranca mañana o la primera de septiembre. Fuentes socialistas explican a La Información que será un documento amplio y que en él se recogerán algunas de las demandas que ha escuchado el presidente de primera mano tras mantener una serie de encuentros con la llamada sociedad civil. Aseguran que es una propuesta que han trabajado con insistencia durante este mes de agosto.

El nuevo 'paper' del PSOE se convertirá, por tanto, en su proyecto de Gobierno definitivo. Será una hoja de ruta que, además, se ofrecerá a todos los partidos políticos, no solo a Unidas Podemos. Los socialistas, por tanto, buscan un 'reblandecimiento' de última hora de PP y Ciudadanos. La propia portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celáa, ya afirmó tras el Consejo de Ministros del pasado viernes que Sánchez iba a buscar "otras fórmulas" para lograr la investidura y que "la fragmentación política" implica que todas las fuerzas políticas deban colaborar en desatascar la formación de Gobierno.

Lo que sí tienen claro en el PSOE es que un Gobierno de coalición con Unidas Podemos es "inviable". Así lo explicaron en la respuesta que ofrecieron el pasado martes al partido de Pablo Iglesias tras proponerles cuatro posibles combinaciones para que votaran a favor de la investidura de Sánchez. "Están en su mundo", exclamaban desde el entorno del presidente tras conocer el documento morado. "Desde el PSOE creemos que, una vez que se ha evidenciado inviable la fórmula de coalición, es el deber de todos los partidos, también de UP, explorar otras fórmulas de gobernabilidad para España. Invitamos a UP a trabajar en esta dirección", añadían los socialistas.

Es decir, lo que pretende Sánchez y su equipo a partir de este lunes es intentar atraer a PP y Cs a una abstención que permita su investidura. "Esperamos que pueda lograrse un acuerdo amplio que permita desbloquear la situación política y que, pronto, España cuente con el gobierno que votaron de forma mayoritaria los españoles: un gobierno progresista, feminista, ecologista y europeísta liderado por el PSOE", decían desde Ferraz el pasado miércoles.

No obstante, el sanchismo es consciente de que ni PP ni Cs han dado muestras de poder protagonizar esa "abstención patriótica" por la que ha abogado Isabel Díaz Ayuso o exportavoz económico naranja Toni Roldán. Tampoco el PSOE les ha ofrecido nada para conseguir sumarles a un acuerdo en los casi cuatro meses que ya han transcurrido desde las elecciones del 28 de abril.

Los problemas con UP complican un acuerdo

El PSOE ha dejado ya claro que con Unidas Podemos no habrá coalición. Por tres razones: las diferentes propuestas que ofrecen unos y otros para solucionar el conflicto de Cataluña, la posibilidad de conformar un Gobierno paralelo dentro del Consejo de Ministros y la desconfianza creciente tras el fracaso de las negociaciones de julio.

El problema es que en Unidas Podemos también han dejado claro que no aceptarán imposiciones del PSOE: "Lo que ni nosotras ni ninguna otra formación política puede aceptar es un trágala. La posición de 'o como yo digo, o elecciones' no solo es irresponsable, sino que está llamada al fracaso, dada la pluralidad de fuerzas necesitada para sostener un posible Gobierno progresista en España", afirmaban los de Pablo Iglesias en un documento enviado la madrugada del pasado jueves a sus inscritos.

"Le corresponde al PSOE responder a su militancia, la misma que dijo 'con Rivera no' pese a que, durante el discurso de investidura, Sánchez pidiera antes la abstención de las derechas que el apoyo explícito de las izquierdas. Pero, sobre todo, corresponde al PSOE y a Pedro Sánchez estar a la altura del momento político en el que nos encontramos", añadían los morados.

Suenan, en definitiva, campanas de segundas elecciones en unos y otros partidos. El bloqueo es absoluto y la estrategia que han desplegado durante el verano las formaciones llamadas a solucionar la investidura invita a pensar que pocos cambios habrá en las apenas cuatro semanas que restan hasta que se agote el plazo constitucional y, por segunda vez en apenas tres años, los españoles tengamos -si nada lo remedia- que volver a votar. 

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