El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha declarado este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón para aclarar hasta qué punto el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy tenía conocimiento de la operación parapolicial que se urdió en 2013 para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y arrebatarle la documentación comprometedora para el partido que éste pudiera guardar. Así, ha ratificado lo que ya afirmó en el Congreso de los Diputados y en un escrito presentado en el juzgado y ha afirmado que el que fuera jefe del Ejecutivo tenía un "interés personal" en la denominada 'operación Kitchen', subrayando que es "lógico" que fuese así, ya que se trataba de una "cuestión de Estado".
Así lo ha dicho ante los medios de comunicación a su salida en la Audiencia Nacional en la que ha estado declarando algo más de tres horas y media. El espía ha comparecido justo tres días después de que declarara como imputada por el espionaje a Bárcenas la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, quien admitió tan sólo "tres o cuatro" encuentros con el comisario, si bien éste ha indicado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 que no solo se reunieron en la sede del PP, sino también en restaurantes, en Marbella (Málaga) e incluso en el Ministerio de Defensa, del que se ocupó entre 2016 y 2018, según han informado fuentes jurídicas presentes en la declaración.
En lo que sí ha coincidido con la ex dirigente del PP, sobre la que ha señalado que tenía la sensación de que hablaba con una representante del Gobierno más que del PP, es en que no le hicieron ningún encargo ni le pagaron ningún servicio. Ha explicado que hablaban de temas de "actualidad", ya que su labor era "hablar con todo el mundo", sobre todo una vez que el desafío independentista en Cataluña se convirtió en un problema para el Gobierno de Rajoy, que llegó a la Presidencia en 2011. Sobre este punto, ha señalado que le hicieron la "promesa" de que le pagarían con fondos reservados pero que nunca llegó a suceder, según las fuentes jurídicas consultadas.
Entraba "camuflado" en el PP como "cuando contactaba con gente próximo al Daesh"
Villarejo ha hablado además de cómo entraba "de forma subrepticia" en el PP para reunirse con Cospedal, tal y como explicaron ante el juez instructor el que fuera jefe de Gabinete de la también expresidenta de Castilla La Mancha, José Luis Ortiz, y el marido de ésta, Ignacio López del Hierro. Entraba por el garaje "camuflado" en un coche oficial como "cuando contactaba con gente próximo al Daesh en el desierto", ha explicado a la prensa una vez ha concluido su comparecencia judicial. "El trabajo de inteligencia tiene estas cosas, que hay que hacerlas de forma discreta", ha agregado.
Sobre la línea directa que tenía con Rajoy, el agente encubierto ha explicado al juez García Castellón que en un primer momento reportaba al entonces presidente a través de Cospedal u otros intermediarios, cuando éstos le indicaban que estaba "preocupado". Pero dado a que la demanda de información aumentó, finalmente le facilitaron -sin poder precisar quién- unos teléfonos móviles para que se comunicaran por mensajes, nunca de manera verbal. Según ha apuntado, durante unos meses estuvo resolviendo las dudas del exjefe del Ejecutivo sobre cómo avanzaba el operativo, si estaba siendo eficaz y si efectivamente Bárcenas tenía en su poder documentación que no sólo afectaba al partido, sino también a "altas instituciones del Estado".
Además, según las fuentes jurídicas consultadas, Villarejo ha destacado que sus servicios fueron requeridos porque Rajoy era muy "desconfiado" hasta tal punto que llegó a no creer en la información que le llegaba desde el Ministerio del Interior.
Contacto indirecto con Sáenz de Santamaría
Con todo ello, el comisario jubilado también ha señalado que seguramente la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría tuvo una copia de la documentación intervenida al extesorero del PP, ya que era la responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), un organismo que, según él, también participó en la 'operación Kitchen'. Así, preguntado sobre si tuvo algún contacto con la que fuera mano derecha de Rajoy en el Gobierno, ha dicho que fue indirecto, a través de terceras personas, y en relación a su cercanía al presidente del Gobierno y al organismo de inteligencia.
Sobre el inicio del operativo parapolicial que se montó en 2013 y que se sufragó con fondos reservados, Villarejo ha relatado al juez cómo le llamaron para que se acercara a la Dirección Adjunta Operativa (DAO), donde el que fuera director de la Policía Nacional Ignacio Cosidó le comentó que el entonces jefe de dicha unidad Eugenio Pino le informaría de un asunto que le "importaba" al presidente del Gobierno.
El 'encargo' era que consiguiera hacer lo que otros no había podido: que captara al chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, para que actuara como confidente policial y vigilara a la familia del extesorero y analizara la posibilidad de acceder a documentación. No obstante, tras oponerse a dar detalles de sus agendas incautadas hasta que no le den una copia de las mismas, ha asegurado que no recuerda que recurriese al marido de Cospedal para que intermediara por él ante Andrés Gómez Gordo, el que fuera jefe de Seguridad de la exdirigente 'popular', y llegar así hasta el conductor.
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