El Plan Ibérico para topar el gas contempla un límite de 30 euros/MWh a los ciclos combinados hasta diciembre de este año, según informan fuentes del Ejecutivo. Los gobiernos de Pedro Sánchez y Antonio Costa propondrán a la Comisión Europea este límite, lo que rebajaría la factura de la electricidad a aproximadamente un tercio de lo que se paga actualmente. España y Portugal lanzan esta propuesta que ahora deberá recibir el visto bueno de Bruselas, decisión que se espera para finales del mes de abril.
Según el Gobierno, esta propuesta de 30 euros/MWh "responde a las líneas maestras que habíamos trabajado con antelación, como introducir un sistema de doble casación, una en frontera para que las exportaciones de electricidad sean retribuidas al precio que correspondería en ausencia de un mecanismo de ajuste, y una segunda casación, donde se introduce el ajuste y el pago por encima del coste del gas es asignado automáticamente en ese margen que queda de tecnologías mucho más baratas hasta el precio que ha sido retribuido el gas a primera instancia".
"Todavía no hemos hecho más que empezar el trabajo con la Comisión, así que yo pediría tranquilidad y paciencia", ha afirmado la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este jueves. "Hemos propuesto el precio más barato del gas al que entendemos debería producirse ese ajuste, 30€/MWh, pero es uno de los elementos técnicos de la propuesta que tenemos que discutir con la Comisión Europea", ha añadido.
Topar el precio del gas en 30 euros por MWh es una cifra muy por debajo del plan que diseñó inicialmente Moncloa. El Gobierno se hubiera dado por satisfecho con dejar ese límite en 50 euros, pero las negociaciones con el país luso han rebajado la cifra. Es decir, los dos ejecutivos tiran por lo bajo a la espera de una posible revisión al alza de Bruselas. La idea del Gobierno es que esta barrera ibérica, limitada en el tiempo, genere un efecto arrastre sobre el resto de tecnologías, a fin de que estas rebajen a su vez sus ofertas en el pool para dejarlas en un entorno entre los 70 y los 110 euros/MWh.
La primera dirigente del Gobierno que mencionó esta cifra de 30 euros/MWh fue la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra. En Moncloa, como decimos, hablaban de 50 euros. Esas palabras de Belarra le valieron el reproche de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que criticó a sus socios porque consideró que las declaraciones no le parecían serias.
Tras el cruce, los dos secretarios de Estado concernidos, la de Energía, Sara Aagesen, y el de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, mantuvieron una intensa negociación que ha culminado con el tope de 30 euros/MWh. La propuesta es compartida con Portugal.
Belarra ha aprovechado que Ribera ha confirmado la propuesta ibérica en 30 euros/MWh para afirmar inmediatamente que "es la mejor noticia porque es una propuesta que desde Podemos llevamos haciendo varios días. Supondría un tope que de verdad nos permitiría bajar la factura de la luz a costa de los beneficios absolutamente multimillonarios e inmerecidos que están ganando las energéticas y afrontar de manera muy contundente la subida de la inflación".
La duda que surge ahora es quién pagará esta cuenta. Pedro Sánchez ya advirtió la semana pasada, y lo volvió a repetir este lunes, que el plan ibérico no se financiará con "ayudas públicas a las gasistas". Fuentes del sector prevén que el coste de compensar a los ciclos combinados por capar sus ofertas será repercutido en el recibo eléctrico, una posibilidad que Teresa Ribera ha sacado a colación en más de una ocasión. La vicepresidenta tercera ha llegado a asegurar que, aunque se produzca este trasvase, la factura seguiría quedando por debajo de las previsiones para un escenario no intervenido.
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