Los siete bares imprescindibles de Sevilla que hay que conocer para salir de tapas

  • En estos últimos años Sevilla ha ido transformando y estableciendo las bases de un tapeo de cocina más elaborada y con más sentido.
Tapeo
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Tapeo
Tapeo / Pixabay

En la última década Sevilla ha ido transformando su escena culinaria. Una ciudad que ha vivido para y por el tapeo, un tapeo sencillo y frugal que se hacía de pie y en el que importaba más la cervecita que el acompañamiento. En estos últimos años Sevilla ha ido transformando y estableciendo las bases de un tapeo de cocina más elaborada y con más sentido, más pensada, auténtica cocina en miniatura cuyo nivel raya a la altura de las tapas y raciones que se ofrecen en el resto de las grandes capitales del país.

La Azotea (Jesús del Gran Poder 31)

Desde que lo descubrimos hace un lustro, es nuestro bar favorito de Sevilla. Desde que lo visitamos por primera vez ha crecido y ha abierto más locales por la ciudad; pero nuestro favorito sigue siendo el original, el primero ubicado frente a la iglesia del Cristo del Gran Poder. Juan Y Janinne, sus propietarios han logrado que en una cocina de 2x2 se elaboren raciones de nivel. Vaca vieja, potajes, y las mejores piezas del atún.

Eslava (Eslava 3)

Es toda una institución en la ciudad. Situado muy cerca del anterior y bajo el monumento al Jesús del Gran Poder, elabora una de las cocinas más características de la ciudad. Sixto, su dueño ha instruido a todo su equipo para que el trato y el servicio sean siempre sobresalientes. Una barra estrecha siempre repleta y una pequeña terraza en la que no siempre resulta fácil encontrar acomodo. Su yema de huevo sobre bizcocho de boletus es una expresión evolucionada de una buena colección de tapas, que sin embargo no ha olvidado la cocina de siempre presente en sus croquetas caseras o en sus ricas navajas a la plancha.

Ovejas Negras (Hernando Colón 8)

Uno de los últimos en llegar a la escena del tapeo sevillano, pero lo ha hecho con fuerza. Buena cerveza fría de barril para calmar la sed y acompañar algunas de sus espléndidas tapas. Buena ensaladilla rusa, mollejas deliciosas y ligeras perfectamente fritas y un bacalao bien hecho; entre otras muchas tapas de cocina.

La Fábrica de Besana (Correduría 1)

Sus propietarios, Curro y Mario, pasaron por las cocinas de El Celler de Can Roca, y eso se nota en las tapas elaboradas, minimalistas y un punto vanguardistas que ofrecen en el segundo local que abrieron en Sevilla en 2014, tras la experiencia acumulada en su local original en Utrera. Imprescindibles el timbal de habitas, los canelones rossini, el cochinillo asado y el pionono de cordero.

El Rinconcillo (Gerona 40)

No sabemos si es el bar más antiguo de Sevilla, pero sin duda el que se abriera en el último tercio del Siglo XVII, le posicionan como uno de los que más solera pueden exhibir. En su barra de madera se sigue apuntando las consumiciones, tal y como se ha hecho desde siempre. Sus tapas van desde una tradicional ensaladilla bien resuelta a un guiso de garbanzos y espinacas o sus populares y tradicionales soldaditos de Pavía.

Sal Gorda (Alcaicería de la Loza 17)

Un local de tapas actuales con propuestas que han ido haciéndose cada vez más usuales en las cartas del resto de locales en la ciudad. Excelentes piezas de vaca vieja, unas ostras con jugo de manzana e hinojo, fresquísimas; croquetas de puchero con sustancia, tatakis de atún sobre ajoblanco, perfectamente ejecutado.

No Kitchen (Amparo 9)

Un concepto novedoso concebido creado por Juanjo López, de La Tasquita de Enfrente, y que desarrolla Ana, su socia en la ciudad. El respeto por el producto y supongo que una gestión más sencilla del establecimiento. Carta de productos espléndidos que se elaboran de forma sencilla, sin apenas elaboración. Muy buena la carrillera, aunque el pan lo desmerece. Sorprendente y originales el tartar… de tomate; y la morcilla… de calabaza.

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