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Carlos Alcaraz: sus 5 lecciones sobre salud mental que superan a Rafael Nadal

El tenista murciano se enfrenta a Rublev en las ATP Finals de Turín. En recientes declaraciones, el tenista ha admitido tener problemas de "cansancio mental" tras sufrir una derrota. Así cuida su salud el deportista.

Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz
EFE

Cuando Carlos Alcaraz habló ante los medios tras su derrota ante Alexander Zverev en su estreno en los ATP Finals de Turín, no tuvo reparos en admitir "cansancio mental" acumulado por un calendario en el que prácticamente lo ha jugado todo. Y eso, a pesar de encontrarse "bien físicamente". Un discurso atípico para un deportista de élite, que normalmente jamás habla de salud mental cuando se enfrenta a un bache de resultados (lleva tres derrotas consecutivas en el circuito).

"Probablemente, achaco todo a cansancio mental. El año ha sido muy largo, muy exigente. Tengo que mejorar para llegar en mejores condiciones a este punto, sobre todo a nivel mental. Es mucho cansancio mental de estar a una exigencia alta mucho tiempo. Tengo claro lo que me está pasando y, a partir de ahí, toca trabajar para mejorarlo. Cada vez voy aprendiendo a llevarlo mejor cada vez, aunque todavía me queda muchísimo", dijo Alcaraz tras el encuentro, exponiendo un problema del que sigue sin hablarse lo suficiente entre los deportistas de élite.

Pensemos por un momento en su gran rival por el número uno de la ATP, Novak Djokovic. El tenista serbio sufrió una lesión en 2017 que le apartó del circuito más de medio año, pero no sería hasta el año siguiente cuando llegaría a admitir que “tenía problemas psicológicos a la hora de competir”, sin dar más detalles. Un caso que evidencia la ausencia de normalización de la salud mental en la élite del tenis.

Rafa Nadal, otro ejemplo, esperó a 2023 para hablar abiertamente sobre salud mental. Hasta entonces, su nombre siempre había sido asociado a la resiliencia extrema, esa que te hace pelear cada bola hasta que acabas exhausto (o lesionado). Por eso, las palabras de Alcaraz cobran aún más valor. Por hablar de un problema psicológico en tiempo real. Por no usar ambages. Y por ofrecer 5 valiosas lecciones sobre salud mental con su simple gesto.

1. Normalizar la salud mental

No es normal que la salud mental siga siendo tabú. Como tampoco lo es que los deportistas de élite suelan acordarse de ella a posteriori o cuando ya no se encuentran en el primer escalón competitivo. Porque la salud mental no discrimina por género, edad o cargo en la empresa. Un directivo es tan susceptible a sufrir Burnout o a pasar por una depresión como cualquier empleado. Y, por eso, normalizar la salud mental, poder hablar abiertamente de ella sin que ello suponga un perjuicio para tu carrera profesional, es uno de los grandes retos en cualquier entorno laboral y empresarial.

2. Levantar la mano

Un problema muy extendido entre los trabajadores (los que juegan al máximo nivel al tenis y los que se pasan 8 horas al día produciendo), es que cuesta levantar la mano cuando se necesita ayuda o, simplemente, parar. Parece como si nos fuese a penalizar decir: “No llego a esto” o “necesito ayuda”. Como si fuésemos peores profesionales. Sin embargo, Alcaraz demuestra que es necesario levantar la mano cuando para no desbordarnos, especialmente cuando la cantidad de trabajo es muy exigente o cuando sentimos que emocionalmente no estamos preparados para afrontar una tarea o proyecto. Incluso algo tan sencillo como un cambio de rol puede ser parte de la solución.

3. Ofrecer descanso mental (y físico)

Otro punto interesante del discurso de Alcaraz es que deja vislumbrar una cierta queja hacia el sobrecargado calendario de la ATP. Una crítica que refleja que el descanso mental (y físico) es una necesidad incluso para los deportistas de élite. Para el empleado medio, aún con más razón. Por eso, ofrecer más días de vacaciones de lo que marca el Estatuto de los Trabajadores o el convenio sectorial, así como apostar por la jornada de 4 días puede ser clave para cuidar la salud mental del empleado.

4. El salario no compra el bienestar

Muy a menudo, se confunde un buen salario con el bienestar. Y, por eso, la primera medida de captación de talento sigue siendo ofrecer un paquete salarial atractivo. Como si eso pudiera justificar jornadas de 50 horas a la semana o estar disponible incluso en fines de semana. Sin embargo, ni siquiera los casi 10 millones de euros que Alcaraz ha ganado durante 2023 han bastado para que el tenista no tenga cansancio mental. La comparación es grosera, pero imaginemos lo que debe pensar al respecto un empleado al que le ofrecen un aumento de 3.000 euros al año.

5. La conciliación es cosa de todos

Carlos Alcaraz ha jugado 74 partidos de tenis en lo que va de año. Pero si sumamos los entrenamientos, las sesiones de fisio y los viajes, podemos concluir que el tenista murciano apenas ha parado (salvo por lesión) desde enero, incluidos sábados, domingos y festivos. Y solo en diciembre será capaz de disfrutar de unos días de vacaciones. Una situación que nos recuerda que la conciliación no es un asunto exclusivo de padres con hijos, sino una necesidad para cualquier trabajador. ¿O, acaso, un chaval de 20 años no tiene derecho a ver a su familia o amigos más de un mes al año?

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