
El millonario australiano John Perrett falleció a los 86 años en septiembre de 2020 dejando una herencia que cogió por sorpresa a varios de sus herederos. Y es que hizo donaciones millonarias, tanto en términos monetarios como de patrimonio.
Por un lado, Perrett dio más de 11 millones de euros al Royal Melbourne Hospital, centro médico en el que había sido sometido a un trasplante de riñón exitoso tres décadas atrás.
"Su donación ayudará definitivamente a la gente con enfermedades de riñón en los próximos años. Es increíble", declaró Nigel Toussaint, miembro del hospital.
Por otro lado, el millonario destinó otra parte de la herencia a cambiar la vida de Jane, una mujer de 73 años que llevaba viviendo de alquiler 23 años en una de las propiedades de Perrett.
En su herencia especificó que la vivienda en alquiler pasaba a ser propiedad de su inquilina. Esta fórmula la repitió Perrett con otro de sus inquilinos. "Ha cambiado mi vida de forma que ahora soy propietaria", explicó Jane a '7 News'.
Wow.
— Linda Thackeray (@Scribe31oz) December 23, 2020
St Albans millionaire John Perrett's leaves tenants homes after he died https://t.co/2xwfNtTZfZ
Un hombre humilde y altruista
Perrett era un farmacéutico que hizo su fortuna como inversor en bolsa. A pesar de ser propietario de millones, decidió seguir viviendo en la antigua casa de sus padres, con pocos lujos.
La vivienda se vendió en diciembre por un millón de euros y el dinero de la venta fue destinado a fines sociales. El millonario no tenía familiares descendientes y apenas había gastado el dinero en mejorar su propia calidad de vida.
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